Imanol Alguacil, en su estreno con la Real, en Ipurúa. |
El salto del filial a los mayores fue directo para cinco entrenadores, incluyendo ya a Imanol. Perico Torres fue el primero en protagonizarlo, entrenó al filial entre 1958 y 1962, llevando al filial a Segunda División, y al comienzo de la temporada 1962-1963 pasó al primer equipo. Gonzalo Arconada también dio ese salto sin salir del club. Entrenó al filial cinco años, hasta enero de 2006, cuando sustituyó de manera efímera a José María Amorrortu. Se da la circunstancia de que Arconada es el único que puede presumir de haber entrenado a Real, Sanse y Real femenina, cargo que ocupa en la actualidad. José Ramón Eizmendi también fue solución de emergencia, también fue protagonista de un breve paso por el primer equipo y también fue cesado, en la temporada 2007-2008. Se hizo con el banquillo tras la dimisión de Chris Coleman y dejó su puesto a Juanma Lillo, aunque en su caso volvió al Sanse cuando dejó el banquillo del primer equipo. Finalmente, Asier Santana solo entrenó un partido, la victoria ante el Atlético de Madrid en la temporada 2014-2015, como nexo entre Jagoba Arrasate y David Moyes, pero su salto fuer directo y después se convirtió en el segundo entrenador del escocés primero y de Eusebio después.
Los otros cuatro llegaron a la Real saliendo del club tras dirigir a su filial. Joseba Elizondo fue el primer entrenador del Sanse, pero para llegar a la Real, donde logró la importante permanencia en la promoción jugada en 1960 contra el Córdoba, tuvo que pasar antes por el Real Unión. El siguiente en seguir un camino no consecutivo entre el Sanse y la Real fue el mítico Javier Expósito, figura clave en la historia de la cantera realista, entrenador del Sanse durante las dos décadas en las que se forjó el equipo campeón, y que en 1982 dejó ese banquillo. Al de la Real no llegó, aunque fuera de manera provisional, hasta 1991, y entonces logró la mítica primera victoria en Liga en el Santiago Bernabéu. Salva Iriarte hizo un cursillo más amplio, entrenando al Sanse cuatro años, pasando a ser el segundo de Marco Antonio Boronat en 1989, siéndolo también de John Toshack y ocupando el puesto del galés ya en 1994. Tras ser cesado, también volvió al Sanse posteriormente. Periko Alonso dirigió al Sanse en el salto a los años 90, se marchó a ocupar los banquillos de Beasain, Eibar y Hércules y acabó como solución de emergencia en la Real cuando se cesó a Javier Clemente, en el año 2000. Tan mal le fue y tan desencantado acabó, que decidió retirarse de los banquillos.
Es verdad, y así hay que decirlo también, que a este recurso continuo no han seguido largas carreras al frente del primer equipo. El que más partidos ocupó el banquillo realista fue Iriarte, que estuvo 41 partidos y es ahora mismo el vigesimosegundo técnico con más encuentros dirigidos. El que menos, obviamente, Santana, que solo estuvo en un encuentro. Si todo va según lo previsto e Imanol dirige a la Real hasta el final de la Liga sumará nueve encuentros como su técnico y superará los ocho de Arconada y tendrá que esperar a una oportunidad futura para superar los nueve de los diez de Periko Alonso y los once de Eizmendi.
Los entrenadores del Sanse que no han llegado a entrenar a la Real fueron Rafael Mendiluce, Mikel Etxarri, Inaxio Kortabarria, Roberto López Ufarte, Iñaki Eskibel, Imanol Idiákez, Meho Kodro y Luki Uriarte.
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