Está claro que la felicidad de la Real nunca va a ser completa desde la enfermería. En la misma jornada en la que se recuperan dos efectivos tan importantes como Silva y Sorloth, además de un Pacheco que ayudará a que la defensa no se sobrecargue de partidos, Imanol se queda sin el concurso de Oyarzabal por una lesión muscular. Como ya es habitual en él, el técnico no se ha detenido en lamentos y está convencido de que tiene equipo de sobra para sustituirle. Tampoco estará ante el Mallorca Barrenetxea, que completa una lista de bajas de la que todavía forman parte Monreal, Rico, Illarramendi, Guridi y Carlos Fernández. Ya llueve menos, no son las diez bajas que ha llegado a tener la Real, pero aún son siete. En todo caso, ahí está el Sanse, del que Imanol está tirando sin miedo y Turrientes, Lobete y Djouahra son los potrillos que completan una lista de 21 jugadores.
No parece que Imanol vaya a tener muy en cuenta que se avecina semana europea y un duelo de vital importancia en el Wanda ante el Atlético el próximo domingo, y el once que sacará ante el Mallorca lo compondrán los mejores que tenga a su disposición. Remiro estará bajo palos, sin perder de vista a un Ryan que se sale con su selección cada vez que va. La defensa la formarán Zaldua o Gorosabel por la derecha, en igualdad de condiciones, Aihen por la izquierda, y Aritz y Le Normand en el centro, sin descartar tampoco a Zubeldia. El centro del campo podrían formarlo Zubimendi, Guevara y Merino, con la punta de ataque para Portu, Januzaj e Isak. De esta manera, además de un portero, un lateral diestro y un central, el banquillo lo formarían Silva, Sorloth y los potrillos, los que ya están fijos con el primero equipo, Pacheco y Navarro, y los que suben de manera puntual por ahora para este encuentro, los ya mencionados Turrientes, Lobete y Djouahra.
Empatar en Getafe impidió que la Real lograra el liderato en solitario, pero está en el grupo de cabeza con sus 17 puntos. Es colíder con la misma puntuación que Real Madrid y Atlético, y tiene un colchón de tres puntos sobre el quinto, cuatro sobre el séptimo y cinco sobre el octavo, algo notable a estas alturas de temporada. El Mallorca suma once puntos y es duodécimo, a solo dos de Europa y siete por encima del descenso. La Real suma siete jornadas sin perder y no caído en Anoeta, tres victorias (todas ellas por 1-0, aún no ha marcado dos goles en ningún partido en casa) y un empate en el único partido en el que no ha marcado en toda la temporada, 0-0 ante el Sevilla. Nadie ha marcado todavía un gol a los realistas en su estadio. El Mallorca es el equipo más goleado lejos de su campo junto con el colista, el Getafe. Ocho goles ha recibido entre San Mamés (2-0) y Bernabéu (6-1), aunque inicio su camino como visitante ganando en Vitoria (0-1). Los isleños solo han ganado uno de sus últimos cinco partidos.
La historia habla muy bien de la Real en sus duelos en casa ante el Mallorca. 23 se han jugado hasta la fecha en Primera División y 17 acabaron con triunfo local, solo cuatro con victoria visitante y los dos restantes fueron empates. Los siete últimos se los llevó la Real, con un saldo de goles de 15-3, y en los cuatro últimos el Mallorca ni siquiera marcó. El triunfo txuri urdin más contundente es el 7-1 de la temporada 1986-1987, con dos goles por cabeza de Bajero, Gajate y López Ufarte después de que Begiristain abriera el marcador. El Mallorca nunca ha ganado por más de un gol, y el 1-2 de la temporada 2001-2002 el único encuentro en el que no venció por 0-1. En Segunda División se reproducen estos números, con tres encuentros jugados, todos ellos en la década de los años 40 del pasado siglo, con dos victorias para la Real y un empate, aunque en la categoría de plata el Mallorca puede presumir de haber marcado en todas sus visitas a Atotxa.
En el último enfrentamiento, hace dos temporadas, en la 2019-2020 y todavía con público en Anoeta antes del confinamiento, la Real se impuso al Mallorca con claridad por 3-0. Y eso que los goles tardaron en llegar, primero porque Remiro salvó al equipo txuri urdin con un paradón y porque Isak no acertó con la portería mallorquinista en las dos claras ocasiones que se vieron en los primeros 45 minutos. Pero nada más arrancar la segunda mitad el sueco se desquitó logrando el 1-0. No se había llegado al minuto de juego cuando Portu metió el balón en el interior del área para que Isak abriera el marcador. Barrenetxea, que había metido el balón a Portu en el 1-0, estuvo en el meollo del segundo. Un disparo suyo rebotó en Fran Gámez y despistó por completo a Manolo Reina. Y el tercero, a diez minutos del final, lo hizo Portu, aprovechando el despeje del portero visitante tras un buen disparo de Odegaard. Merecidísimo triunfo de una Real que iba desatada.
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