Aritz, ausente esta vez, marcó ante el Barcelona la pasada Liga. |
Es curioso que la novedad en la lista sea una que, salvo giro inesperado de los acontecimientos, no vaya a tener trascendencia en el encuentro de mañana. Sagnan entra en la lista por las ausencias defensivas, la de Le Normand por sanción y la de Aritz por lesión, pero parece muy poco probable que Imanol apueste por darle el estreno oficial con la camiseta txuri urdin en el partido contra el Barcelona. Las ausencias por problemas médicos, que son las ya conocidas de Illarramendi y Zurutuza (no parece probable que ninguno de los tres lesionados vaya a volver antes de que acabe el año), hacen que el técnico realista solo tenga que decidir dos descartes para este encuentro, y uno está ya marcado de antemano, el de Rubén Pardo. El otro es Aihen Muñoz, que está teniendo una temporada muy complicada al ser Monreal uno de los jugadores indiscutibles para el preparador realista.
Así las cosas, parece que los únicos cambios que introducirá Imanol en el once inicial son los motivados por las ausencias obligadas. Remiro será una jornada más el guardameta titular. En los laterales jugarán Zaldua y Monreal. Los centrales serán Llorente y Zubeldia, lo que deja vía libre a Guevara para mantenerse como el primero de los centrocampistas. Junto a él en la medular estarán Merino y Odegaard. Y la punta de ataque la completarán Portu, Oyarzabal y Willian José. De ser estos los planes del técnico, para el banquillo quedarían Moyá como guardameta suplente, Sangnan y Gorosabel como recambios para la defensa, Sangalli como único centrocampista, y mucha pólvora para el ataque, con Januzaj, Barrenetxea e Isak.
La Real no tiene opciones de mejorar en la tabla esta jornada, pero sí busca meterse en las peleas grandes. Es cuarta con 27 puntos, cuatro por debajo del tercero, el Sevilla, y siete por detrás de su rival, el líder, el Barcelona. Por detrás la cosa está muy apretada y la ventaja realista sobre el séptimo clasificado es de solo un punto y de tres sobre el noveno. El equipo de Imanol, que siempre ha marcado por lo menos un gol en cada uno de sus partidos como local, viene de dos jornadas sin perder, cuatro puntos de seis posibles, aunque se le han escapado puntos de tres de los siete partidos jugados en Anoeta, dos derrotas (Getafe y Levante) y un empate (Leganés). El Barcelona, que se presenta en Donostia con cuatro victorias consecutivas que le han devuelto la primera plaza de la clasificación, es el equipo más goleador de la competición, pero fuera de casa también encaja muchos goles, once a favor y nuevo en contra lejos del Camp Nou.
Real Sociedad y Barcelona se han visto las caras en Donostia en 72 ocasiones, siempre por supuesto en Primera División. Son 29 los partidos que se quedaron en casa, 19 los que venció el Barça y los 24 restantes acabaron en empate. 4-1 es la mayor goleada que le ha endosado el conjunto txuri urdin al blaugrana, y fue en dos ocasiones. En la temporada 1930-1931 los goles realistas los hicieron Cholín, Bienzobas por partida doble y Mariscal, en la 1987-1988 los anotados fueron Górriz, Zamora en dos ocasiones y José Mari Bakero. Por contra, la mayor goleada lograda por el Barcelona en San Sebastián es el 0-6 de la campaña 2000-2001. El equipo ahora entrenado por Valverde acumula dos victorias consecutivas en Anoeta, rompiendo una racha de siete sin perder de la Real ante el Barcelona, con cinco victorias y dos empates desde el último ascenso, el de 2010.
En la pasada temporada, la 2018-2019, la visita del Barcelona coincidió con el estreno del nuevo Anoeta y con la despedida de Imanol Agirretxe, pero la Real no pudo celebrar ambas con una victoria. Y eso que las cosas no pudieron empezar mejor, con el equipo txuri urdin adelantándose en el marcador a los doce minutos de juego. Héctor Moreno ganó por alto una falta lateral y el balón suelto en el área lo enganchó Aritz Elustondo como si le fuera la vida en ello para marcar el 0-1. Ya en la segunda parte, la Real disfrutó de dos mano a mano con Ter Stegen, primero de Theo Hernández y después de Juanmi, pero ambos estrellaron el balón en el meta culé. Y cumpliendo el tópico de que quien perdona lo paga, el Barcelona castigó a la Real y se acabó llevando la victoria de manera cruel. El 1-1 llegó en el 63, con un Rulli muy blando a la hora de despejar un balón parado y un Suárez muy incisivo para marcar el gol. Y tres minutos después, tras una torpe salida del argentino, Dembelé no tuvo más que dirigir el balón al fondo de una portería sin guardameta.
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