miércoles, noviembre 26, 2014

La insostenible e inexplicada situación de Estrada

Dani Estrada,  foto oficial de la 2014-2015.
En su primera convocatoria como entrenador de la Real, David Moyes decidió llevarse a La Coruña a 19 jugadores, todos los disponibles de la primera plantilla más Hervías, ya parte de la misma desde hace algunas semanas. Entre esos 19 futbolistas estaba Dani Estrada, que realizaba así su primer desplazamiento de la temporada. Poco antes del partido, la Real comunicó que Estrada era, precisamente, el único de los 19 que no se iba a vestir de corto. Era el descartado, una condición que lleva meses luciendo y que no deja de ser una muestra de la insostenible e inexplicada situación del jugador. Lo insostenible es bastante fácil de entender: la Real tiene en nómina a un futbolista que no alinea y ni siquiera convoca desde hace más de un año. No es ya que no juege desde el 24 de septiembre de 2013, cuando fue titular en la derrota de la Real en el Camp Nou por 4-1 de la sexta jornada de la pasada Liga, es que ni siquiera se ha sentado en el banquillo ni una sola vez.

Lo inexplicado de este tema es lo peliagudo. Se hada dado por hecho, aunque en realidad nadie desde el club haya ofrecido un relato firme y didáctico, que a Estrada se le ofreció la renovación porque la lesión que le tuvo varios meses alejado de los terrenos de juego fue culpa de un mal diagnóstico. Dos meses después de que tuviera que retirarse del Camp Nou, donde forzó para jugar ante la ausencia también por lesión de Carlos Martínez (otra pregunta quisquillosa sería por qué no se confió entonces en Zaldua, como sí se hizo no mucho tiempo después), los servicios médicos de la Real emitieron un parte en que hablaban de "dolor y limitación del rendimiento físico y deportivo como consecuencia de una lesión en su pie izquierdo" que se produjo en julio, de la que obtuvo en alta en agosto y de la que recayó en el mencionado partido en Barcelona. Se optó entonces por un tratamiento conservador. Estrada está en condiciones de jugar desde enero, pero aún así no llegó a entrar en convocatoria alguna en la temporada pasada.

Con apenas cinco partidos oficiales disputados en la campaña 2013-2014, tres de ellos en Liga y dos en Champions League, y la irrupción de Zaldua en el lateral derecho para competir con Carlos Martínez, muy pocos podían imaginar que la Real le ofreciera a Estrada la renovación de su contrato, que finalizaba en junio de este año. Pero se le ofreció y el jugador la firmó. Si este nuevo contrato fue o no una compensación al jugador por un diagnóstico erróneo de su lesión, como una oportunidad de mantener en la primera línea del fútbol profesional para que esa situación no le lastrara a la hora de buscar un nuevo equipo, es algo que efectivamente quedó en el aire. Sí se barajó en público como la opción más probable que este nuevo contrato no tuviera más intención que la de buscarle una cesión. Aunque al anunciar su renovación, Estrada dijo que tenía ganas de empezar de cero para buscar su hueco en la Real, era obvio entonces y lo es ahora que no tiene ninguno.

Loren, director deportivo del club y que a falta de otras explicaciones ha de verse como el máximo responsable de este asunto, dijo entonces que "si el entrenador se decide por otros jugadores, se buscará una solución que satisfaga a todos". La pregunta es, por tanto, quién puede estar satisfecho en estos momentos con la situación de Estrada. El club está pagando a un jugador al que no saca ningún rendimiento deporitvo. La dirección deportiva ha renovado a un jugador con el que no contaba el entrenador que comenzó la temporada ni tampoco parece que vaya a contar para su sustituto. Y el jugador vive semana tras semana la humillación de ser el único descartado claro, salvo que haya una plaga de lesiones que invite a sentarle en el banquillo. Y sus representantes, Bahía Internacional (que llevan también a Zurutuza y Markel, y han movido mucho dinero con jugadores como Illarramendi, Fernando Torres o Javi Martínez), no parecen capaces de encontrarle un equipo en el que jugar.

Y de este problema, porque es en lo que por desgracia se ha convertido Dani Estrada para la Real, sigue sin haber explicaciones. ¿Qué le ha dicho el club a David Moyes sobre él? ¿Y que le dijo el club al propio futbolista el pasado verano? ¿Se le va a buscar una salida ya en diciembre? Puede que no se sienta como algo urgente puesto que es un jugador que no molesta, que no va a levantar la voz y que seguramente se mostrará más agradecido por esta renovación que casi parece una limosna que inquieto por no tener la posibilidad de demostrar a otros clubes, de la división que sea, que sigue siendo un futbolista profesional. Pero el tema añade más dudas sobre el oscurantismo con el que se informa de las lesiones en la Real desde hace ya bastante tiempo, no es un buen mensaje para la cantera, y acaba siendo algo triste que este sea el humillante final que le espera a un jugador, mejor o peor a ojos de cada aficionado, que lleva siete temporadas en el primer equipo y que ha jugado 152 partidos con la camiseta txuri urdin y 66 con la del Sanse. Muy triste, en realidad.

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