Así de elegante fue el 0-1 de Oyarzabal la temporada pasada. |
La mejor manera en la que queda en evidencia esa mirada al futuro estriba en la decisión de Imanol, por segunda jornada consecutiva, de dejar fuera de os 18 convocados a Theo, que apura sus últimos días de txuri urdin, al igual que Sandro, aunque este sí se mantiene entre los 18 elegidos. La gran novedad, no obstante, es el regreso de Zubeldia después de unas jornadas ausente por lesión, y además volverá seguramente siendo titular. Llorente e Illarremendi, que durante la semana parecieron tener alguna opción de reaparecer en Vitoria, sobre todo el primero, seguirán fuera al menos una jornada más, junto a Zurutuza y los ya habituales descartados Gorosabel y Merquelanz. También vuelve Kevin Rodrigues después de mucho tiempo sin asomarse al grupo. Aihen y Barrenetxea se mantienen en el grupo y con muchas opciones de jugar de inicio, no así Zubimendi quien, después de debutar con el primer equipo ante el Getafe, pierde su plaza en la convocatoria por el regreso de Zubeldia.
En el once inicial no se esperan demasiadas sorpresas, aunque sí habrá algún cambio con respecto al equipo que superó al Getafe. Rulli estará bajo palos, y ahí ya no se esperan grandes decisiones en lo que resta de temporada. La defensa a priori la formarán Zaldua y Aihen en los laterales, con Aritz Elustondo y Navas o Héctor Moreno por el centro, con más opciones de partida para el primero. En el centro del campo, con el regreso de Zubeldia y la presencia más que segura de Merino, Pardo y Sangalli se juegan el otro puesto. Da la sensación de que la actuación del riojano ante el Getafe le da algún punto de ventaja para este encuentro. Y en ataque no parece haber muchas razones para que Imanol no siga confiando en Oyarzabal, Barrenetxea y Willian José. Si se cumplen estos planes, en el banquillo estarían Moyá, uno de los centrales, Kevin, uno de los centrocampistas, Sandro, Juanmi y Bautista.
La victoria ante el Getafe dio la necesaria tranquilidad clasificatoria a la Real, que es novena con 44 puntos, nueve por encima del Valladolid, que marca el descenso, y a seis del séptimo clasificado, el Athletic, cuando solo quedan tres jornadas por jugarse. Europa, por tanto, es virtualmente imposible. No para el Alavés, que es octavo con 47, el único rival ya de los bilbaínos y necesita ganar para acercarse a ellos. La Real, que llegó a ser el mejor equipo a domicilio, ya es el octavo, y no gana desde su último partido fuera de la primera vuelta, aunque desde entonces ha empatado más que perdido, cuatro igualadas por tres derrotas. El Alavés ha seguido una trayectoria similar, pero como local, y solo ha ganado un partido en casa tras el ecuador del campeonato, 2-0 al Levante, en la ya muy lejana 23ª jornada de Liga. El equipo vitoriano suma tres de los últimos 21 puntos en juego, la Real ocho puntos en el mismo periodo.
Hay bastante igualdad histórica entre Alavés y Real Sociedad en los duelos disputados en Vitoria. El cuadro babazorro ha ganado seis de los trece que se han jugado en Primera División, por cinco victorias de la Real y dos empates para completar el cuadro. La pasada temporada, la 2017-2018, el equipo txuri urdin logró su mayor victoria en Mendizorroza, un 0-2, superando los 1-2 que logró en las campañas 1930-1931 y 1931-1932. Eso da idea de que estamos ante un choque tradicionalmente de pocos goles, ya que el 3-1 de la temporada 2005-2006 es la mayor victoria lograda en ellospor el Alavés. Si en Primera hay igualdad, en los partidos jugados en Segunda esta es absoluta. Han sido seis los partidos jugados y cada uno de los dos equipos ha vencido en tres de ellos, sin que se haya registrado empate alguno.
Efectivamente, la pasada Liga, la 2017-2018, la Real se llevó los tres puntos de Mendizorroza con todo merecimiento pero postrero desenlace. Fue un partido de algunas ocasiones para ambos equipos, sobre todo con disparos desde lejos, y que no comenzó a resolverse hasta el tramo final. El 0-1 no llegó hasta el minuto 77, cuando Oyarzabal golpeó con elegancia, suavidad y colocación un balón que Odriozola había filtrado al interior del área. Apenas cuatro minutos después, Aritz Elustondo recogió en el interior del área un córner sacado en corto, disparó con fuerza y el balón, rebotado en un defensa, cogió una parábola perfecta para convertirse en el 0-2 definitivo. El Alavés se quedó descompuesto y sin respuesta, y de hecho la Real tuvo alguna ocasión más para aumentar el marcador en el tramo final.
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