Le Normand, en el partido de la pasada Liga en Getafe. |
Por primera vez desde que arrancó esta atípica fase de la Liga que nos ha tocado vivir, Imanol ha optado por no ofrecer la convocatoria en la víspera. No hay en realidad demasiadas armas que ocultar cuando hasta 23 futbolistas pueden formar parte del grupo, pero así lo ha decidido el técnico txuri urdin. No da la sensación de que esto tenga algo que ver con la posibilidad de recuperar jugadores, ya que aunque Imanol habló de la opción de que Barrenetxea entrara en el grupo antes de que acabe la Liga no será precisamente para este encuentro a tenor de lo que sabemos. Sangalli, ya confirmada su baja de seis meses, Illarramendi y Guevara son los otros jugadores que se pierden seguro el coche por lesión. Llorente, que ante el Celta cumplió ciclo de amonestaciones, no lo hará por sanción. Por eso, además de Pacheco, tiene opciones de colarse en la convocatoria Aranbarri junto a los demás potrillos que ya habitualmente completan la lista.
Es todo un juego de adivinación saber dónde rotará Imanol, pero sí sabemos seguro dónde no lo hará, en la portería. Remiro será el arquero titular como de costumbre, con una defensa a priori formada por Aritz y Le Normand por el centro y Zaldua y Monreal en las bandas. Zubeldia volverá al centro del campo después de los buenos minutos de Zubimendi, acompañando a Merino y Odegaard, aunque el bajo estado de forma del noruego y el hecho de ser uno de los habituales sustituidos por este motivo le pone también en posición algo más dudosa de lo que podíamos haber imaginado. Oyarzabal parece el único fijo en ataque, seguramente acompañado por Januzaj, de lo mejor de la Real en el reinicio, y quizá Isaak. Willian José y Portu tienen también sus opciones para jugar. Aihen, Gorosabel y los potrillos acompañarán seguramente en el banquillo a los potrillos que esperarán su oportunidad en la segunda mitad.
A pesar de las cuatro jornadas sin ganar y de sumar uno de doce puntos posibles, la Real mantiene la séptima posición, europea si no se juega la final de Copa. Tiene 47 puntos, a uno de la sexta plaza, a seis ahora mismo de una Champions que parece ya muy complicada y solo uno por encima de su máximo perseguidor, el Valencia. El Getafe, por su parte, es quinto con 49 puntos. El duelo se antoja decisivo y hay que recordar el average particular, ahora en manos del Getafe por el 1-2 de Anoeta. Lejos de casa, la Real ha puntuado más de lo que ha perdido, seis victorias y dos empates por siete derrotas, el último triunfo en Eibar por 1-2, en el primer partido sin público, el único antes de la suspensión. Es la única victoria que ha conseguido en sus cinco últimos partidos como visitante, lo demás son cuatro derrotas. El Getafe tampoco ha ganado en el reinicio, pero suma por empates sus tres últimos partidos y acumula cuatro jornadas sin ganar como local, una derrota y tres igualadas.
La historia de los donostiarras contra el equipo azulón, corta y reciente, indica que Getafe no es un sitio de grandes recuerdos para la Real. Sus once encuentros previos se han disputado siempre en Primera División, y el balance es muy positivo para los locales, con siete victorias, solo dos triunfos de la Real y otros tantos empates. El día de mayor gloria para el equipo txuri urdin fue el 0-4 que logró en la temporada 2010-2011, con goles de Griezmann, Xabi Prieto de penalti y dos más de Aranburu. El Getafe nunca ha goleado a la Real, y su victoria más clara es el 2-0 de la temporada 2004-2005. Los realistas solo se han impuesto en uno de los seis últimos partidos en Getafe, y acumulan dos derrotas consecutivas en el Coliseum. Son choques de marcadores cortos, nunca se han marcado más de cuatro goles en ninguno de los precedentes.
La pasada temporada, la 2018-2019, el triunfo del Getafe fue el más corto posible, 1-0, y además con un muy tempranero gol de Jorge Molina, que no tuvo más que impulsar el balón al fondo de la portería de Moyá después de una mala salida de este tras un error de Gorosabel. Djené pudo aumentar la cuenta del Getafe con un balón al larguero. Juanmi tuvo las mejores ocasiones para empatar tanto en la primera parte con un mano a mano que quiso terminar con una fallida vaselina como en la segunda con un cabezazo a centro de Oyarzabal que obligó a David Soria a hacer la parada del partido, pero los de Asier Garitano no fueron capaces de terminar el partido apretando la portería local. Dos derrotas consecutivas colocaban ya al equipo mirando hacia abajo a mediados de diciembre.
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