martes, febrero 22, 2011

Odios despertados y por despertar

Hace algunos años, unos catorce o quince, viajé a Bilbao. No había partido aquel día, eran otros mis asuntos allí, pero quise acercarme a ver San Mamés por fuera. La rivalidad es la que es, no se puede engañar, pero si llaman a ese estadio La Catedral algo tendrá que merezca la pena verse. Por fuera no, ya os lo digo, pero ver un partido allí sigue siendo una tarea que me queda por hacer y que me gustaría completar antes de que este estadio pase a la historia, como lo hizo ya Atotxa hace ya muchos años. El caso es que, según me alejaba del estadio, me topé con una pequeña tienda de recuerdos. No sé si hoy podría ubicarla. En su escaparate, vi varios pins del Athletic. Y, junto a aquéllos, uno en el que aparecía la leyenda "Anti realista", en el que un león devoraba un escudo de la Real, muy mal dibujado por cierto.

Entré a comprar el pin. Sé que con eso enriquecí en unas pocas pesetas el patrimonio de alguien que se creía muy gracioso pero que no entiende nada ni de fútbol ni de rivalidades, pero lo compré. Nunca hasta entonces había visto algo así. Sí a algún ultra del Madrid, del Barça o del Atlético llevando una bufanda anti lo que sea, pero no algo tan cotidiano como aquel pin. Igual es una dramatización poética de la realidad que hoy hace mi memoria, pero aquel día me di cuenta de que el fútbol no era eso, no podía nunca ser eso.

Llevo tiempo pensando que la Real es un club apreciado y querido, incluso por gente que no sabe muchas cosas sobre él. Creo que la gente, en general, se da cuenta del mérito que tiene que un equipo de una provincia tan pequeña haya salido adelante en el fútbol de élite, durante tanto tiempo y con grandes momentos de triunfo, a pesar de las dificultades que ha padecido. Estoy convencido de que en este eterno debate sobre la cantera el aficionado se da cuenta de que la Real es uno de los equipos que mejor la cuida ahora y, con pequeñas excepciones, a lo largo de toda su historia.

Pero admito que estoy muy preocupado, porque estoy detectando algo que sólo puedo entender como un odio, tan irracional como inexplicable. Y no procede de los aficionados radicales, esos que por desgracia siempre van a estar ahí y que tienen presencia en todas las aficiones del mundo. Procede de los medios de comunicación. Estoy muy preocupado, porque no entiendo a qué se debe. Y estoy preocupado porque denunciarlo es posible que provoque que algunos me vean como un victimista más, como un llorón o como un defensor de los radicales. Nada de eso. Siempre estaré en contra de los cafres que emponzoñan nuestro fútbol a todos los niveles y escondidos detrás de cualquier bandera, incluso la mía. Pero lo que hay que denunciar, se denuncia, confiando en la buena fe de los demás aficionados y profesionales que hacen vida en nuestro fútbol.

¿Por qué escribo todo esto? En el informativo de Cuatro, en su edición de tarde del martes 22 de febrero de 2011, presentado en su espacio deportivo por Manu Carreño y Juanma Castaño, han comenzado el resumen del Real Sociedad - Mallorca denunciando los gritos ofensivos e insultantes (desde el por desgracia clásico "muérete" al igualmente ofensivo "esto no es un portero, es una p... de cabaret") que desde un fondo de Anoeta se profirieron contra Aouate, portero bermellón, que éste respondió con cortes de manga, peinetas y tocándose sus genitales. Toda la escena es lamentable. Desconozco si hay alguna vieja rencilla con este guardameta, así que no voy a entrar en quien lanzó la primera piedra.

Pero sé, como todos sabéis, que gritos así se escuchan en todos los campos de Primera División, semana sí, semana también. Denunciables en todo caso y también en éste ¿Pero por qué los de Anoeta, sólo los de Anoeta, han sido noticia? ¿Por qué fueron noticia otros cánticos que Marca relacionanó con la bandera española que lució el Atlético de Madrid en su partido en San Sebastián? ¿Por qué hubo tanto ensañamiento en la prensa con los jugadores de la Real que firmaron un manifiesto legal de apoyo a una marcha pidiendo el acercamiento de los presos de ETA a prisiones vascas? ¿Por qué parece la Real es protagonista, muy a su pesar, de campañas que parecen nacer del odio y que buscan fomentar más odio aún?

Si hago trabajar a mi memoria, recuerdo hechos graves que ha sufrido la Real en primera persona y que apenas recabaron este interés de los medios de comunicación. Recuerdo el botellazo a Lillo en Málaga, que ni siquiera fue sancionado. Recuerdo, muy frescos todavía en mi memoria, los insultos del fondo sur del Santiago Bernabéu a los realistas, que ni Marca ni AS destacaron. Recuerdo que en Salamanca la Policía tuvo un trato indigno con una afición txuri urdin. Me recuerdo rodeado de caballos de la Policía Nacional junto al Vicente Calderón para evitar la traca final de una lluvia de pedradas lanzadas por cafres que igual se sienten aficionados del Atlético de Madrid, y recuerdo la cabeza ensangrentada de un chaval que sólo había cometido el delito de llevar una bufanda de la Real.

Recuerdo también el nulo eco que encontraron las denuncias de partidos comprados que impidieron que la Real subiera a Primera. Recuerdo que los penaltis que sufre la Real no forman parte de listas muy comentadas en los medios de comunicación. Recuerdo que de Villaratos sólo se habla con algunos equipos pero no con otros. Recuerdo una repetición del pase en fuera de juego de Tamudo a Ansotegi ante el Almería, durante la misma retransmisión del encuentro, con un sombreado en la pantalla de la línea, algo que no apareció con los goles en fuera de juego que Zaragoza o Atlético de Madrid le marcaron a la Real (¿lo habéis visto en directo en algún otro partido que no sea el Real - Almería? Yo no). Recuerdo que Xabi Prieto es el único jugador de Primera amonestado por una paradinha.

Recuerdo muchas cosas que perjudicaron a la Real que no han trascendido y otras que dan una mala imagen del club o de sus jugadores que sí lo han hecho. Y no dejó de preguntarme por qué. ¿Hay un por qué? ¿O es sólo la incompetencia periodística (por decir algo, hoy es noticia deportiva que Piqué mantenga una relación sentimental con Shakira, así que tampoco podemos pedir a los periodistas deportivos que sepan de deporte, ¿no...?) de no valorar el daño que se hace al emitir unas imágenes y otras no?

Ya no sé qué pensar. Ya no sé si el montaje de un resumen en el que no aparece un claro penalti no señalado a favor de la Real obedece a una mano negra o la incapacidad del periodismo deportivo. Ya no sé si esperar con ansia un error de un aficionado o un jugador realista para mostrarlo públicamente esconde un odio desmedido hacia la Real. Ya no sé nada. Sólo que se están dando demasiadas casualidades como para no meditar en este asunto. Y en los odios que quedan por despertar gracias a estos odios ya despertados que campan irresponsablemente por el fútbol español. Me confieso muy preocupado por este asunto. Mucho. Porque la próxima vez que sufra un episodio de violencia en un campo de fútbol, ojalá no pase, me acordaré de todo esto. Reflexionemos antes de que sea tarde.

3 comentarios:

Luis dijo...

La violencia solo genera violencia.

La mejor respuesta, acciones como las tuyas. Como tu blog.

No hay un camino para la paz, la paz es el camino. Y el deporte también.

Un abrazo Juan y por muchos años esperamos poder seguir disfrutándote, y disfrutando del futbol y de las neskak, que nos viene a Vallecas este domingo.

Electroduende

Anónimo dijo...

Antes de nada felicitarte por esta entrada del blog que me parece fantástica; por otro lado comentar que la violencia en el deporte es generada únicamente por los medios de comunicación; la rivalidad es fomentada por los medios para hacer atractivos los choques; se recuerdan viejas rencillas de equipos sin rivalidad alguna o simplemente pasado de jugadores para tener algo de que hablar. La Real es un equipo que por norma general y en mi experiencia no es odiado pero si es maltratado por los medios; tienes razón al señalar tantos episodios en los que se ha menospreciado a la Real por no tener tanto dinero ni tanta masa social como otros grandes de España; últimamente es tratado como un equipo de segunda y todas las instituciones así lo hacen. No hay que recordar ni la historia de la Real ni las estadísticas para saber que no es preciosamente de segunda. La Real merece el mismo trato y respeto que todos los equipos, el mismo, no mejor ni peor, el mismo y eso los medios de comunicación no lo entienden. Si quieren hacerse ricos que hagan 2 ligas, una del Madrid y Barcelona y otra con el resto, sin tanta difusión mediatica, pero sin tantas diferencias y deportivamente igualitaria.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Luis, muchas gracias como siempre por tus palabras. Está claro que la violencia sólo consigue multiplicarse, pero me sigue indignando la ligereza con la que algunos la propagan. Intentaré estar esos muchos años y, aunque es difícil, el domingo.

Alter, te agradezco de verdad tus palabras. Lo que no entiendo es por qué los medios no fomentan la rivalidad sana. Sólo gusta la bronca (y sólo la bronca en concreto que sí les gusta), cuando Anoeta ha vivido duelos de enorme rivalidad deportiva e histórica pero la Parte Vieja de Donosti ha visto riadas de aficinados rivales con sus camisetas sin incidente alguno. Seguiré denunciando estas cosas porque me parece necesario.