Foto oficial de la Real 1982-1983. |
Cuando se habla de una temporada dura, con tres competiciones, y el efecto que eso puede provocar en la clasificación de la Real en la Liga, lo que está en la memoria de todos es la temporada 2003-2004. En aquella ocasión, el equipo txuri urdin estuvo vivo en la Champions League hasta los octavos de final, hasta comienzos del mes de marzo, y eso le pasó una factura muy dura en la competición de la regularidad. Hasta el punto de que, a pesar de que algunos pensaban en la pretemporada que esa podía ser la del título que se escapó en la 2002-2003 (como había sucedido con la Liga perdida de 1980 y la conquistada en Gijón en 1981), se acabó mucho más cerca del descenso (a cinco puntos) que de Europa (a nueve). Obviamente, también pesan ejemplos de otros equipos a los que afectó la participación europea, como aquel Celta que compitió junto a la Real y que sí acabó en Segunda División. En la historia txuri urdin no hay muchos referentes que permitan sacar conclusiones tan definitivas, pero no parece muy claro que se pueda vincular una participación europea a una deficiente temporada en Liga.
Hay un espejo evidente para esta Real que vuelve a la Champions: la de la temporada 1982-1983. En aquella campaña, el equipo de Alberto Ormaetxea jugó un total de 54 partidos: 34 de Liga, ocho de Copa de Europa, dos de Supercopa, seis de Copa y cuatro de Copa de la Liga. La Real 2013-2014 jugará un mínimo de 48 (38 de Liga, dos de previa, seis de Champions y dos de Copa) y un máximo de 61, a los que llegaría si disputara las europea y copera. Y aquella Real, en el penúltimo paso del equipo campeón de la década de los 80, culminó la campaña con una séptima posición en la Liga (que hoy tiene muchas posibilidades de dar pasaporte europeo), con el título de la Supercopa y en sefiminales tanto de la Copa como de la Copa de Europa. No es en absoluto comparable el fútbol de entonces y el de ahora, pero como referencia parece válida. Y no pocos firmarían para esta temporada el resultado de aquella Real, aunque entonces la séptima plaza quedara muy lejos del regreso a Europa.
En las doce temporadas en las que la Real compitió en Copa de Europa, Recopa o Copa de la UEFA, consiguió mejorar su posición en la Liga después de ser eliminada en ellas en siete ocasiones. Siendo un dato incuestionable, sí es interpretable, y es que la mejoría en tres de ellas no es claramente vinculable al alivio en la carga de partidos, sino a la fluctuación normal de un equipo durante una Liga. En las temporadas 74-75, 81-82 y 92-93 la Real fue eliminada en la primera ronda europea, por lo que la influencia en la Liga fue nula. De las otras cuatro en las que se mejoró la posición final (75-76, 80-81, 87-88 y 88-89), sólo en la del primer título de Liga se puede interpretar que el alivio en la carga de partidos permitió la recuperación del equipo en el torneo de la regularidad, pues se pasó del quinto puesto al primero recuperando una desventaja de cinco puntos. Y la 87-88 demuestra lo contrario, que un calendario apretado no impide éxitos. Es cierto que aquella Real de Toshack era cuarta con las once jornadas de Liga disputadas cuando cayó eliminada en la segunda ronda de la Recopa, pero ser finalista en la Copa hizo que finalmente disputara 51 partidos en la temporada, logrando los dos subcampeonatos en las competiciones domésticas.
Presentación de la Real 2003-2004. |
Hay dos participaciones europeas, entre las más largas que ha tenido la Real además de ser las últimas, que evidencian que más que la carga de partidos lo que afecta al resultado final en la Liga es el estado de ánimo. En la temporada 98-99, la Real de Krauss alcanzó los octavos de final de la UEFA. Cuando cayó en el Vicente Calderón, en Liga era novena y estaba a un punto de Europa. Finalmente, acabó a nueve de esa sexta plaza. En la 2003-2004, la eliminación en la Champions llegó cuando se habían jugado 27 jornadas de Liga y el equipo ocupaba la decimocuarta posición, a nueve puntos de la zona continental. Esa distancia no se movió tras completar la Liga, pero la Real bajó una posición. La Real cedió más terreno en la Liga después de ser eliminada en Europa en la temporada 90-91 (de la novena posición con diez partidos, a la decimotercera final) y se quedó en la misma posición, la segunda, en la 79-80, aunque apenas había jugado dos partidos cuando cayó ante el Inter.
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