sábado, octubre 02, 2010

REAL SOCIEDAD 1 - ESPANYOL 0 Revolución Sarpong, prodigioso Bravo

Victoria de la Real de nuevo por la mínima, de nuevo con Anoeta como talismán y con dos nombres propios cuya mención es inexcusable: Jeffrey Sarpong y Claudio Bravo. El primero revolucionó tanto al equipo como al partido y fue el causante directo, aunque no el goleador, de que la Real se llevara los tres puntos. Del segundo directamente se puede decir que está a un nivel que pueden alcanzar muy pocos porteros del mundo. Si el Espanyol no se llevó un punto fue por él. Prodigioso. Ambos pusieron la guinda a un buen encuentro de la Real, que se encontró con un Espanyol de un nivel bastante parejo. El equipo de Martín Lasarte supo jugar sus bazas e insistió a balón parado. Tuvo ocasiones de sobra para adelantarse en el marcador y, hasta que llegó el accidental gol de Forlín en propia puerta, estaba dejando la sensación de que perdía dos puntos, a pesar de las paradas de Bravo. El césped aguantó, Tamudo se llevó la ovación del público, Sarpong debutó de la mejor forma posible, la portería realista se quedó a cero y tres puntos más en el casillero. ¿Se puede pedir más?

Lasarte optó de salida a dar continuidad al equipo. Ni las tres derrotas ni las dudas que podía haber en el entorno sobre algunos elementos, los mismos de casi siempre (el juego, el delantero, el doble pivote...) le afectaron lo más mínimo y repitió el equipo que perdió en Mallorca. El técnico uruguayo no es de los que pierdan la confianza en los suyos con facilidad, y lo ha demostrado de nuevo en este encuentro, tras su peor racha como técnico. Repitió con la experiencia de Diego Rivas y Aranburu en el doble pivote y Tamudo jugó solo en punta contra su ex equipo. Y la apuesta esta vez sí funcionó en buena medida. La actitud del equipo fue diametralmente opuesta a la exhibida en Pamplona y Mallorca y, aunque durante los primeros minutos costó superar al Espanyol, poco a poco se fue imponiendo el conjunto txuri urdin y provocando bastantes ocasiones de gol. Aunque con un mal: casi todas se marcharon fuera de los tres palos. Quizá va siendo hora de que la Real piense que no hace falta buscar escuadras, que a veces el portero rival falla o un rebote te da un gol, como le sucedió al Real Madrid en Anoeta.

Bravo hizo en la primera parte el paradón habitual al que nos tiene acostumbrados, a disparo de un Osvaldo que intentó aprovechar una cierta soltura que tuvieron los jugadores espanyolistas en el centro del campo durante algunos minutos. Aranburu estuvo desaparecido y Diego Rivas pareció medir mal en muchos balones por alto. Y aunque el equipo barcelonés pareció saltar al campo con ganas de dominar, lo cierto es que se fue diluyendo poco a poco en esa faceta. Quizá al ritmo que ha ido marcando Zurutuza, que dejaba grandes detalles. Antes de la gran ocasión del Espanyol, Tamudo pudo marcar en dos ocasiones. La primera, al quedarse muy cerca de llegar a un centro tras un precioso regate de De la Bella. La segunda, rematando, esta vez sí, de cabeza otro centro de Carlos Martínez. Las mejores ocasiones de la Real llegaron de cabeza. Pudo marcar así Zurutuza, en una ocasión clarísima, a centro de Xabi Prieto y libre de marca. Pudo hacerlo Griezmann, en un imposible testarazo desde fuera del área. Y pudo hacerlo Ansotegi, en otra muy buena ocasión. Pero todos estos salvo el de Tamudo se marcharon fuera.

En la segunda mitad, los jugadores de la Real se terminaron de empeñar en lanzar cada uno un cabezazo fuera. Lo hizo de nuevo Ansotegi, también Mikel González. Tamudo pudo marcar con un disparo sin ángulo desde la banda derecha y Bravo hizo su primera parada antológica, cómo si no, tras un cabezazo de un balón enviado desde la esquina, en un nuevo error de medición en el salto de Diego Rivas, gafado ayer en esta tesitura. Para entonces, el árbitro ya había birlado dos penaltis a la Real, uno por un clamoroso agarrón a Tamudo y el otro por una mano dentro del área. Las cosas no cambian con el estamento arbitral en los partidos del conjunto txuri urdin y eso es preocupante. Llorente comenzó su pelea sin límites con la defensa del Espanyol sustituyendo a Tamudo y Sarpong entró por Griezmann. Ahí iba a estar la clave del partido. El holandés salto al campo demostrando una jerarquía inaudita en un joven debutante extranjero. Sacó varios corners, encaró en tres ocasiones a su par en la banda izquierda y se fue con éxito en todas ellas, aunque en una el campo se le hizo corto. Y lanzó la falta que Kameni tuvo que sacar de la escuadra antes de que Forlín introdujera el balón en el interior de su propia portería, con un extraño intento de despeje con la espuela.


Sarpong fue la gran noticia del partido, porque disipó en apenas diez minutos todos los miedos que pudiera haber de que se tratara de un nuevo Johantan Estrada. No es nada habitual que se forme una piña sobre un jugador cuando el gol es en propia puerta. Que ayer Sarpong fuera el centro de esa piña demuestra su importancia en el partido. Aunque el gol, logrado a cinco minutos del final, manda siempre en el fútbol, lo cierto es que Sarpong se quedó como el segundo gran protagonista del partido. El primero, indiscutiblemente, es Bravo y es hora de proclamarlo tan alto como se pueda porque parece que no vestir la camiseta del Real Madrid o del Barcelona merma su categoría en los medios de comunicación, que todavía no han hecho justicia con su impresionante estado de forma esta temporada. Ya con 1-0 en el marcador, hizo una prodigiosa estirada que salvó el partido. El balón cruzó el área desde la banda derecha de la defensa realista hasta la contraria. El chileno cruzó a la carrera toda la extensión de su portería para lanzarse a la desesperada y sacar el 1-1. Inevitable que la piel se ponga de gallina. Es un porterazo que ha alcanzado su cenit, que está por encima ahora mismo de todos los porteros de la Liga española (quizá tenga el mismo nivel el alabadísimo en los últimos días De Gea) y, probablemente, de las grandes ligas europeas.

Ellos dos coronaron una buena actuación conjunta de la Real. Eclipsaron el gran partido de un Zurutuza que crece a pasos agigantados en la Primera División y que se ha convertido en el gran argumento por el que Tamudo y Llorente no han jugado juntos todavía de inicio. Se le podría retrasar al mediocentro, pero perdería capacidad de influir en los partidos, y Lasarte parece ser muy consciente de ello. Mikel González y Ansotegi completaron un gran encuentro, acallando las críticas que ha recibido la defensa tras las derrotas en Pamplona y Mallorca. Labaka saltó por primera vez el campo esta temporada para sustituir a un fundido De la Bella, que se resarció de actuaciones anteriores con un magnífico rendimiento. Carlos Martínez, incansable como siempre. Xabi Prieto y Griezmann son jugadores necesarios en esta Real. El primero estuvo intermitente, el segundo necesita un gol para asentar su juego, pero ambos desprenden calidad y peligro en sus acciones casi siempre. Los menos destacados fueron los mediocentros y sobre todo un Aranburu que pareció perdido durante todo el encuentro.

La Real durmió en la duodécima posición con siete puntos, aunque seis de los ocho equipos a los que supera en la tabla jugarán este domingo. Está tres puntos por encima del descenso y, a falta de buena parte de la jornada, a dos de la zona europea. Con tres partidos en casa y otros tantos fuera, Lasarte ya puede sacar sus primeras conclusiones serias. Sabe que, como la temporada pasada, va a tener un equipo rocoso en Anoeta. Sabe que sus victorias seguirán siendo de marcadores cortos. Sabe que los equipos grandes lo van a pasar muy mal ante el conjunto txuri urdin. Y sabe que lejos de San Sebastián es donde está la gran asignatura pendiente de sus jugadores. Tendrá buenas oportunidades de puntuar en las tres próximas salidas, todas contra equipos de su lucha en la parte media-baja (Levante, Málaga y Hércules), con dos partidos intercalados que Anoeta no debería dejar escapar, ante Deportivo y Racing. No es mal comienzo sumar siete puntos en seis partidos y haber perdido en casa sólo de rebote, aunque sepa a poco el punto que ha sumado la Real lejos de Anoeta. Pero el camino es éste, el marcado ante el Villarreal, el Real Madrid y también ante el Espanyol.

1 comentario:

cityground dijo...

Una victoria muy importante por las 3 derrotas anteriores y por el parón de liga.

Partidazo de Bravo, un portero poco valorado por los medios nacionales pero mejor para nosotros que así juega en la Real. Sarpong me gusto, puede aportar cosas interesantes y además puede sustituir a Prieto como a Griezmann, necesitamos jugadores que ayuden desde el banquillo.

La puerta a cero otra vez, esa es una de las claves para la Real, en casa seguimos fuertes ahora hay que mejorar fuera.