Velka jugó en punta la pasada campaña en El Madrigal. |
Y para afrontar este delicado encuentro, muchas noticias en la convocatoria de Eusebio, la tercera y última de la semana. La principal, que Jonathas, después de escuchar silbidos de la afición en Anoeta, no entra en la convocatoria, pero con motivos físicos, uniéndose a las bajas ya conocidas, las de Carlos Martínez, Canales y Agirretxe. Y al mismo tiempo, es igualmente importante la inclusión de Bautista, que podría tener por fin su bautismo de fuego en el primer equipo. Tampoco estará el todavía inédito Raúl Navas. Como estaba ya previsto, Illarramendi y Yuri vuelven al grupo después de la jornada de descanso que les dio el técnico realista, y también lo hace Rulli tras cumplir ante el Getafe un partido de sanción, lo que hace que Bardají se caiga de la lista de los 18 elegidos. Y también se puede considerar una sorpresa quienes se quedan fuera de entre los componentes de la primera plantilla: De la Bella, que fue de largo el mejor en el nefasto partido ante el Getafe, y Granero, que al menos rozó el gol en los minutos finales que jugó.
Con los antecedentes que ha habido en semanas de tres partidos, y con el añadido de la lamentable actuación de la pasada jornada, es difícil aventurar algunos de los planes de Eusebio. Rulli, obviamente, volverá a ocupar la portería realista, y sería muy sorprendente que la defensa no la formaran Elustondo y Yuri en los laterales e Iñigo Martínez y Diego Reyes en el centro. En el centro del campo, el único seguro es Illarramendi. Markel probablemente estará junto a él, y el tercer puesto se lo jugarían entre Zurutuza, Pardo y Xabi Prieto, con más opciones para el primero. El capitán, no obstante, podría formar en la línea de ataque junto a Vela y Oyarzabal, que serían los dos jugadores más adelantados. Parece menos probable que Eusebio le dé la titularidad a Bruma. En el banquillo estarán con seguridad Oier Olazabal, Zaldua, Mikel González, Héctor y Bautista.
Con sus dos derrotas consecutivas, la Real se quedó en la décima posición, sumando 41 puntos. La séptima plaza se ha alejado a unos imposibles ocho puntos con sólo doce por jugar, y el descenso se ve a nueve. Es decir, un aburrido final de temporada al que los realistas, hasta ahora, han renunciado tras vencer al Barcelona. Los números del equipo txuri urdin como visitante no son malos en absoluto, sólo siete equipos han sumado más puntos que los 18 que ha logrado lejos de Anoeta, gracias a cinco victorias y tres empates en 17 encuentros. El Villarreal, aunque ha perdido sus dos últimos partidos ligueros ante Rayo y Real Madrid, ambos fuera, responde con sus actuaciones en casa a lo que refleja la clasificación. Es cuarto con 60 puntos, cuatro más que el Athletic y en su campo ha sumado 39. El Madrigal, donde cayeron Real Madrid y Atlético y el Barcelona apenas pudo empatar, sólo ha visto dos derrotas de los suyos, 1-2 ante el Celta y 0-1 ante Las Palmas.
La Real ha visitado el campo del Villarreal en partido de Liga en doce ocasiones, siempre en Primera División, y el balance es bastante positivo, ya que ha conseguido puntuar en más de la mitad de dichos encuentros. El equipo txuri urdin ha logrado en tierras castellonenses tres victorias y cuatro empates, con cinco triunfos del conjunto local para completar la estadística. La victoria más holgada de la Real fue el 1-3 de la temporada 2000-2001, con tantos de López Rekarte, Tayfun e Idiakez, una victoria clave para conseguir la permanencia aquel año. La mayor goleada lograda por el Villarreal, en cambio, fue el 5-1 de la 2013-2014. De la actual plantilla de la Real, sólo Agirretxe ha marcado un gol en El Madrigal con la camiseta txuri urdin, precisamente en ese 5-1. Los realistas acumulan dos goleadas seguidas en este campo, con un parcial de 9-1.
Para llegar a ese marcador global hay que sumar el 4-0 de la última visita, la pasada campaña, la 2014-2015. Y eso que el equipo de David Moyes no comenzó mal el encuentro. Pero acusó demasiado el mal partido de su centro del campo, donde apenas se salvó Granero, y la desconexión absoluta de un Vela que jugó en punta por la lesión de Agirretxe. Viendo el mal partido realista, lo sorprendente es que los cuatro goles del Villarreal no llegaran hasta la segunda mitad. Fue entonces cuando en poco más de veinte minutos la Real fue aplastada. Bruno hizo el 1-0 de falta directa. Diez minutos después, Cheryshev hizo el segundo. Y Moi Gómez hizo los dos restantes, el primero culminando una buena contra y el segundo, el que cerró la cuenta del Villarreal, tras una cantada de Zubikarai. Incluso pudieron caer más goles, pero el 4-0 ya fue prueba suficiente de cómo fue el partido.
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