sábado, noviembre 21, 2015

REAL SOCIEDAD 2 - SEVILLA 0 Un paso adelante y los errores del Sevilla dan aire a la Real

Xabi Prieto hizo el 2-0 definitivo ante el Sevilla.
Por fin ganó la Real en Anoeta, y lo hizo en un buen combate deportivo con el Sevilla. Bueno por entrega y por corazón, porque fútbol no se vio demasiado, pero ganar al equipo de Unai Emery es una apreciable muestra de que este equipo da para mucho más que para languidecer en la parte baja de la tabla. Eusebio Sacristán debuta así en el banquillo txuri urdin con una victoria sufrida, que llegó gracias a un paso adelante de todo el equipo, aunque aún con dudas y mucho trabajo por delante como se vio especialmente en el primer tiempo, y sobre todo gracias a los errores del Sevilla. Los dos goles de la Real llegaron tras sendos despejes fallidos de Krychowiak que dejaron en franca posición a Agirretxe primero y a Xabi Prieto después para que anotaran y dieran una alegría a la grada, gracias también a que Mateu Lahoz escamoteó un claro gol legal al Sevilla con 0-0. La Real toma aire, algo imprescindible por lo que se arrastraba y por lo que está por venir en un calendario muy duro en las próximas semanas.

Para lograr esa primera victoria, el primer once de la era Eusebio, ya partiendo de la decisión de no convocar a Reyes y Vela, fue muy valiente. En primer lugar porque apostó por los dos laterales más jóvenes de su convocatoria, Elustondo y Yuri, por delante de los que forman parte del once de la Champions que casi se podía pronunciar de carrerilla, Carlos Martínez y De la Bella, y la respuesta de ambos fue espléndida. Después, porque prescindió de ese "equilibrio" por el que tantas veces se ha querido apostar en la Real ante partidos exigentes y trascendentales y no dio la titularidad a Markel, sino que apostó por un centro del campo con Illarramendi y Pardo, dejando también fuera a Granero. Y en ataque también sorpresas. Primero porque ese 4-3-3 del que tanto se habló en la víspera costó verse. Pareció más bien un 4-1-4-1, en el que todo el juego se intentó volcar hacia la derecha con Bruma y Prieto, a veces también con Canales, y con toda la banda izquierda habitualmente por un voluntarioso Yuri.

Obviamente, parece pronto para evaluar la propuesta de Eusebio, pero el partido dejó bastante claro que a los realistas les cuesta asimilar lo que les diga cualquier entrenador. Y eso que el arranque del partido pareció prometedor, con una presión muy arriba que pareció encontrar nervios en la defensa sevillista y una defensa adelantada. Pero fue fallar Iñigo en un despeje, provocar así la primera llegada del equipo visitante al área de Rulli que solventó Elustondo enviando el balón a córner y toda la fuerza que imprimió la Real a su arranque se diluyó por completo. Había una enorme distancia con los hombres de ataque cada vez que Illarra se incrustaba entre los centrales y eso motivó muchos balones largos desde la retaguardia. Y esa situación se acentuó cuando el Sevilla debió adelantarse con un gol de Immobile que Mateu Lahoz, a instancias de su asistente, anuló por un fuera de juego que sólo vio él. Es curioso lo de los árbitros, que a veces pitan cosas inconcebibles, como una falta a Bruma que señaló el colegiado cuando Andreolli cayó desplomado con una lesión que pareció grave y con el realista a más de dos metros del sevillista.

Esa lesión, que tuvo el partido parado durante un par de minutos hasta que se llevaron al sevillista del terreno de juego y se realizó el necesario cambio, pareció romper el dominio creciente que estaba ya ejerciendo el Sevilla sobre la Real. Aún así, cuando parecía que el equipo txuri urdin empezaba a tocar el balón como en teoría quiere Eusebio fue el Sevilla el que tuvo sus ocasiones, no demasiado claras pero ocasiones al fin y al cabo. Reyes buscó un disparo que sorprendió a Rulli pero se marchó por encima del larguero, y un cabezazo de Kolo que cogió mucha altura sí encontró las manos del guardameta argentino, muy nervioso y fallón con el balón en los pies. Los últimos minutos de la primera mitad sí fueron de la Real, aunque las llegadas de cierto peligro de uno y otro equipo llegaron desde la esquina. Primero fue Xabi Prieto quien peinó un córner en el primer palo, aunque el balón llegó manso a las manos de Rico. Respondió Rami, con un buen testarazo que Rulli atrapó con seguridad. Y cerró la primera parte Canales con un disparo desde la frontal, finalizando una buena jugada de combinación, pero que se marchó junto al palo a la izquierda de Rico.

Si fue la Real quien pareció querer el mando del partido en el inicio, tras el descanso fue el Sevilla quien buscó dominar con claridad desde que el balón echó a rodar. De hecho, tuvo su mejor ocasión a los dos minutos de la reanudación, cuando una buena jugada que Iñigo no supo anticipar concluyó con un disparo de primeras de Immobile al que respondió Rulli con un paradón a una mano y con la rodilla ya casi en el suelo. Pero las intenciones del Sevilla, como las de la Real en la primera parte, se fueron diluyendo con el paso de los minutos y, sobre todo, por la confirmación del excepcional partido de Illarramendi, que cubriendo una cantidad impresionante de campo recordó al de sus mejores actuaciones con la camiseta txuri urdin antes de marcharse al Real Madrid. Con un Yuri crecido y que respondió francamente bien a la confianza de Eusebio, la Real se fue hacia arriba y dio un claro paso adelante. El lateral realista, después de concluir una jugada con un voleón que se fue muy arriba, dio un magnífico pase a Prieto para que este enganchara una volea que obligó a Rico a una gran estirada.

Lo cierto es que el partido se abrió en ese tramo con mucha claridad. A pesar del despliegue de Illarra y con la posición siempre muy adelantada y abierta de los laterales, el Sevilla tuvo casi siempre mucho espacio para correr, para que sus extremos llegaran bien a la línea de fondo y para que metieran balones al interior del área que sembraron inquietud. Vitolo e Iborra tuvieron sendas tentativas en jugadas con varios balones cruzados en los que Rulli no se mostró demasiado seguro ni su defensa demasiado contundente. Eusebio veía el partido abierto, por lo tanto con opciones de acabar con victoria, y, consciente de la necesidad de ganar y sumar de tres en tres, apostó fuerte. Su primer cambio fue retirar a un Bruma voluntarioso pero fallón y excesivamente individualista en conducciones y disparos para dar la primera gran oportunidad a un Oiarzabal que dejó gratísimas sensaciones y, sobre todo mucho desparpajo, aunque no fuera su entrada lo que desniveló el partido sino los errores del Sevilla.

En apenas cinco minutos, Krychowiak puso en bandeja el triunfo a la Real. Primero, en el minuto 72, al despejar hacia atrás un córner, encontrando un formidable desmarque de Agirretxe, que, completamente solo, pudo armar un buen disparo al que Rico no pudo responder. Pero una cosa es que sea un error defensivo del Sevilla y otra muy distinta no valorar que Agirretxe lleva ya nueve goles en once jornadas de Liga, una cifra bestial que le sigue poniendo en una media que podría convertirle de aquí al final de la temporada en el máximo goleador en una sola Liga vistiendo la camiseta de la Real, récord que tiene ya veinte años, los que han pasado desde los 25 de Kodro en la temporada 1994-1995. En el minuto 75, de nuevo Krychowiak erró en un despeje de cabeza y esta vez fue Xabi Prieto quien aprovechó el regalo para tocar suavamente la pelota y evitar la salida de Rico. Un buen acicate para el capitán en busca de su mejor estado de forma, que todavía no ha llegado.

Si bien entre ambos goles el Sevilla siguió intentándolo y Rulli tuvo que sacar con el pie un pase de la muerte que llevaba mucho peligro, con el 2-0 el partido pareció cerrarse. Eusebio quiso que así fuera y retiró a un Canales muy desaparecido para colocar en el campo a Markel y acercarse un poco más a ese 4-3-3 del que se hablaba en los días previos al encuentro. El Sevilla bajó los brazos y, de hecho, sólo la Real pudo marcar de ahí al final del encuentro. Oiarzabal estuvo a punto de bautizarse como goleador en Primera en una contra que condujo en solitario y en la que debió buscar el pase al segundo palo, pero incluso sin elegir bien obligó a Rico a realizar una gran intervención para que su disparo cruzado no se convirtiera en el 3-0. Poco después, Illarra también probó fortuna con una media tijera que también atrapó el guardameta sevillista. Ya sólo quedó tiempo para que Eusebio agotara los cambios dándole una palmada en la espalda a Carlos Martínez por tener un par de minutos y a Elustondo para premiar su buen partido.

Ganó por fin la Real en casa, y lo hizo bien, puntualizando eso sí lo que habría cambiado el partido con ese gol legal de Immobile, que probablemente hubiera acentuado los nervios realistas por su situación en la clasificación, y que la victoria llegó por dos errores de un equipo que no suele cometerlos. Aún así, hay detalles para la ilusión, Oiarzabal bien podría convertirse en bandera de esa ilusión si Eusebio es capaz de conducirle bien y de lograr que, por fin, la plantilla realista asimile las ideas de su técnico. No lo hicieron con Arrasate, tampoco con Moyes, y ahora algo se atisba. Pero también se atisbó con estos dos predecesores, así que sería bueno recordar a los realistas que esto sigue siendo una carrera de fondo en la que hay que acostumbrarse a sumar de tres en tres. El comienzo es prometedor, porque cualquier inicio con esos tres puntos permite mirar las cosas con mucho más optimismo, pero todavía hay jugadores como Bruma o Canales que tienen que dar un paso adelante y el equipo solventar problemas evidentes. Eusebio quería que la gente saliera feliz de Anoeta y en su primer día lo ha conseguido. Ahora toca que suceda más a menudo.

2 comentarios:

Antonio R. dijo...

Mis mejores deseos para Eusebio.

No he visto el partido pero seamos optimistas.

Por cierto, que parece claro que lo de Moyes ha sido un año perdido. No sé si los jugadores le querían dar el pasaporte para Escocia, pero vamos que el guiri podía haber hecho un esfuerzo y aprender castellano.

Se ha llegado a despedir porque yo no he oido nada, pero buen pastón que se habrá llevado por los servicios prestados.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Antonio, creo que se puede ser optimista, pero eso hay que confirmarlo con un plazo más amplio. Y sí, ha sido un año claramente perdido. Se supone que Moyes estaba dando clases de español, y se ha despedido pero sólo por escrito. No se ha ido de la mejor manera, no...