La primera vez que se enlazaron esos tres triunfos a domicilio fue en la temporada 1930-1931. El conjunto realista entrenado por Harry Lowe se impuso por 2-4 al Real Unión en Gal, por 2-5 al Racing de Santander en El Sardinero y por 1-3 al Arenas en Ibaiondo. Esa marca la igualaron el equipo dirigido por Rafa Iriondo en la temporada 1973-1974 (0-2 al Oviedo, 1-2 al Valencia y 1-2 al Elche); el de Alberto Ormaetxea en la 1979-1980, la de la imbatibilidad (0-1 en Salamanca, 1-2 al Español y 0-1 al Sporting); el subcampeón de John Toshack en la temporada 1987-1988 (0-4 al Español, 1-4 al Athletic y 0-2 al Sabadell); el de la segunda etapa de Toshack en la 1993-1994 (0-2 a Osasuna, 0-1 al Deportivo y 1-2 al Atlético de Madrid); el de Philippe Montanier en la 2012-2013, que llegó hasta la Champions (1-2 al Zaragoza, 1-3 al Athletic y 0-1 al Atlético); y el de Eusebio Sacristán en la 2016-2017 (1-2 al Espanyol, 0-1 a Las Palmas y 2-3 al Betis).
Ahora es el Cádiz el que amenaza con truncar esta racha, pero en la temporada 1930-1931 fue el pionero en estas lides fue el Español, ganando 1-0, e impidiendo así la cuarta victoria consecutiva de la Real como visitante. En la 1973-1974 la estrepitosa derrota ante el Celta por 3-0 truncó la posibilidad de establecer una nueva marca de victorias lejos de casa. El empate a cero en Málaga en la 1979-1980 fue el que frenó las opciones de batir la marca. En la 1987-1988, la cuarta victoria no llegó por el 1-1 cosechado en Las Gaunas ante el Logroñés. El equipo que truncó la racha en la 1993-1994 fue el Tenerife, imponiéndose a la Real por 2-1. El 2-2 de Cornellá-El Prat ante el Espanyol impidió el récord en solitario en la temporada 2012-201. Y en la última ocasión en que se llegó a esta marca, en la 2016-2017, se rompió perdiendo en Vitoria por 1-0 ante el Alavés.
Para que nos hagamos una idea de lo complicado que es conseguir no ya cuatro sino tres victorias consecutivas, esa es una marca que no consiguieron los mejores equipos realistas de la historia. No la logró el que logró el primer título de Liga, en la temporada 1980-1981, que se quedó en las dos que sumó en el tramo final del campeonato, clave para asaltar entonces el liderato y que en Gijón valiera un empate para lograr el título, 0-2 tanto al Athletic como al Murcia. Tampoco lo lograron los muchachos de Ormaetxea al alzarse con el bicampeonato, en esta ocasión encadenaron dos triunfos seguidos en la primera vuelta, 1-3 al Castellón y 2-3 al Racing. El equipo subcampeón de la temporada 2002-2003 apenas llegó también a sumar dos triunfos consecutivos como visitante, aunque lo hizo hasta en tres ocasiones, primero derrotando al Espanyol por 1-3 y al Osasuna por 2-3, después al Sevilla por 0-1 y al Recreativo de Huelva por 1-3, y finalmente ganando 1-3 al Mallorca y 0-2 al Málaga.
En realidad, el equipo de Imanol suma cuatro victorias seguidas a domicilio, contando la lograda ante el Rijeka en la Europa League. Y eso, cuatro triunfos consecutivos en partido oficial sin importar la competición en que se logren, es algo que no ve la Real desde la temporada 1987-1988, hace nada menos que 32 años. Entonces, a las tres victorias ya mencionadas en Liga hubo que sumar la conseguida en la Recopa por 0-2 ante el Slask Wroclaw que permitió alcanzar la segunda ronda de la competición continental después del 0-0 registrado en Atotxa. La marca de la Real de Imanol se asoma por tanto a la leyenda del club txuri urdin.
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