David Moyes, en el partido en Anoeta ante el Elche. |
La historia reciente tampoco juega a favor, ya que desde el ascenso la Real suma sus partidos por derrotas en ambos escenarios, habiendo perdido sólo uno en cada uno de ellos por la mínima (2-1 en el Camp Nou en la 2011-2012 y 4-2 en el Bernabéu en la 2012-2013), siendo el resto goleadas con cuatro o cinco goles encajados siempre. Quizá el único aspecto para la esperanza es que el coliseo madridista ha visto cómo la Real marcaba en sus últimas cuatro comparecencias, incluso los tres goles de Xabi Prieto en la temporada 2012-2013, aunque no haya servido para rascar siquiera un punto, y en el Camp Nou son ya tres los partidos consecutivos marcando un gol, por mucho que las derrotas fueran inevitables. Desde luego, y aunque eso es un problema para esta Real de Moyes, marcar parece necesario para conseguir al menos un empate viendo las contundentes cifras de goles en contra que presenta la Real en estos dos escenarios.
Lo que dice la historia es que la Real ha jugado en los estadios de Real Madrid y Barcelona en 67 ocasiones, y sólo ha conseguido ganar en tres ocasiones en cada uno de esos dos escenarios. Pero profundizar más en las estadísticas es todavía más dañino. De esos 67 partidos, en 63 de los jugados en el Camp Nou encajó al menos un gol, mientras que fueron 62 en los que el Real Madrid consiguió mover el marcador. Dicho de otra manera, la portería de la Real sólo se fue de vacío en cuatro ocasiones de Barcelona y en cinco de Madrid. Tanto Real Madrid como Barcelona le han endosado respectivamente 174 goles a la Real, lo que supone una escandalosa media de más de 2,5 tantos por encuentro. Y el equipo txuri urdin salió de Chamartín o del Bernabéu sin marcar en 28 ocasiones, por las nada menos que 42 que no cantó ni siquiera un gol en Las Corts o el Camp Nou. En Madrid logró marcar 58 goles (0,8 de media), mientras que en Barcelona sólo sumó 38 (0,5).
Estos dos estadios son, efectivamente, un reto apasionante para Moyes. Al margen de las obvias necesidades clasificatorias de la Real, que no han desaparecido con la victoria ante el Eibar, su equipo necesita demostrar que sus buenos números defensivos no se amedrentan en los grandes escenarios. El equipo txuri urdin lleva ocho partidos seguidos en el Bernabéu encajando al menos un gol, con una media de tres en esas visitas, mientras que en el Camp Nou (que visitará en la penúltima jornada de Liga) lleva nada menos que 27 visitas viendo su portería perforada al menos una vez, con una media de 2,4 tantos en contra. Y si en el Bernabéu son cinco las derrotas consecutivas, en el Camp Nou son ya 16. En esta campaña 2014-2015, el equipo txuri urdin ha superado a ambos conjuntos en Anoeta, al Real Madrid todavía con Jagoba Arrasate en el banquillo por 4-2 y al Barcelona ya con Moyes con un 1-0. ¿Pero superará su entramado defensivo la durísima prueba que supone el Santiago Bernabéu y el Camp Nou? La mitad de la respuesta la tendremos este sábado.
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