Imanol, en el encuentro ante Las Palmas. |
El primero, la portería a cero en los tres primeros encuentros. Cero goles encajados ante Eibar, Girona y Las Palmas. Tan histórico es que solo un entrenador de la Real podía presumir hasta ahora de haberlo conseguido en Primera en sus tres primeros encuentros en el equipo. Fue Ángel Segurola, que cogió el banquillo txuri urdin al comienzo de la temporada 1970-1971, en una etapa en la que se estaba empezando a consolidar la permanencia más extensa en Primera y a construir desde abajo los cimientos del equipo campeón de los 80. La Real arrancó entonces aquella Liga empatando a cero en Sabadell, ganando en Atocha al Elche por 2-0 y sumando una nueva igualada sin goles en Sarriá ante el Espanyol.
Eso sí, la marca de la Real de Segurola parece francamente difícil de batir en nuestros días, pues no encajó su primer gol hasta los 550 minutos de Liga, en el minuto 10 de la séptima jornada del campeonato. Vicente, del Granada, ponía en ese momento el primero de los dos goles que supusieron la primera derrota de la Real en el campeonato en el primer día en el que vio su portería perforada. Antes de eso, los de Segurola lograron dos empates a cero más, ante el Real Madrid en Atocha y en el Luis Casanova ante el Valencia, y ganaron al Sevilla por 1-0, hasta llegar a esos 550 minutos sin goles en contra. Para superar esa marca, la Real de Imanol deberá aguantar su portería a cero ante Atlético de Madrid y Athletic en Anoeta y Málaga y más de diez minutos ante el Sevilla como visitante.
El segundo registro que hace histórico este arranque del nuevo y en teoría por ahora efímero técnico realista es el número de puntos sumados. La Real de Imanol ha logrado siete de los nueve puntos en juego, el máximo histórico en este club, puesto que ninguno de sus entrenadores consiguió ganar sus tres primeros partidos en el equipo realista en Primera División. Y esos siete puntos son algo que solo había conseguido la Real con un nuevo entrenador en el banquillo y en la máxima categoría del fútbol español en tres ocasiones anteriores.
Lo hizo Benito Díaz en el arranque histórico del campeonato liguero, en la temporada 1928-1929, empatando en Atocha contra el Athletic, ganando 0-3 en el Metropolitano al Atlético y superando en San Sebastián al Barcelona por el mismo marcador. Lo repitió Roberto Olabe, el flamante nuevo director deportivo de la Real, cuando le dieron el equipo en la 2001-2002, tras el cese de John Toshack, ganando 1-0 al Espanyol en Anoeta, 0-2 al Mallorca en su estadio, y empatando en casa a uno con el Deportivo. Hasta Imanol, Olabe era el único que lo había conseguido tras un cese previo, cogiendo el equipo mediada la temporada. El último en lograr siete puntos de nueve posibles en su debut fue el siguiente técnico, Raynald Denoueix, ganando 4-2 al Athletic en Anoeta y 1-3 al Espanyol en el Lluís Companys y empatando a tres en Donostia ante el Betis.
Y se puede añadir un detalle más a tener en cuenta para entender la importancia de estos números, la diferencia de goles. La Real de Imanol tiene un claro 6-0. Para empezar, es solo el segundo de los seis últimos técnicos realistas que logran un saldo goleador favorable, el anterior fue Jagoba Arrasate (4-3 en el arranque de la temporada 2013-2014). Pero, sobre todo, el que ha logrado es el mejor saldo de la historia. Solo en una ocasión se había vivido un +6 en los tres primeros partidos de un técnico en la Real, el 7-1 de la mencionada campaña 1928-1929 bajo el mando del mítico Benito Díaz. Casi nada.
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