La Real no está teniendo demasiada suerte con los sorteos en esta temporada. Si el de la Europa League ya le va a enfrentar a un rival de mucho más nivel de lo que cabía esperar, el de Liga ha dejado unas cuantas trampas para los de Jagoba Arrasate, empezando por el arranque del campeonato ante el Eibar. Es difícil pensar que habrá un partido que el equipo eibarrés vaya a afrontar con mayor ilusión que el de su debut histórico en Primera División, máxime teniendo en cuenta que el choque, el primer derbi guipuzcoano liguero al máximo nivel entre estos dos equipos, será en Ipurúa. Y como muestra, no hay más que recordar que de los cuatro enfrentamientos que vivieron Eibar y Real Sociedad en el todavía reciente paso del conjunto txuri urdin por la Segunda División, sólo uno acabó con victoria de la Real, por 0-1 y con gol de Gerardo de penalti. Es verdad que los armeros no ganaron ninguno, pero la dureza del partido, que ya se da por supuesto, vendrá acompañada además por la ilusión de los locales.
Esa primera trampa del calendario viene motivada, y hay que decirlo tantas veces como sea necesario, por un sorteo vergonzosamente dirigido, inexplicable e inexplicado, y con unos privilegios absurdos para los grandes. Por arte de magia, algunos equipos, la Real entre ellos, aparecieron colocados en el panel de la primera jornada sin que mediera más explicación que evitar un enfrentamiento en la primera jornada entre los equipos europeos. ¿Por qué? ¿Qué razón de ser tiene que la Real no pueda jugar la primera jornada ante un Real Madrid o un Barcelona para quitarse cuanto antes a estos rivales y sin que sus figuras mundialistas lleguen al mejor momento de forma? Eso es lo que tendrá que intentar aprovechar la Real para sortear la segunda trampa del calendario: primer partido en Anoeta, Real Sociedad - Real Madrid. Sin saber de momento qué futuro espera a cada equipo de la Primera, quizá eso sea lo más positivo para el equipo txuri urdin para afrontar con optimismo el primer parón en la competición, después de las dos primeras jornadas.
Pero ojo a la prueba que depara a la Real la segunda vuelta. Será después del ecuador cuando el equipo de Arrasate tenga que visitar a los cuatro equipos que se clasificaron la pasada temporada para disputar la próxima edición de la Champions League: al Real Madrid en la jornada 21, al Atlético de Madrid en la jornada 30, al Athletic de Bilbao en la 34 y al Barcelona en la 36. Ninguno de esos choques, además se jugará justo antes de partidos de la máxima competición continental, que siempre tienden a distraer algo más a quienes la disputan. Y dos de ellos, el del Vicente Calderón y el de San Mamés, tendrán lugar en jornadas entre semana. Nótese además que los choques ante los rojiblancos madrileños, el derbi en Bilbao y la vista al Barça serán tres de los cinco últimos partidos que la Real jugará como visitante en la temporada. La última jornada, de hecho, será lejos de Anoeta, en Vallecas. Para valorar si es o no un buen lugar para cerrar la Liga habrá que saber lo que tengan uno y otro en juego para entonces.
El europeo de la Real, todavía en el aire a la espera de las previas, también depara momentos delicados por la acción de los ordenadores de la Liga de Fútbol Profesional. El primer obstáculo llegaría si el conjunto realista supera la primera previa. Si es así, jugará el partido en Anoeta ante el Real Madrid tres días después de la vuelta de esa eliminatoria. Durante la fase de grupos tendría más suerte, porque jugaría cuatro de las seis jornadas de Liga posteriores en Anoeta, ahorrando un viaje que cargue más el calendario. Pero dos de los rivales que recibirá serán de los grandes, Atlético de Madrid tras la cuarta jornada de la Europa League y Athletic tras la sexta y última. En caso de seguir avanzando, el partido que separaría los dos choques de los dieciseisavos de final sería la visita a Anoeta del Sevilla y, mirando muy a largo plazo, los de semifinales se verían cortados por el partido del Camp Nou. Una hipotética final se jugaría el miércoles posterior a la última jornada de Liga. El horario unificado podría impedir que hubiera el descanso extra que suele darse.
El detalle más agradecido del calendario es que habrá dos tandas de dos partidos seguidos en casa, aunque la Real en los últimos años no suele aprovechar esa circunstancia de luchar por seis puntos de forma consecutiva ante su afición. En todo caso, en las jornadas décima y undécima, Anoeta verá a Málaga y Atlético de Madrid de forma consecutiva (esto implica que en la segunda vuelta se jugarán estos dos seguidos fuera y que habrá un partido más de la Real como visitante que como local), y en las decimonovena y vigésima los rivales serán Rayo y Eibar, siendo éstas las dos últimas jornadas de enero. Los derbis ante el Athletic se jugarán el fin de semana del 14 de diciembre en Anoeta y el del 29 de abril en San Mamés. Y habrá tres jornadas entre semana: la quinta, en el Sánchez Pizjuán, y las mencionadas trigésima en Calderón y trigésimocuarta en Bilbao.
Esa primera trampa del calendario viene motivada, y hay que decirlo tantas veces como sea necesario, por un sorteo vergonzosamente dirigido, inexplicable e inexplicado, y con unos privilegios absurdos para los grandes. Por arte de magia, algunos equipos, la Real entre ellos, aparecieron colocados en el panel de la primera jornada sin que mediera más explicación que evitar un enfrentamiento en la primera jornada entre los equipos europeos. ¿Por qué? ¿Qué razón de ser tiene que la Real no pueda jugar la primera jornada ante un Real Madrid o un Barcelona para quitarse cuanto antes a estos rivales y sin que sus figuras mundialistas lleguen al mejor momento de forma? Eso es lo que tendrá que intentar aprovechar la Real para sortear la segunda trampa del calendario: primer partido en Anoeta, Real Sociedad - Real Madrid. Sin saber de momento qué futuro espera a cada equipo de la Primera, quizá eso sea lo más positivo para el equipo txuri urdin para afrontar con optimismo el primer parón en la competición, después de las dos primeras jornadas.
Pero ojo a la prueba que depara a la Real la segunda vuelta. Será después del ecuador cuando el equipo de Arrasate tenga que visitar a los cuatro equipos que se clasificaron la pasada temporada para disputar la próxima edición de la Champions League: al Real Madrid en la jornada 21, al Atlético de Madrid en la jornada 30, al Athletic de Bilbao en la 34 y al Barcelona en la 36. Ninguno de esos choques, además se jugará justo antes de partidos de la máxima competición continental, que siempre tienden a distraer algo más a quienes la disputan. Y dos de ellos, el del Vicente Calderón y el de San Mamés, tendrán lugar en jornadas entre semana. Nótese además que los choques ante los rojiblancos madrileños, el derbi en Bilbao y la vista al Barça serán tres de los cinco últimos partidos que la Real jugará como visitante en la temporada. La última jornada, de hecho, será lejos de Anoeta, en Vallecas. Para valorar si es o no un buen lugar para cerrar la Liga habrá que saber lo que tengan uno y otro en juego para entonces.
El europeo de la Real, todavía en el aire a la espera de las previas, también depara momentos delicados por la acción de los ordenadores de la Liga de Fútbol Profesional. El primer obstáculo llegaría si el conjunto realista supera la primera previa. Si es así, jugará el partido en Anoeta ante el Real Madrid tres días después de la vuelta de esa eliminatoria. Durante la fase de grupos tendría más suerte, porque jugaría cuatro de las seis jornadas de Liga posteriores en Anoeta, ahorrando un viaje que cargue más el calendario. Pero dos de los rivales que recibirá serán de los grandes, Atlético de Madrid tras la cuarta jornada de la Europa League y Athletic tras la sexta y última. En caso de seguir avanzando, el partido que separaría los dos choques de los dieciseisavos de final sería la visita a Anoeta del Sevilla y, mirando muy a largo plazo, los de semifinales se verían cortados por el partido del Camp Nou. Una hipotética final se jugaría el miércoles posterior a la última jornada de Liga. El horario unificado podría impedir que hubiera el descanso extra que suele darse.
El detalle más agradecido del calendario es que habrá dos tandas de dos partidos seguidos en casa, aunque la Real en los últimos años no suele aprovechar esa circunstancia de luchar por seis puntos de forma consecutiva ante su afición. En todo caso, en las jornadas décima y undécima, Anoeta verá a Málaga y Atlético de Madrid de forma consecutiva (esto implica que en la segunda vuelta se jugarán estos dos seguidos fuera y que habrá un partido más de la Real como visitante que como local), y en las decimonovena y vigésima los rivales serán Rayo y Eibar, siendo éstas las dos últimas jornadas de enero. Los derbis ante el Athletic se jugarán el fin de semana del 14 de diciembre en Anoeta y el del 29 de abril en San Mamés. Y habrá tres jornadas entre semana: la quinta, en el Sánchez Pizjuán, y las mencionadas trigésima en Calderón y trigésimocuarta en Bilbao.
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