Merino y Aritz, en el encuentro de la pasada temporada. |
Poco margen para la sorpresa y solo un cambio en la convocatoria con respecto al grupo que Imanol se llevó al Santiago Bernabéu. Y el cambio es, en principio, por obligación. Zurutuza se queda fuera por cuestiones físicas y vuelve a una lista, por fin, Barrenetxea, que sigue buscando recuperar el hueco que supo hacerse en el tramo final de la pasada temporada y que invitaba a pensar que tendría un papel mucho más protagonista de lo que está teniendo en la presente campaña. Zuru se une así a Illarramendi en la lista de bajas, en una enfermería muy vacía afortunadamente, lo que sigue obligando al técnico realista a decidir un número muy amplio de descartes jornada tras jornada, cuatro en esta ocasión. No hay sorpresas, no obstante, en la lista de los que verán el partido desde la grada. Pardo y Sagnan siguen siendo jugadores sin un papel en esta plantilla. Gorosabel y Sangalli, aunque sí han dado relevos a Zaldua y a Odegaard en algún partido, siguen formando parte del grupo de los jugadores menos utilizados.
No parece que haya muchos motivos para que el once inicial ante el Eibar incluya demasiadas novedades con respecto a lo que Imanol viene enseñando en las últimas jornadas, pero el tono elogioso que dedicó al conjunto armero en la rueda de prensa previa al encuentro hace pensar que puede haber sorpresas. Si no las hay, Remiro repetirá bajo palos, Zaldua, Monreal, Aritz y Llorente formarán la defensa, con Zubeldia, Merino y Odegaard en el centro del campo, y Portu, Oyarzabal y Willian José en la punta de ataque. Puestos a imaginar una sorpresa, quizá Guevara vuelva a tener una oportunidad en el centro del campo en un nuevo encuentro en Anoeta, e incluso Isak sigue pidiendo a gritos más minutos, aunque esto parece menos probable. Más papeletas para el banquillo parecen tener Moyá, Le Normand, Aihen Muñoz, Januzaj y Barrenetxea.
A pesar de los últimos resultados adversos, la Real sigue en zona europea. Al comienzo de la jornada es sexta con 23 puntos, los mismos que el quinto, el Athletic, y con dos puntos de desventaja con respecto a la Champions y por encima el séptimo clasificado. El Eibar, por su parte, es decimosexto con quince puntos, con una ventaja de tres con respecto a la zona de descenso. La Real ha pinchado en la mitad de los seis partidos que ha jugado en casa, incluyendo los dos últimos, la derrota ante el Levante y el empate contra el Leganés, y solo ha sumado una victoria en las cuatro últimas jornadas, curiosamente la que le aupó al coliderato provisional, a la espera del Barcelona - Real Madrid pendiente. El Eibar, que viene de dos derrotas consecutivas, solo ha ganado un partido lejos de Ipurúa, 1-2 en Leganés, pero ha empatado los mismos que ha perdido, tres. Es decir, suma en más de la mitad de sus desplazamientos.
Que el Eibar nunca haya ganado en Anoeta, ni en Primera ni en Segunda esconde sin embargo una estadística que resulta preocupante para el equipo txuri urdin, y es que los armeros han puntuado en la mitad de los encuentros que han disputado en la máxima categoría y en todos los que han tenido lugar en la división de plata. En Primera, cuatro encuentros, con dos victorias de la Real y dos empates. El triunfo realista más holgado es el 3-1 de la temporada 2017-2018, con goles de Willian José, Januzaj y Oyarzabal, en el único día en el que la Real ha marcado más de dos goles ante su vecino guipuzcoano. Para completar el cuadro estadístico, en Segunda han sido dos partidos, y ambos acabaron en empate, a uno en la temporada 2007-2008 y a cero en la 2008-2009.
La pasada temporada, la 2018-2019, el resultado fue de empate, y eso que la Real protagonizó el mejor arranque que un partido puede tener. A los 12 segundos de juego, Juanmi adelantó al conjunto txuri urdin, concluyendo una preciosa jugada que se convirtió en el sexto gol más rápido de la historia de la Liga desde que se pueden medir estos datos. Pero la Real fue totalmente superada por el Eibar en todo menos en el marcador. El palo salvó a Rulli y a sus compañeros hasta en dos ocasiones, ya en la segunda mitad. Y el empate llegó, de manera dolorosa, en los minutos finales del partido, con una falta directa que convirtió Jordán en el minuto 85. El partido concluyó con ese 1-1, a pesar de que Oyarzabal marcó después en una jugada anulada por fuera de juego.
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