El primer once inicial de Jagoba Arrasate. |
Muchas de las dudas que habían acompañado a la Real durante la pretemporada encontraron la primera respuesta con la más que solvente victoria ante el Getafe. Y es que el equipo txuri urdin ha dejado un claro mensaje: las temporadas empiezan con los partidos oficiales. Lo había dejado ya claro Jagoba Arrasate, al afirmar que, independientemente de los resultados de la pretemporada, el equipo estaba preparado para competir y la propia competición se ha encargado de decir que su Real está bien. El 2-0 incluso resultó corto para los méritos adquiridos en la primera mitad. Y, ojo, que la victoria se consiguió con seis cambios con respecto a su once tipo de la temporada pasada, con cuatro lesionados y con su último fichaje en la grada a la espera de su primera oportunidad. Todo salió fenomenal en esta apertura del campeonato liguero, superando a un rival que se había atragantado en los dos últimos años, con dos debuts afortunados, sobre todo el de Seferovic con su primer gol con la camiseta txuri urdin, y con los jugadores decisivos enchufados desde el arranque, como Iñigo, Vela y Chory Castro. Y con debut de un canterano. ¿Ilusión? Toda la del mundo antes de la previa de Champions.
Jagoba prometió un once competitivo y, antes del partido, eso era lo que parecía. Pensar en sorpresas en sus elecciones con tantas dudas como había y sacar conclusiones con esta primera elección parece precipitado, pero el grupo escogido deja más de un mensaje a analizar. Ansotegi por delante de Cadamuro; el doble pivote Elustondo-Pardo, el más usado durante la pretemporada, eje de un 4-2-3-1; Granero, el descartado, lógico tras un único entrenamiento con el equipo, ya que su presencia sólo podía entenderse si los tocados no estaban en forma; y que Griezmann y Prieto empezaran en el banquillo evidenció que el partido del martes también estaba ya en la mente del nuevo técnico txuri urdin. Una hora antes del partido, no parecían malas decisiones para empezar. Y pasados los primeros minutos de tanteo, en los que sí hubo algunos desajustes y el habitual ritmo que se espera de un partido a mediados de agosto, la Real comenzó a funcionar como lo que es, un equipo muy bien engrasado que no echó en falta a los ausentes y a los que no quisieron estar aquí.
Las dudas vinieron, además, de las dos zonas sensibles. Ansotegi estuve cerca de perder un balón ante Colunga en una jugada que no tuvo consecuencias y Elustondo fue el que más tardó en entrar en el partido, defendiendo a sus rivales dando demasiada distancia. En el primer cuarto de hora, Real y Getafe intercambiaron llegadas sin demasiado peligro, y no fue hasta el cuarto de hora cuando el equipo txuri urdin se entonó de verdad. Fue con una espléndida jugada que Chory envío al larguero, tras recibir un balón que Seferovic aguantó de espaldas y que Moya tocó antes de que la madera de su portería lo repeliera con violencia. Ahí arrancó la primera buena fase de la Real en la primera parte, en la que sus jugadas de ataque se asemejaban mucho a las que mostró el año pasado en sus mejores días. Con Pardo ya enchufado plenamente y moviendo el balón a placer, Chory jugando, centrando y compenetrándose con De la Bella y Seferovic por todas partes, todo llegaba hasta el área del Getafe, aunque no acompañó la fortuna para abrir el marcador.
El árbitro, el debutante Martínez Munuera, fue quien más hizo para rebajar la primera avalancha txuri urdin, señalando un par de faltas en contra incomprensibles, perdonando alguna tarjeta al Getafe (la de Varela, derribando sin balón a Zurutuza fue de escándalo) y, sobre todo, dando un saque de banda a los azulones en una jugada en la que Chory quedó lastimado por la entrada de un rival. Pero la Real recuperó pronto el tono y empezó a generar fútbol y ocasiones. Como acostumbraba el año pasado. Como se espera de ella. Chory la tuvo, Seferovic también, Pardo demostró su gran llegada al área aunque su disparo se marchara fuera. El premio al sensacional tramo final de la primera mitad llegó en el minuto 42, cuando Vela culminó de forma inmejorable, con una hermosa vaselina picada por encima de Moyá, una gran jugada que había iniciado Seferovic desde la derecha y que Chory Castro había mejorado con una asistencia al primer toque. Sí, un gol idéntico a algunos de los que se vieron la pasada temporada, incluso con algunos nombres diferentes. No el de Vela, goleador desde el principio. Magnífica noticia.
Con el arranque de la segunda mitad, el Getafe quiso estirar líneas y a la Real le tocó defender más. Y lo hizo francamente bien porque, incluso con bajas, sabe hacerlo. Ansotegi suplió con total garantía la ausencia de Mikel González e Iñigo sencillamente completó un partidazo. Elustondo, una figura sobre la que se centra muchas miradas esta temporada estuvo más que correcto, robó muchos balones y ocupó bien el campo, incluso incrustándose entre los centrales cuando era necesario, aunque también perdiera alguna pelota sensible. A Zurutuza y Pardo se les hizo más largo el partido, y por eso fueron los dos primeros cambios de Jagoba, que aplicó sensatez a sus decisiones durante el partido, con los que entraron y con los que salieron. En realidad, estaba tan bien colocada la Real que el Getafe, aún dominando la pelota, apenas fue capaz de crear peligro sobre la portería de Bravo. Sólo una ocasión de gol verdaderamente clara, en los pies de Diego Castro, aunque mandó el balón a las nubes por la presión de Iñigo y Bravo en su salida. Era el minuto 69 y sí era cierto que la Real no había cerrado el partido. Lo hizo un minuto después, con una delicatessen de Seferovic, picando ante la salida de Moyá desde la parte izquierda del área un buen balón de Vela.
A partir de ahí, la Real ya controló el partido con comodidad, mucho más con la entrada en el campo de Xabi Prieto, Ros y Gaztañaga (primer debutante del Sanse desde Pardo, el primero de la era Arrasate), dejando aire para ver con detalle la defensa en zona de la estrategia que plantea el técnico txuri urdin y que hoy, en su primera tentativa, se mostró solvente ante las muchas faltas y córners que el Getafe colgó sobre el área de Bravo. O disfrutando con la aportación de Ros, jugador marginado el año pasado con Montanier y que cubrió campo e incluso se atrevió a disparar a portería desde lejos. Vela pudo aumentar el marcador en dos ocasiones, la primera buscando la escuadra después de una dejada de Xabi Prieto y la segunda intentando una vaselina que no funcionó porque el balón le cayó a su pierna derecha y porque nunca pareció saber dónde estaba exactamente la portería. El Getafe sólo pareció acercarse a balón parado y sin demasiado peligro real. Hubiera sido injusto que el marcador no reflejara la clara superioridad sobre el césped de uno de los dos equipos, la Real.
Primera victoria de la temporada. |
Se acumulan las buenas noticias en este partido. Los dos puntos más cuestionados antes del partido, los sustitutos del lesionado Mikel González y del huido Illarramendi, encontraron una respuesta más que interesante en la Real de Jagoba. Sobre todo lo segundo es capital. El fútbol ofensivo de la Real encontró hoy su caudal, como tantas veces el año pasado, e incluso los hoy suplentes mostraron condiciones para tener minutos en el equipo. La victoria fue fácil ante un equipo que desesperó a la Real en sus últimos cuatro enfrentamientos. La dinamita en ataque no sólo sigue intacta sino que parece haber crecido con la imparable movilidad que aporta Seferovic, un delantero con una pinta extraordinaria, y el acierto inagotable de Vela. Chory demostró que, a pesar de que Grierzmann tiene una etiqueta de titular indiscutible, está para jugar más que el año pasado. Los laterales siguen subiendo como si no hubiera un mañana. Pardo ya ha empezado a ser el líder del equipo y mejorará con continuidad. Y con todo lo que hoy no tenía sobre el césped, ha ganado con rotunda claridad. Esta Real tiene buena pinta desde el primer día. Ni rodajes, ni dudas. Ahora, Europa. Pero con tres puntos y esta imagen se va mucho más tranquilo.
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