Celebrando el 0-2 en el Bernabéu de la pasada Liga. |
Al margen de la polémica designación después retirada de González González como colegiado del encuentro, que tiene tantos matices de sospecha y que ha animado el ambiente durante este parón de selecciones, la noticia llega en la convocatoria de la Real: vuelve Odegaard y Merino está recuperado de su problema en el hombro, con lo que Imanol podrá poner sobre el césped a dos de los jugadores que más diferencias están marcando esta temporada. De esta manera, en la enfermería solo queda Illarramendi, lo que obliga al técnico realista a realizar nada menos que cinco descartes. Tres de ellos no son ninguna sorpresa, el apartado Pardo, el todavía no utilizado Sagnan y el más que habitual Gorosabel. Para las otras dos plazas, Imanol ha decidido dejar en tierra a Barrentxea y Sangalli, que incluso contaba con opciones de jugar si Merino no se hubiera recuperado.
El once que Imanol desplegará por tanto en el Bernabéu, tendría que parecerse mucho a lo que el preparador txuri urdin podría considerar su equipo tipo y no se esperan grandes sorpresas en la puesta en escena de la Real en el Bernabéu, al menos en cuanto a nombres. En principio Remiro jugará, lo que supondrá una buena prueba de nivel, con una defensa en la que Zaldua y Monreal serán los laterales y la duda está en el central que acompañará a Llorente, con más papeletas para Aritz Elustondo que para Le Normand. Por delante, Zubeldia, Merino y Odegaard formarán el centro del campo. Y sería toda una sorpresa que los tres en punta no fueran Oyarzabal, Portu y Willian José. De esta manera, para el banquillo quedarían Moyá, el central descartado del once, Aihen Muñoz, Guevara, Zurutza, Januzaj e Isak.
La Real, tras el empate de la pasada jornada, quedó relegada a la quinta posición, pero está a solo dos puntos de los colíderes, Real Madrid y Barcelona, que tienen todavía por jugar el partido que les enfrenta, y a uno de los equipos que le precedente en la tabla, el Sevilla y el Atlético de Madrid. Por detrás, la Real tiene una ventaja de tres puntos sobre nada menos que los cuatro equipos que suman 20. Los de Imanol suman 23 puntos y diez de los últimos quince puntos en juego. Ahora mismo es el mejor equipo visitante de la Liga, ha sumado trece de 21 puntos posible, ha ganado cuatro de sus siete partidos lejos de Anoeta y solo ha perdido en San Mamés (2-0), en el único partido de la Liga en el que se ha quedado sin marcar, y Sánchez Pizjuán (3-2). El Real Madrid aún no ha perdido en casa, pero ya ha dejado escapar dos empates, a cero ante el Betis y a uno contra el Valladolid. Los blancos, no obstante, suman tres jornadas consecutivas sin encajar un solo gol.
No hay un escenario más negativo para la Real Sociedad que el feudo madridista. Ha jugado allí en 72 ocasiones, por supuesto siempre en Primera División, y solo cuatro acabaron con victoria txuri urdin, no logró vencer allí en Liga hasta los años 90 del pasado siglo, y 16 en empate. El Real Madrid ha ganado nada menos que los 52 restantes y, hasta la pasada temporada, sumaba nueve victorias consecutivas. La Real logró su más holgado triunfo en la temporada 2003-2004, 1-4 con dos goles de Xabi Prieto, uno de penalti, Kovacevic y De Paula. Ese triunfo de la Real supuso la última de las cinco veces que el conjunto realista logró sumar dos temporadas consecutivas en el Santiago Bernábeu. El 9-1 de la campaña 1968-1969 es la peor derrota en Madrid y de la historia de la Real en la Liga.
La pasada temporada, la 2018-2019, la Real saboreó las mieles del triunfo en plena tarde de Reyes y en el segundo debut de Imanol como técnico txuri urdin. El partido comenzó de manera inmejorable. A los tres minutos de partidos, Willian José hacía el 0-1 de penalti, fuerte, al centro y arriba, tras derribar Casemiro de una manera un tanto incomprensible a Merino. Rulli y una buena defensa sostuvieron a la Real en los habituales minutos de agobio del Madrid. El partido se puso aún más de cara con la expulsión de Lucas Vázquez por doble amarilla. La polémica salpicó el encuentro con una salida de Rulli a los pies de Vinicus que el mundo entero proclamó como penalti pero que ni el VAR ni la realidad sancionaron, ya que el meta argentina roza el balón con la punta de sus dedos. Tras alguna contra en la que la Real pudo matar el partido, la sentencia llegó en el minuto 82, con Willian José asistiendo a Pardo para que este rematara de cabeza el 0-2 definitivo.
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