Cinco jornadas de Liga, tres con la portería a cero y solo dos goles encajados. Para entender la enorme dificultad que hay en conseguir estos números, basta un dato. Es la segunda vez en lo que llevamos de siglo que el equipo txuri urdin alcanza unos números parecidos. La anterior vez que llegó a la sexta jornada sin que su guardameta recogiera el balón del fondo de la portería al menos en una ocasión en tres de los cinco primeros partidos hay que retroceder a la temporada 2013-2014, con Jagoba Arrasate como entrenador y Claudio Bravo como portero titular. Entonces se arrancó la Liga venciendo al Getafe en Anoeta, empatando a uno en Elche, siendo derrotados ante el Atlético por 1-2 en casa y con dos empates a cero consecutivos, fuera ante el Levante y en Anoeta ante el Málaga. Tres partidos sin recibir, pero tres goles encajados, uno más que Remiro.
Para comprobar la enorme complicación de esta marca de la Real actual, echemos la vista todavía más atrás. Solo Luis Arconada ha ganado el Trofeo Zamora vistiendo la camiseta txuri urdin, en tres ocasiones consecutivas. Pues bien, solo en la tercera de ellas, en la temporada 1981-1982, supera los registros de Remiro. Arconada arrancó aquella Liga con cuatro partidos imbatido y solo un gol encajado, en la primera jornada, 3-1 ante el Real Madrid. Betis, Cádiz, Las Palmas y Sporting no pudieron marcarle ningún tanto, y solo los insulares lograron empatar a la Real. En la temporada 1979-1980, el primero de los Zamora de Arconada, sí se lograron tres porterías a cero, ante Las Palmas, Athletic y Valencia, pero fueron cuatro los goles encajados en total gracias al 4-3 de la quinta jornada con el que se derrotó al Barcelona en Atotxa.
La Real no consiguió unos números defensivos tan impresionantes ni en su más reciente paso por Segunda División, ante rivales teóricamente más débiles. En su primera campaña de aquella etapa en la División de Plata, la 2007-2008, con Chris Coleman como técnico, el shock de verse en esa categoría hizo que encajara seis goles en los cinco primeros encuentros y solo dejara su portería a cero en Eibar. En la segunda campaña, ya con Juan Manuel Lillo en el banquillo, llegó a sumar dos partidos con su meta imbatida, pero cuatro goles en contra. Y en la última, la 2009-2010, siendo Martín Lasarte el entrenador, se repitieron esos números, dos porterías a cero y cuatro balones recogidos por Bravo del fondo de su portería.
El promedio de goles recibidos con el que Remiro ha comenzado la Liga es de 0,6 tantos por encuentro. Arconada logró sus tres trofeos Zamora con promedios de 0,58, 0,85 y 0,97 goles por encuentro respectivamente. En lo que llevamos de siglo, solo tres porteros han conseguido el trofeo al menos goleado con promedios por debajo del que ahora mismo presenta el guardameta de la Real: Víctor Valdés con el Barcelona en la temporada 2010-2011 con 0,50; el propio Claudio Bravo también con el Barça en la 2014-2015 con 0,51; y Jan Oblak en dos ocasiones, con 0,47 en la 2015-2016 y 0,59 en la 2017-2018, ambas con el Atlético de Madrid. Ese 0,47 goles por encuentro es el récord de la Liga, compartido por Francisco Liaño, que lo logró con el Deportivo de la Coruña en la campaña 1993-1994.
Las tres porterías a cero que lleva Remiro son las mismas que acumulan Courtois en el Real Madrid y Soria en el Getafe, pero estos han jugado un partido menos. Es pronto todavía para hacerle ilusiones, pero es que los números de la Real y de su portero tienen justo ese efecto, el de la ilusión.
2 comentarios:
Pues parece que no se están haciendo las cosas tan mal defensivamente
Somos el Equipo mas Goleador empatados con 2-3 equipo mas,Y el Segundo menos goleado, empezar aid Es nut importance,da confianza.
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