viernes, abril 11, 2014

PREVIA Celta - Real Sociedad. El último empujón

Iñigo Martínez, en el partido de la temporada pasada.
La Real afronta el partido en Vigo (sábado, 16.00 horas, Balaídos, Canal + Liga, Gol TV) con la necesidad de darle el último empujón a la temporada para certificar cuanto antes la clasificación europea, aunque sus últimos resultados, ante equipos de la parte baja de la tabla como el Rayo o el Almería o de la zona noble como el Real Madrid, hayan convertido en un objetivo casi imposible luchar hasta el final por la cuarta plaza. La imagen que transmite la Real es la de un equipo desgastado y eso puede afear el resultado de la campaña si ese último empujón no llega. No parece que la plaza europea esté en peligro, sobre todo porque la amenaza más cercana, el Valencia, tiene ya más opciones de lograr el premio a través de la Europa League que de la competición doméstica, y ya sólo queda saber cuál será la posición final de la Real, si tiene que disputar alguna ronda previa en agosto y cuántas, porque eso sí que está en juego, aunque parezca que la quinta, la sexta o la séptima plaza tienen el mismo premio europeo. Y para ello, nada mejor que ganar y hacerlo con una buena imagen, la que el equipo ha dejado de ofrecer en las últimas semanas.

La convocatoria para viajar a Vigo ha deparado una de las noticias más esperadas por el aficionado txuri urdin: el regreso al grupo de Granero tras la gravísima lesión de rodilla que se produjo en el primer partido de la fase de grupos de la Champions League, en septiembre del año pasado. Ocupa el puesto de Ros, un jugador con el que Jagoba Arrasate ya contaba poco y que ya no cuenta nada más que para rellenar el número de 18 en alguna lista desde que se superaron los cuartos de final de la Copa del Rey. Hay un segundo cambio en la convocatoria ofrecida por el técnico txuri urdin con respecto al grupo que hizo frente al partido en Anoeta contra el Real Madrid, y es el regreso de Zaldua, que ocupa el lugar de Ansotegi. Eso quiere decir que en esta ocasión no habrá un central de recambio en el banquillo. José Ángel recuperado de la lesión que sufrió ante el Madrid, está entre los 18. Se quedan fuera, además de los mencionados Ansotegi y Ros, Estrada y los todavía no recuperados De la Bella y Xabi Prieto.

En la retaguardia del equipo sólo hay una duda, el ocupante del lateral derecho. Con Bravo en la portería, Mikel González e Iñigo Martínez en el centro y José Ángel en la izquierda, sólo falta por saber si Carlos Martínez seguirá en el once o si la banda diestra la ocupa Zaldua. Markel es seguro en el centro del campo, y parece que la opción más probable para completarlo es que Pardo recupere la titularidad y que Canales la mantenga. En el ataque, ya sin necesidad de rotaciones para enfilar el último mes y medio de competición, da la impresión de que jugarán Griezmann, Vela y Agirretxe, recuperando el dibujo más habitual que se abandonó en el choque contra el Real Madrid. De ser esos los planes de Arrasate, el banquillo lo completarían Zubikarai, Elustondo, Zurutuza, Granero, Chory Castro y Seferovic, aunque en el centro del campo las posibilidades son muchas y ninguna es descartable a tenor de lo visto en los partidos anteriores.

Con 50 puntos, la Real arranca la trigésimo tercera jornada en la sexta posición, tres puntos por debajo del Sevilla, uno por encima del Villarreal y con nueve de ventaja sobre el octavo, el Valencia, el primero que se quedaría fuera de Europa ahora mismo. El Celta es decimotercero, con 36 puntos y un colchón de cinco sobre la zona de descenso. El equipo txuri urdin necesita imperiosamente mejorar sus números como visitante, puesto que ahora mismo es el décimo equipo de la Liga en ese aspecto. Sólo suma un punto en las últimas tres salidas y cuatro de los últimos quince en juego, además de ser el quinto que más goles ha encajado lejos de su estadio. Los realistas apenas han sumado una victoria en los cuatro últimos partidos ligueros. El equipo vigués ha conseguido tantos puntos en casa como a domicilio, aunque ha sumado menos victorias en Balaídos, sólo cuatro en dieciséis partidos, que lejos de su feudo. Con su última victoria en casa, ante el Sevilla por 1-0, el Celta rompió una racha de cuatro partidos sin ganar como local, y en general ha sumado sólo siete de los últimos 24 puntos en juego.

La historia está claramente del lado del Celta y convierte Vigo en una plaza compleja para la Real, que sólo ha ganado allí en once de las 50 veces que ha jugado un partido de Liga. De ellos, 41 han sido choques de Primera División, con 23 victorias para el equipo vigués, nueve para el donostiarra y otros nueve empates. La mayor goleada realista es el 2-5 de la temporada 2003-2004, con goles de Kovacevic, Milosevic en propia puerta, Xabi Alonso y dos de Nihat que sirvieron para que se cesara a Lotina como técnico del Celta. El equipo gallego nunca ha podido superar el 6-1 que logró ante la Real en su primer enfrentamiento, en la temporada 1941-1942. Completan el cuadro estadístico nueve duelos en Segunda División, con dos victorias para la Real, cuatro para el Celta y tres empates. Eso sí, contando entre Primera y Segunda , la Real sólo ha perdido en una de las últimas siete visitas a Balaídos, ganando dos y empatando el resto, y no encaja más de un gol precisamente desde aquel partido de la 2003-2004. Balaídos siempre será el campo en el que se escapó el merecido título de Liga de la campaña 2002-2003, con aquella derrota por 3-2.

En el Celta - Real Sociedad de la pasada temporada, la 2012-2013, el equipo de Montanier perdió una espléndida ocasión de sacar los tres puntos de Balaídos. La Real no afrontó el partido con la concentración necesaria y dejó al Celta el manejo en el centro del campo, con Elustondo como parche ante las bajas en el centro de la defensa. Krohn-Deli aprovechó la debilidad defensiva de la Real para adelantar al Celta pasada la media hora de la primera mitad. Nada más comenzar la segunda, Augusto Fernández dejó a su equipo con diez por una mano absurda. La Real se conformó con empatar, con un gol de cabeza de Elustondo a la salida de un córner y ni contra diez buscó con decisión la victoria, sin llegar a forzar ni una sola ocasión de gol de ahí al final. En la primera vuelta de la presente temporada, la 2013-2014, Carlos Vela hizo historia al anotar cuatro goles ante el Celta. Los goles del mexicano sirvieron para dar la vuelta al 1-3 que campeaba en el marcador de Anoeta a falta de 30 minutos para el final, pero una Real arrolladora consiguió una victoria de fe que, en realidad y por fútbol, debió llegar antes y con menos tintes épicos.

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