Una vez más, habrá que esperar hasta el final para conocer la convocatoria de Imanol, pero a tenor de lo explicado por el técnico tendrá a priori disponibles a 24 futbolistas y se podrá hasta permitir el lujo de descartar a un jugador. Las bajas son las ya conocidas, las de Monreal, Barrenetxea y Carlos Fernández. Parece que Aihen Muñoz, Guridi, Illarramendi y Turrientes ya tienen el alta médica después de haber pasado la covid, y da la sensación de que Sorloth será la única baja por este motivo. Para conocer el nombre del descarte o si hay algún jugador más que se vea obligado a perderse la jornada habrá que esperar hasta los momentos previos, como está siendo habitual en los últimos encuentros, de Liga o de Copa.
Y lo mismo sucede con el once inicial. Imanol tratará de acercarse lo más posible al once inicial tipo. En principio, Remiro volverá a colocarse bajo palos, y la defensa en teoría tendrían que formarla Zaldua y Rico en las bandas, con alguna sorpresa si Gorosabel o Aihen están en condiciones de jugar los 90 minutos, y Le Normand y Aritz en el centro. Para la medular quedarán Zubimendi, Merino y Silva. Y en ataque sería extraño que no jugaran Oyarzabal, Januzaj e Isak, ya que la ausencia de Barrenetxea limita las sorpresas en la línea de ataque. Rafinha debutará en una convocatoria liguera y aspira a jugar sus primeros minutos con la camiseta txuri urdin, aunque a tenor de las palabras de Imanol no será como titular.
La Real arranca la segunda vuelta en la séptima posición, con 30 puntos, uno menos que el quinto, el Barcelona, y dos menos que el cuarto, el Atlético de Madrid, con dos por encima del octavo. Su rival, el Celta, es duodécimo con 23, a la misma distancia del propio equipo txuri urdin como del equipo que cierra la zona de descenso, el Alavés. El conjunto de Imanol necesita romper una racha de nada menos que seis jornadas sin ganar, con dos puntos de dieciocho posibles, y arreglar de nuevo sus números como local, ya que nadie de la parte alta ha ganado menos partidos en casa que la Real, solo cuatro de los nueve que ha jugado, y nadie ha metido menos goles ante su afición, solo seis, en toda la Primera División. El Celta viene de ser eliminado en Copa, pero con tres jornadas sin perder y dos victorias seguidas. Fuera de casa no pierde desde la octava jornada y ha puntuado en siete de sus nueve salidas, cuatro victorias y tres empates.
La historia dice que la Real es superior al Celta cuando recibe al conjunto gallego en suelo gipuzkoano. De los 49 encuentros que se han jugado en Primera División, 29 han caído del lado txuri urdin, por trece empates y siete triunfos celtiñas. 7-2 es la mayor goleada que se ha visto en estos encuentros, en la temporada 1952-1953, cuando marcaron por parte realista Echeveste e Igoa en dos ocasiones, Juan Francisco en propia puerta, Carlos y Barinaga. El Celta, en cambio, logró su victoria más holgada en la temporada 1970-1971, 1-3. Ojo a la historia reciente, no obstante, porque hay igualdad absoluta: en los siete últimos partidos, tres victorias para cada equipo y un empate. La estadística se completa
En visita del Celta en la temporada 2020-2021 la Real se llevó los tres puntos. Una victoria tan necesaria como ahora, tras cinco jornadas sin ganar, por cierto. El equipo visitante se adelantó a los 22 minutos con un gol de Hugo Mallo, de cabeza y en un córner. La Real solo tardó tres minutos en llevar el empate al marcador, al aprovechar Portu un precioso pase interior de Carlos Fernández. Casi a renglón seguido, un clamoroso penalti sobre Isak que Gil Manzano quiso ver fuera del área hasta que el VAR le rectificó, no significó el empate porque el propio delantero sueco no acertó. Paró Iván Villar adelantándose, pero Gil Manzano obvió esa posición y anuló el gol que hizo Carlos Fernández en el rechace por haber entrado en el área antes de tiempo. El 2-1 definitivo, todavía en la primera parte, sí llegó de penalti. Lo transformó Januzaj, tras un agarrón a Le Normand. El Celta tuvo opciones de empatar y Portu de sentenciar con un balón al palo, pero el marcador ya no se movió más.
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