Zurutuza, primer goleador de la temporada. |
El primer once de la temporada se pareció bastante al que se había apuntado en la víspera. La sorpresa fue que Canales se quedó en el banquillo, con un Chory Castro recuperado de toda molestia forman en la punta de ataque con Finnbogason y con Xabi Prieto en la media punta. Lo negativo es que el encuentro no sirve para evaluar las posibilidades de nada. Ni de Zubikarai bajo palos, ni de Elustondo en el centro, ni del 4-4-2, ni de a presión ni de nada. Primero porque la Real está todavía claramente en pretemporada, como se pudo ver en la falta de entendimiento de casi todo el equipo con Finnbogason en algunos de sus desmarques o en las malas elecciones de en el pase que protagonizaron jugadores como Pardo o Chory en algunos momentos. Y después por el ya mencionado bajo nivel del Aberdeen. No es sólo que el equipo escocés no llegase a Anoeta más que con la misión de arrancar un empate a cero, es que ni siquiera lo hizo especialmente bien ni cometió demasiadas faltas. Cualquier próximo rival planteará muchísimas más dificultades incluso a una Real más rodada.
Puede que un mayor ritmo de partido o una exigencia mayor del Aberdeen hubiera hecho que la Real entrase en el encuentro con más facilidad. Y era necesario hacerlo, porque estaba en juego una importante clasificación. Pero aún así el juego arrancó plomizo, e incluso pareció verse al Aberdeen más cómodo con el balón en los primeros minutos del choque, aunque siempre en zonas limítrofes con el centro del campo. A los de Arrasate les costó casi veinte minutos despertar. Podría haber sido menos si el asistente no hubiera levantado la bandera en un espléndido pase de Chory Castro a Finnbogason que habría encarado a Langfield completamente solo y que partía en línea con la defensa, pero señaló un inexistente fuera de juego. El propio Finnbogason, muy fallón hoy en el remate, desperdició la primera ocasión clara al cabecear blando y desviado un balón que había recibido desmarcado en el punto de penalti. Xabi Prieto dispuso del disparo más franco, pero también lanzó el balón fuera, como también lo hicieron en los minutos siguientes Markel, De la Bella, Pardo Zurutuza y el propio Finnbogasson, de nuevo tras una dejada de Chory.
Como nadie probó a Langfield, un portero de avanzada edad que casi tiene más pinta de vieja leyenda que de portero en activo, el resultado al descanso fue el 0-0 inicial. El dominio fue txuri urdin, absoluto y cada vez más acentuado con el paso de los minutos, pero la escasa claridad de las ocasiones recordó al espeso trabajo de muchos encuentros de la temporada pasada. Es verdad que el equipo buscó siempre jugar el balón (muy probablemente sea esa la razón por la que Arrasate quiso colocar hoy a Elustondo de central), evitó constantemente el pelotazo de Zubikarai (aunque la línea defensiva tuvo que dar algún que otro balón largo) y adelantó la posición de los laterales más que de costumbre. Pero costó hilar fútbol. Se puede achacar a la pretemporada, pero la escasa categoría del Aberdeen invita también a la reflexión. Sobre todo porque se veía que, en cuanto salían dos toques consecutivos de un jugador txuri urdin a otro había posibilidad de hilvanar una jugada de peligro.
El primer once inicial de la temporada. |
La Real jugó a partir de ese momento sus mejores minutos. De nuevo, sin alardes, pero dando una clara sensación de peligro cada vez que llegaba a la frontal del área rival. El gol espoleó a los de Arrasate, que buscaron con claridad el segundo tanto, mostrando que eran conscientes de que era necesaria una mayor renta. Nada más lamer el larguero un gran disparo de Markel desde la frontal, el técnico realista respondió al primer cambio del Aberdeen colocando por fin a Canales sobre el césped, sustituyendo a un Chory Castro participativo. Y Canales, que está en un estado de forma que hace pensar que su titularidad tendría que ser innegociable, fue el que mejor entendió el tipo de rival que había enfrente. Sobre todo, su portero. Lo primero que hizo nada más aparecer en el partido fue disparar a puerta. Es verdad que en esa jugada le dobló por la espalda Xabi Prieto y que, de haberlo visto, se habría generado una ocasión más clara, pero Canales lo tenía claro: había que chutar. Y por eso su segundo disparo encontró el premio del gol. Lo logró con un espléndido zurdazo al que, eso sí, el guardameta visitante pareció responder algo a cámara lenta.
El 2-0 dejaba la eliminatoria en un punto ideal para que la Real buscara la sentencia a la contra. Arrasate buscó que fueran sus delanteros los que resolvieran, dando quince minutos a la dupla formada por Finnbogason y Agirretxe, y fortaleciendo el centro del campo con Granero, ovacionado con fuerza en su regreso a la Real, retirando a Xabi Prieto y Pardo. Anoeta se quedó con las ganas de ver si Hervías era capaz de revolucionar el partido de otra manera. Y el tercer gol no llegó, pero no por falta de ocasiones. Finnbogason demostró que está en el sitio adecuado pero que necesita ajustar su puntería, Iñigo Martínez hizo temblar el larguero con un portentoso cabezazo que después botó fuera y Agirretxe tuvo dos ocasiones más para anotar, pero el marcador no se movió. ¿El Aberdeen? No llegó a probar a Zubikarai más que en una jugada que estaba anulada por fuera de juego.
El marcador, con el 2-0 final. |
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