En la temporada 2019-2020, la Real fue sexta y se clasificó para la Europa League. En la 2020-2021, fue quinta y logró el mismo previo. Y en esta 2021-2022, a falta de dos jornadas para el final aseguró el premio europeo por tercera vez consecutiva. Esas tres clasificaciones seguidas son un hito en la historia del club, pues es algo que solo se había producido en una ocasión, con Alberto Ormaetxea a los mandos del equipo. Entonces, la Real acumula dos clasificaciones para la Copa de la UEFA siendo cuarto y segundo en las temporadas 1978-1979 y 1979-1980 y otras dos para la Copa de Europa con los títulos de Liga logrados en 1981-1982. Con la Real de Imanol estamos un escalón por debajo, desde luego, pero haciendo historia igualmente.
Y al hilo de esto, es bueno recordar que la Real sigue aumentado su aventura europea, que la próxima temporada escribirá su decimoctavo capítulo. Han sido diecisiete las veces que el equipo txuri urdin ha logrado el pasaporte continental por su actuación en la Liga. Llegó así a la antigua Copa de Europa en dos ocasiones (1980-1981 y 1981-1982), otras dos a la Champions League (2002-2003 y 2012-2013), ocho más la Copa de la UEFA (1973-1974, 1974-1975, 1978-1979, 1979-1980, 1987-1988, 1989-1990, 1991-1992 y 1997-1998), y cinco con la presente a la Europa League (2013-2014, 2016-2017, 2019-2020 y 2020-2021). La clasificación restante, para la Recopa, llegó por la victoria en la Copa del Rey de la temporada 1986-1987.
Lo de la Real no es casualidad, sino una trayectoria ejemplar. Basta con mirar la progresión del equipo, que siempre ha ocupado una de las siete primeras posiciones de la clasificación liguera, las que al final ha dado plaza continental, a excepción de una jornada, la primera. La derrota por 4-2 en el Camp Nou hizo que el equipo txuri urdin abriera el torneo en decimoctava posición. En las dos siguientes jornadas ocupó la séptima plaza y desde la cuarta jornada, a la que se aupó venciendo en Cádiz, no ha bajado nunca de la sexta plaza. Esa posición, la sexta, es la que más jornadas ha ocupado a lo largo del torneo, en dieciséis de ellas, incluyendo las catorce últimas del campeonato.
Las tres temporadas europeas de la Real han tenido un efecto que también es trascendente. En las tres, ha quedado por delante de su rival más directo, el Athletic. Hacía cuatro décadas que no sucedía algo así, desde que el equipo txuri urdin superó al rojiblanco en las dos temporadas que acabaron con el título de Liga del equipo entrenador por Alberto Ormaetxea (1980-1981 y 1981-1982) y la anterior, la del subcampeonato (1979-1980). Curiosamente, y a diferencia de lo que había sucedido en años anteriores, la Real no ganó ninguno de los dos derbis ante el Athletic, empate a uno en Anoeta y 4-0 en San Mamés.
Si atendemos a los minutos que Imanol ha dado a sus jugadores, hay un once tipo bastante bien definido en la temporada 2021-2022. Este sería el formado por Remiro en la portería, con Le Normand y Aritz como centrales, los laterales para Gorosabel y Aihen, el centro del campo para Zubimendi, Merino y Silva, y un ataque formado por Oyarzabal, Januzaj e Isak. Estos no son los once futbolistas con más minutos de la temporada, entre los once que más suman están Sorloth y Zubeldia, pero estos han sumado menos que sus compañeros de línea. El once tipo, en todo caso, está también condicionado por la ausencia de Rafinha, fichaje del mercado invernal, que de haber estado durante toda la temporada seguramente habría alterado esa alineación.
Estuvo muy cerca el francés de lograr un pleno de minutos en el torneo liguero. Tras disputar sin perderse uno solo los 35 partidos de la competición, una absurda tarjeta que le mostró Arberola Rojas en los momentos previos al lanzamiento de un penalti que solo vio él y que a la Real le costó la derrota ante el Levante, le obligó a cumplir un partido de sanción en la 36ª jornada. En total, entre Liga, Copa y Europa League, el central francés disputó 4.252 minutos repartidos en 48 partidos, todos ellos como titular y 45 completos. En Liga nunca ha sido sustituido. Su brutal temporada le valió el reconocimiento de la Liga como el mejor jugador del mes de octubre.
Imanol Alguacil tiró de hasta 34 jugadores a lo largo de la temporada. 21 de ellos tuvieron dorsal de la primera plantilla durante toda la temporada, a los que habría que sumar a Pacheco, que aún con dorsal del filial era miembro del equipo de Primera División a todos los efectos. Rafinha llegó en el mercado invernal, y hay que sumar un caso curioso, el de Bautista, que jugó la primera jornada de Liga en el Camp Nou como integrante de la plantilla realista pero tras su cesión al Leganés también jugó contra la Real en la eliminatoria de Copa que enfrentó a ambos conjuntos. Esos 45 minutos le sitúan como el jugador del primer equipo que menos minutos disputó en la temporada, por debajo de los 290 de Guridi. Cristo Romero fue el que menos minutos tuvo en el césped con el primer equipo, un total de 27. La cifra de jugadores empleados podría haber sido mayor, hay que recordar que tanto Monreal como Carlos Fernández pasaron la temporada en blanco y no llegaron a debutar por sus lesiones.
Hasta diez jugadores del Sanse llegaron a tener minutos en la primera plantilla a lo largo de la temporada, pero de ellos fueron cinco los que disfrutaron de su debut con los mayores en este curso. Jon Ander Olasagasti fue el único que debutó como titular, jugando los 90 minutos de la primera ronda de Copa, ante el Panadería Pulido. Tanto Jon Karrikaburu como Ander Martín tuvieron un bautismo de fuego testimonial y en Europa League. El primero, en su única presencia en la temporada, en el partido contra el Mónaco en Anoeta, y el segundo, que ha disputado más encuentros, en la ida de los octavos de final contra el Leipzig en Alemania. Los otros dos no van a tener más recorrido, porque eran jugadores cedidos al filial que ya no van a continuar en el club. Germán Valera debutó con 16 minutos en Anoeta y contra el Sevilla, y Cristo Romero hizo lo propio con 11 minutos ante el PSV en Eindhoven.
A pesar de haberse perdido los dos últimos meses de competición, Mikel Oyarzabal ha sido el máximo goleador de la temporada con la camiseta de la Real. Han sido 15 los goles que ha marcado, nueve en Liga, tres en Copa y tres en Europa League. Tan gigantesca es la regularidad del 10 txuri urdin, que ha sido el máximo artillero en las tres competiciones de manera individual. Solo en la competición continental hubo un jugador que llegó a igualar sus números, y fue Isak. Casi la mitad de los tantos logrados por Oyarzabal llegaron desde el punto de penalti, siete (cuatro en Liga, dos en Europa League y uno más en la Copa).
Mikel Oyarzabal no solo se convirtió en el mejor anotador del curso, sino que en el año 2021 logró una hazaña al alcance de muy pocos, al anotar al menos un gol en nada menos que diez competiciones oficiales diferentes. Con la Real marcó en las dos ligas que tuvieron recorrido en ese año, las de las temporadas 2020-2021 y 2021-2022; en las tres ediciones de Copa, las de esos dos cursos ya mencionados y en la final aplazada de la 2019-2020; en la Europa League, 2021-2022 y en la Supercopa de ese mismo ejercicio. Con la selección nacional lo hizo en las tres fases finales disputadas, la de la Eurocopa, la de los Juegos Olímpicos y la de la Nations League. Solo le faltó una competición para mejorar ese hito, la Europa League 2020-2021, y tuvo la opción con aquel penalti que mandó fuera en Manchester.
Un total de diecisiete jugadores marcaron al menos un gol a lo largo de la temporada, aunque los registros fueron muy bajos. Hasta cinco de ellos marcaron en una sola ocasión (Aihen, Djouahra, Turrientes, Barrenetxea y Rafinha) y cinco más lograron dos (Silva, Guridi, Portu, Le Normand y Lobete). Zubimendi hizo tres, Merino y Artiz lograron cuatro dianas, Januzaj marcó en cinco ocasiones y los dos delanteros del equipo siguen en datos anotadores a Oyarzabal con ocho en el caso de Sorloth y con diez en el Isak. Además del resto de jugadores del Sanse que se asomaron a la élite y de los dos porteros, de la primera plantilla se quedaron sin marcar Gorosabel, Guevara, Zaldua, Pacheco, Zubeldia, Diego Rico e Illarramendi.
Es asombroso que Anoeta haya sido, con diferencia, el estadio que menos goles ha visto durante la Liga que ha acabado de terminar. Desde e estadio donostiarra solo se han podido lanzar los tradicionales cohetes en 25 ocasiones. El estadio que más se acerca, y no es demasiado, es el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, en el que se han visto 36 goles. La Real solo ha marcado 16 tantos como local, la cifra más baja del campeonato, uno menos de los que celebró Osasuna en El Sadar y Alavés en Mendizorroza. Eso sí, el equipo txuri urdin ha sido menos goleado en casa, apenas ha encajado nueve goles, cuatro menos de los que recibió el campeón, el Real Madrid, en el Santiago Bernabéu. El tope en Anoeta de la Real, el 3-0 al Cádiz.
David Silva se convirtió en el jugador que más pases de gol dio durante la temporada. Seis de ellos acabaron con un remate ganador, por encima de las cuatro asistencias que dieron Gorosabel, Merino y Oyarzabal. Lo curioso de los datos del canario es que sus seis asistencias tuvieron lugar en partido de Liga y cinco de ellas en el tramo final de la temporada, en los ocho últimos partidos que jugó. Si miramos solo los partidos de Europa League, los máximos asistentes fueron Januzaj y Zaldua, con dos pases definitivos cada uno, y en la Copa nadie dio más de uno.
Hay un dato brutal que demuestra la gigantesca madurez defensiva que ha alcanzado el equipo con Imanol a los mandos, y es que en los 51 partidos que ha jugado ha conseguido no encajar ni un solo gol en casi la mitad. en 25. Veinte de ellos fueron en Copa, dos en la Europa League y tres más en Copa. Remiro ha acaparado la mayor parte de esas porterías a cero, lográndolas casi todas, 22, 19 en Liga y catorce de ellas fueron en Anoeta, convirtiéndose en el guardameta de la Liga que más veces ha salido de su campo sin encajar un solo gol en casa en Primera División en el siglo XXI, superando a Oblak, que había llegado a trece con el Atlético de Madrid en tres temporadas distintas. Las tres porterías a cero restantes de la Real en este curso fueron de Ryan, aunque dos de ellas en la Copa y contra rivales de inferior categoría.
No es la Real un equipo que se distinga por las expulsiones, pero sí es bastante llamativo que de las cuatro expulsiones que ha sufrido la Real este año tres hayan sido por roja directa... y las tres en Anoeta. Eso le sucedió a Mikel Oyarzabal ante el Villarreal, Aritz Elustondo ante el Valencia y David Silva ante el Betis, los tres en partido de Liga y todos ellos tuvieron que cumplir por ello dos encuentros de sanción. La otra expulsión de la temporada, por doble amarilla, la sufrió Aihen Miñoz, también en Anoeta, y contra el Mallorca. Este fue el único partido que la Real ganó en inferioridad y el gol de Lobete en el descuento que dio ese triunfo el único que marcó teniendo un jugador menos que su rival en el campo. Una consecuencia lógica pero destacable de estos datos es que la Real no sufrió ninguna expulsión jugando como visitante.
Esta temporada ha significado para Portu la pérdida del puesto que ha tenido en los últimos años en el once titular, pero ni mucho menos ha dejado Imanol de contar con él. Tanto es así, que el murciano ha sido el relevo preferido desde el banquillo. Hasta en 25 de los 49 partidos que ha jugado, más de la mitad, entró en el partido como suplente. En el lado contrario, el jugador que más veces ha abandonado el terreno de juego para dejar su sitio a otro compañero por decisión de Imanol ha sido Isak. Ha sido uno de los relevados en 28 ocasiones, el sueco solo ha conseguido jugar los 90 minutos en siete partidos.
Una temporada más, hay un signo preocupante en el rendimiento del equipo realista, y es que los conjuntos de la parte alta de la tabla se le resisten de una manera evidente. Contra los otros seis equipos que ha conseguido plaza europea, el conjunto entrenado por Imanol ha conseguido una única victoria, la que logró en la jornada 37ª en Villarreal. Contra Real Madrid y Barcelona, dos derrotas, y contra Atlético, Sevilla y Betis solo logró sumar uno de los seis puntos en disputa en estos encuentros. Incluso si miramos más abajo, contra el Athletic, octavo, solo se sumó un punto; contra el Valencia, noveno, dos. El primer equipo de la tabla contra el que se sumaron los seis puntos de la temporada fue el Osasuna, 0-2 en El Sadar y 1-0 en Anoeta. Escaso bagaje que, además, hizo que la batalla europea se lidiara con el average particular perdido con todos los rivales.
El primer gran reto de la temporada recién finalizada fue el de tratar de romper una racha de 23 derrotas consecutivas en el Camp Nou, escenario en el que la Real jugó en la primera jornada de Liga. El hecho de ser el primer partido hacía albergar esperanzas, pero el equipo txuri urdin hizo 70 minutos muy malos, se puso 3-0 en el marcador y enterró todas sus opciones de romper el malefició del recinto culé. Hubo reacción, y los goles de Lobete y Oyarzabal de falta directa metieron el miedo en el cuerpo al equipo entonces entrenado por Ronald Koeman, pero un gol más en el tiempo añadido certificó el 4-2 final y una pica más en esta larga travesía en el desierto sin puntuar en el Camp Nou, algo que la Real no hace desde el 1-1 de la temporada 1994-1995, con Imanol vestido de corto.
Si hace no tanto nos alegrábamos de haber roto una sequía de títulos que duró 34 años, justo esa es ahora la marca temporal a la que hace frente a la Real en su andadura europea. Ese es el tiempo que hace que no supera los octavos de final de una competición continental. La última vez que lo logró fue en la Copa de la UEFA de la temporada 1988-1989, después de superar en eliminatorias a doble partido a Dukla de Praga, Sporting de Lisboa y Colonia, para caer en cuartos de final ante el Sttutgart alemán en una dramática tanda de penaltis. En esta ocasión, fue otro conjunto alemán, el Leipzig, el que dejó al equipo txuri urdin nuevamente en los octavos de final de la Europa League. La próxima temporada, nuevo intento de romper ese techo.
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