sábado, mayo 27, 2017

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2016-2017 (6) Urge recuperar a la gente

El ambiente en Anoeta ante el Málaga.
Algo está pasando en el fútbol moderno, porque estamos perdiendo a la gente. Lo que siempre ha sido la razón de ser de este deporte, el aficionado, está perdiendo protagonismo. Ya no interesa que se pague una entrada, interesa que se pague un abono de televisión. Ya no se cuida al socio, al peñista, al aficionado de lejos de tu ciudad. Lo que importa es el share, la publicidad, los contratos. Y de esa manera estamos apuñalando el espíritu de este juego que tanto amamos. Es verdad que este fenómeno no está afectando por igual a la hinchada de todos los equipos, y eso hace que la situación de la Real sea verdaderamente preocupante. Anoeta se está vaciando. El que está cumple y animo con fervor, pero cada vez faltan más. Ni el espectacular juego desplegado por la Real ni tampoco el hecho de estar en la parte alta de la tabla durante toda la temporada ha frenado la sangría de espectadores, fundamentalmente socios. Y urge recuperar al aficionado.

Sin que se hayan visto grandes desplazamientos a lo largo de la temporada, con la sensación por ejemplo de que a Vigo fue mucha menos gente de la que habría ido en otras circunstancias, y aunque siempre se ve gente de la Real en el resto de estadios de Primera, lo que realmente preocupa es lo que sucede en Donostia. La media de asistencia a Anoeta esta temporada ha sido de 21.481 espectadores, la segunda más baja desde que la Real volvió a Primera División, solo por detrás de los números de la pasada campaña, la 2015-2016, donde solo una media de 20.572 espectadores siguiente a una Real en tierra de nadie durante casi toda la Liga, y muy lejos de los 25.094 que acudieron regularmente al estadio donostiarra para ver a un equipo txuri urdin que salvó la categoría en la última jornada. El club tiene 22.830 socios, cuando hace no tanto, en 2014, eran 26.402, lo que significa que, incluso si no se vendiera una sola entrada, habría más de 2.000 socios que no van regularmente a Anoeta.

Podemos culpar a los horarios de televisión, terribles sin duda y claramente una de las causas de que el aficionado de grada se esté empezando a perder. La Real no ha jugado ni uno solo de los 19 partidos de Anoeta en el horario de toda la vida, en el del domingo a primera hora de la tarde. Ni a esa hora, ni a una parecida. Cinco han sido entre semana, uno en lunes, martes y miércoles y dos en viernes. Tres más han sido en la mañana del domingo, a las 12.00, y uno más a las 13.00 del sábado. Horarios muy complicados, sobre todo si tenemos en cuenta que hay un número muy importante de los socios que procede de diferentes puntos de Gipuzkoa. Solo ha habido dos partidos a las 18.30 del domingo y tres más en horarios a partir de las 20.00 del último día de la semana, en teoría los más accesibles para el aficionado en comparación con los demás.

Pero hay más cosas que afectan. La Real ha creado muchas formas de amenizar el ambiente y no han tenido el éxito deseado, medidas que además son insuficientes para compensar el enfado justificado por la convocatoria de dos medios días de ayuda al club, precisamente en dos de los tres partidos más vistos de la temporada. Ni siquiera la decisión de regalar entradas para el último partido, por mucho que generara mucho ambiente, hizo que se registrara una grandísima entrada. Aquel día, ante el Málaga, luchando por la quinta plaza, solo hubo 25.026 espectadores en el estadio. Más de 7.000 butacas vacías. Y las mejores asistencias han quedado incluso lejos de los 30.000. El partido más visto en directo de esta temporada fue la visita del Barcelona, con 27.756; la del Real Madrid, con 27.720; y la del Athletic, con 25.652. En el lado contrario, la visita de Las Palmas, en miércoles y a las 22.00 horas, apenas trajo 10-974 aficionados. En ocho partidos hubo menos de 20.000 espectadores.

Esos datos, desde luego, son una puñalada al proyecto estrella de Jokin Aperribay, la reforma de Anoeta que comienza ya y que tiene que servir para ayudar en esta necesaria labor de recuperar al aficionado. Es el sueño del presidente, y si con el nuevo Anoeta acabado, en teoría en 2019, todavía seguimos en un escenario como el actual, el problema será mucho más grande. Es verdad que las entradas de fondo y muchas de la parte baja no son muy aptas para vivir el espectáculo de la mejor forma posible. Es evidente que las pistas de atletismo no ayudan en absoluto. Pero hemos vivido ejemplos de sobra en temporadas anteriores de una afición enganchada, incluso cuando la lucha era por la supervivencia y no por premios europeos. Así que algo más falla. Algo que va más allá de las características de la Liga que afectan a todos los equipos. El diagnóstico está claro, y es que parte de la afición está desengañada incluso con una marcha deportiva notable. ¿Pero cuál es la solución? La Real no termina de encontrarla. Y urge hacerlo.

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