Iñigo Martínez, en el 0-0 de la temporada pasada. |
Por primera vez desde que Moyes entrena al equipo, la convocatoria de 18 jugadores se ha definido en la víspera del encuentro. Y eso que el amplísimo cuadro de bajas que tiene el equipo txuri urdin no ha dejado de aumentar esta semana, algo que el escocés no quiso lamentar pero que sin duda condiciona sus planes. A las ausencias ya conocidas de Elustondo, Mikel González, Zaldua y Agirretxe, se suman dos más: Vela, como resultado del marcaje más allá del reglamento y casi sin sanción del que fue objeto en el derbi, y Zurutuza, que acabó tocado el encuentro copero contra el Oviedo. Con estas seis bajas, y aunque Granero sí está en el grupo a pesar de haber sido duda esta semana, el técnico escocés ha echado mano del Sanse con absoluta naturalidad. Al ya más que habitual Hervías hay que sumar dos jugadores más, Aritz Elustondo e Iker Hernández. Ambos debutaron con el primer equipo el pasado miércoles. Por si hacía falta confirmación, la presencia de Aritz es la sentencia definitiva para Dani Estrada.
La primera gran duda del once que sacará Moyes en el campo del Levante está la portería, y es que está más vivo que nunca el duelo entre Zubikarai, titular en la Liga, y Rulli, titular en la Copa. Las certezas están todas en el engranaje defensivo del equipo. La línea más retrasada la formarán Carlos Martínez y De la Bella en los laterales, con Ansotegi e Iñigo Martínez en el centro. Y por delante de ellos estará el indiscutible Markel Bergara. A partir de ahí, la ausencia de Vela abre algunos interrogantes en el once que dispondrá Moyes. Pardo y Granero, con ventaja para el segundo pero siempre dependiendo de su estado físico, se juegan el otro puesto en el doble pivote. Chory Castro, Xabi Prieto y Canales son quienes más papeletas tienen de formar en el centro del campo, por detrás de Finnbogason como delantero centro, buscando su primer gol en la Liga después de estrenarse en la Copa. De ser así, el banquillo lo completarían Elustondo, Yuri, Gaztañaga, Hervías e Iker Hernández.
El empate en el derbi dejó a la Real con catorce puntos, en la decimocuarta posición, tres puntos por encima de la zona de descenso y con una brecha de trece con los puestos europeo que se ha de considerar insalvable salvo milagro con pocos precedentes. Su rival, el Levante, calca los números de la Real, con catorce puntos, aunque una posición más abajo en la tabla por haber marcado menos goles y haber encajado más. El txuri urdin es uno de los dos equipos de Primera División que todavía no han sido capaces de ganar lejos de su propio estadio, aunque el Espanyol suma un empate menos como visitante, dos de los pericos por los tres de los realistas. El Levante como local es poco fiable, suma siete puntos (dos victorias y un empate) en siete partidos y sólo supera en esa faceta a los cuatro últimos equipos de la tabla. Son tres las jornadas que lleva el equipo valenciano sin conocer lo victoria, aunque suma tres encuentros sin perder en su estadio, desde que el Real Madrid se paseó allí 0-5 en la octava jornada.
La Real ha jugado como visitante ante el Levante en once ocasiones en toda su historia. Los seis choques disputados en Primera ofrecen un bagaje claramente descorazonador para el conjunto txuri urdin, pues no conoce la victoria, ha perdido cinco encuentros y sólo consiguió arrancar un 0-0 la temporada pasada. Y eso que en cuatro de esas cinco derrotas consiguió marcar al menos un gol, aunque, por contra, encajó dos goles como mínimo en todos los partidos que perdió. La derrota más abultada es el 2-0 de la temporada 2006-2007. En Segunda, en cambio, el balance es parejo: cuatro partidos y dos victorias para cada equipo, siendo la más amplia para el Levante el 4-0 de la temporada 1946-1947 y para la Real el 0-2 de la 2008-2009, con tantos de Agirretxe y Xabi Prieto.El cuadro estadístico lo completa un enfrentamiento en la fase de ascenso de la temporada 1939-1940, que se saldó con la mayor victoria de la Real en Valencia ante el Levante, 0-3, con dos goles de Terán y uno de Inciarte.
El empate que se logró la pasada temporada, la 2013-2014, no sólo es el único punto conseguido en el Ciutat de Valencia en Primera División, sino que además fue logrado con una pésima actuación. Arrasate planteó un esquema sin delantero, con Xabi Prieto y Griezmann alternándose como hombre más adelantado, y las ocasiones brillaron por su ausencia en las porterías de Bravo y Keylor Navas. El Levante salió más entonado en la segunda mitad y trató de encontrar el gol, lo que el portero realista evitó sin necesidad de grandísimas intervenciones. El primer cambio, la entrada de Seferovic ya rondando el minuto 70, sirvió para que la Real recuperara su esquema más habitual y estuviera cerca del gol durante unos cinco minutos y sobre todo en una ocasión múltiple en la que hubo dos disparos de Vela y uno de Xabi Prieto, pero ahí estuvo más acertada la defensa levantinista. En el tramo final, los locales estuvieron más cerca del gol pero fueron incapaces de mover el 0-0 inicial.
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