Han sido 16 años de trabajo hasta ahora que, necesariamente, han tenido que ir adaptándose a los tiempos. Corazón Txuri Urdin nunca ha sido una labor remunerada o que produzca beneficios. Ni un solo euro. Pero mi alma de comunicador siempre ha obligado a estar ahí, de la mejor manera que pudiera. Eso, la vida es así, ha tenido que ir amoldándose a muchas circunstancias. Por cuestiones de tiempo, dejé de hacer las crónicas de los partidos hace algunas temporadas, y ahora, muy a mi pesar, no me puedo comprometer a mantener las previas que hacía hasta el final de la temporada pasada.
¿Quiere eso decir que Corazón Txuri Urdin desaparece? Ni mucho menos, y de hecho hoy mismo os subo un nuevo artículo. Además, para empezar, sigue vivo a través del podcast que también publicito desde aquí, el podcast de historias sobre la Historia de la Real Sociedad, que tiene ya 119 entregas y que seguirá teniendo muchas más si todo va bien. Y de cuando en cuando me asomaré a la historia, a la estadística, a la actualidad del equipo, pero sin la guillotina de un momento concreto en el que tenga que publicarse un artículo.
¿La razón? La de la foto, la de la personita que ha llegado a mi vida y a mi familia. No se me ocurre una mejor que esa para explicaros que, por mucho que me guste, no puedo escribir tanto como me gustaría, ni sobre la Real ni sobre ninguna otra cosa. Pero la Real siempre va a estar ahí, porque es la Real. No hace falta explicar eso. Este Corazón Txuri Urdin quiere seguir siendo útil, quiere seguir contándoos cosas que a lo mejor no encontráis en otros lugares, quiere seguir mostrando pasión.
Por mi culpa, a Corazón Txuri Urdin le toca renovarse o morir, porque siempre ha sido un esfuerzo personal y la persona y sus circunstancias necesariamente cambian con el paso de los años. Y mientras me queden fuerzas, el camino siempre será el de renovarse. Espero que estéis ahí para verlo.
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