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No pudo ser. La Real, subcampeona. |
No hay manera de que la Real se saque de encima la maldición de la Copa. Por cuarto año consecutivo, las neskak se han quedado a las puertas de la gloria y han perdido la final de esta competición. Sufrió primero en dos ocasiones el dominio del Club de Campo, después cayó contra el Valdeluz y hoy ha vuelto a sucumbir ante el Club de Campo, en el campo del equipo madrileño. Y esta vez, aunque el arbitraje tuvo el habitual tono casero, no hay más explicación que el mal partido de las realistas, el peor de los tres que han jugado en esta competición, que apenas generaron ocasiones de peligro y que sufrieron para llegar con el empate inicial a la tanda fatídica de shoot-outs, donde las jugadoras del Club de Campo fueron mucho más efectivas. No deja de ser curioso que el equipo madrileño se lleve esta Copa de la Reina sin haber ganado ninguno de los tres partidos que ha disputado, superando a sus tres rivales en los strokes.
En honor a la verdad, la maldición de la Copa era también, y sigue siendo, la del Club de Campo. En ese terreno de juego siempre pasa algo que priva a las realistas de la victoria. Hoy ese algo tuvo que ver con la propia Real, atenazada desde el principio y sin la entereza con la que superó a Egara y Atlètic Terrassa en las dos eliminatorias anteriores. La maldición del Club de Campo, la del equipo, se dio por superada tras ganar la Real ante este conjunto la final de la pasada Liga, pero incluso en aquella final a tres partidos no se consiguió la victoria en el Club. Y esa maldición persiste. Lo cual, eso también hay que decirlo, no impide considerar justa la victoria del equipo madrileño, que durante los 70 minutos reglamentarios, y especialmente en la segunda mitad, fue el que más intento lograr la victoria, aunque sus mejores ocasiones llegaran en los penalti córners.
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Chiara Tiddi convirtió así el primer shoot-out para la Real. |
Todas sus ocasiones fueron en este tipo de jugadas salvo la primera, en la que María evitó con una gran intervención el 1-0 para el Club de Campo, cuando aún se estaba jugando el minuto 8 de la primera mitad. La Real reaccionó bien, y estuvo a punto de marcar en su siguiente jugada, pero sobre todo desperdició un penalti córner, el único que tuvo en el encuentro, en el que Patri Maraña sí encontró el hueco para el disparo pero no la portería. María Gómez tuvo instantes después una nueva ocasión de gol, y a partir de ese momento, poco después del cuarto de hora de juego, el dominio ya fue para el Club de Campo, aunque en el primer tiempo ya no dispuso de ocasiones claras que inquietaran a la portera realista, María López. Los dos finalistas no estaban mostrando precisamente el mejor de sus juegos en esta final de la Copa de la Reina.
Quizá por el fuerte calor para estas fechas que presidió el partido, quizá por el cansancio acumulado, quizá por la maldición copera, lo cierto es que la Real en la segunda parte sufrió mucho a merced de los ataques del Club de Campo. Las madrileñas llegaron a forzar hasta cuatro penalti córners en un cuarto de hora escaso y a las neskak les costó lo indecible llegar con vida al final del tiempo reglamentario. Es verdad que hubo algunos instantes de cierto asedio sobre la portería madrileña y algún contraataque pudo terminar en algo más, pero no se llegó a disponer de verdaderas opciones de perforar su portería. Los shoot-outsparecían inevitables y a la Real sólo le quedaba agarrarse a la enorme categoría de María para detener los lanzamientos del Club de Campo y a que la maldición liguera con el equipo madrileño se rompió precisamente en una tanda de estas características en la Liga 2012-2013.
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María Gómez no marcó y la Real dijo adiós a la Copa. |
Pero esta vez la Real no salió victoriosa en esa suerte del hockey. Se adelantó el Club de Campo y Chiara Tiddi empató en el primer shoot-outdel equipo txuri urdin. Las esperanzas de la Real se multiplicaron cuando las madrileñas erraron su segundo intento, pero a partir de ahí todo salió mal. Primero falló Patri, el marcador se puso después en 2-1, Maider Altuna tampoco consiguió acertar con la portería y el Club de Campo hizo el 3-1, obligando a la Real a marcar los dos lanzamientos que le restaban y a María a detener el último de sus rivales. Pero el match point sentenció a la Real a la primera. María Gómez no acertó y sin agotar su quinto disparo el título se lo quedó el Club de Campo. La Copa sigue siendo maldita para la Real. El Club de Campo como escenario sigue siendo maldito para la Real. Pero antes o después todas las maldiciones caen. Todavía puede haber vendetta en la Liga, donde el paso de la Real es aún más firme que el que mostró en la Copa antes de la final. Y el año que viene, otro intento.
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