Ros hizo su primer gol con la Real. |
Se puede pensar que el once escogido por Jagoba Arrasate tenía su peligro, porque sólo colocó de inicio sobre el césped de Anoeta a tres jugadores que ahora mismo pueden sentirse titulares en esta Real, Iñigo Martínez, Xabi Prieto y Vela. El resto, opciones obligadas como las de sus laterales, Zaldúa y José Ángel, y protagonistas de rotaciones en busca de la fortuna como Elustondo, Ros, Chory Castro o Seferovic. El peligro, en realidad, no era tanto, aunque no todos los jugadores aprovecharon su oportunidad por igual. Viendo el marcador, también se podría pensar que el partido fue cómodo, pero no sería la mejor aproximación a su análisis. Y no porque el Algeciras mordiera tanto como en la ida, sino porque la Real tiene la costumbre de mostrar cierta displicencia en estos encuentros coperos que tan poca expectación generan. Pero incluso jugando dos o tres marchas por debajo de lo que este equipo puede dar de sí, la Real, hoy sí, controló con bastante solvencia el partido, a pesar de que la primera parte fue como poco insulsa y generó suficientes ocasiones de gol como para justificar la goleada.
El Algeciras, hay que insistir en que por debajo de lo que mostró ante su público en el partido de ida, fue un digno rival durante bastantes minutos. Lo más preocupante para la Real en la primera mitad, sobre todo en la primera media hora, es que no consiguió salida de balón por el jugador que tiene que protagonizarla: Elustondo. El pivote realista fue levemente silbado después de alguna pérdida de balón, pero eso fue la anécdota. Lo importante es que ha jugado los dos partidos de la eliminatoria ante un Segunda B y en ninguno de los dos ha conseguido mandar. Preocupante, sin duda. Ros, sin hacer tampoco un gran partido, sí encontró buenas sensaciones cuando se descolgaba del doble pivote y se acercaba más al área rival. Enganchaba ahí con un Xabi Prieto al que sí se vio con ganas de dominar el encuentro, pero la salida de balón acababa dependiendo mucho más del gran partido que hicieron los dos laterales, José Ángel por la izquierda y Zaldúa por la derecha.
Aún sin mucho juego, quizá también por el fuerte viento reinante, la Real acabó generando algunas ocasiones de gol bastante claras incluso en sus peores minutos. Seferovic fue el que más buscó el gol y tuvo su mejor oportunidad en el minuto 17, cuando aprovechó un saque de banda de Chory Castro para plantarse delante de Romero, que sacó el balón de su palo corto. En el minuto 35 fue el propio Chory quien rozó el gol, con un gran disparo que desvió el guardameta del Algeciras y que rozó el palo antes de cruzar la línea de fondo. El 1-0 llegó cinco minutos después y fue un auténtico golazo. Javi Ros confirmó sus buenas sensaciones en la frontal del área rival con un magnífico control orientado y un posterior zapatazo que se coló por la escuadra. Es su debut goleador con el primer equipo. Aunque ese gol no alteraba el objetivo del Algeciras para complicar la eliminatoria, un solo gol, lo cierto es que toda la parroquia txuri urdin respiró más tranquila. Y eso que justo antes del descanso hubo un amago de zozobra, en una calamitosa jugada defensiva, que no hizo sino confirmar ciertos nervios en esa línea, que concluyó con un disparo de Andújar al palo.
El once inicial ante el Algeciras. |
Seferovic calmó los ánimos rompiendo por fin su sequía y aprovechando un sensacional envío de José Ángel. El suizo, eso sí, estaba en claro fuera de juego. Ese gol hundió por completo las esperanzas del Algeciras, que bajó los brazos y lo pagó. Para entonces, Arrasate ya había introducido dos cambios, Griezmann y Pardo por Chory y Ros, y eso también se acabó notando en la pólvora ofensiva. Casi tras el segundo de esos relevos, un sensacional pase de Vela lo acabó picando Griezmann ante la salida del guardameta visitante para hacer el 3-0. Y cerró la cuenta el propio Vela, rematando de cabeza un envío de Zaldúa. Justo antes pudo haber marcado Iñigo Martínez, pero su disparo con la derecha lo repelió el larguero. A partir de ahí, el Algeciras se estiró buscando al menos un gol en Anoeta, y no anduvo lejos de lograrlo, probablemente incluso lo mereció, pero Zubikarai se mostró muy seguro. En el cierre del partido, Griezmann provocó la última parada de Romero y Muñiz Fernández, mal árbitro incluso para partidos sin historia, anuló un gol legal a la Real.
La Real ha cerrado el año en Anoeta con otra goleada y estará en los octavos de final de la Copa del Rey. Eso no es más que cumplir con su obligación, pues esta temporada aprovechaba su condición europea para tener un rival de Segunda B en su primera ronda. Pero como la historia nos había dado tantos golpes en el pasado, cumplir no es poca cosa. Y menos si el resultado final de la eliminatoria es un claro 5-1. No hay que olvidar que la pasada temporada se sumó el último ridículo ante un rival de menor entidad, un Córdoba de Segunda, que superó a la Real por un global de 2-4 y que ni siquiera perdió el partido disputado en Anoeta. Y eso sin necesidad de recordar sonrojantes eliminaciones anteriores. La Real de Jagoba Arrasate ha cumplido con lo mínimo en este torneo, y ahora toca plantearse la Copa como la oportunidad de hacer algo bonito y compensar el enorme sinsabor que ha dejado la Champions. La eliminatoria contra el Villarreal no sólo devolvería a la Real a las últimas rondas de la Copa, que no ha alcanzado desde hace ya demasiados años, sino que será una preciosa prueba de nivel ante un rival que ahora mismo es directo en la Liga.
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