Merino, en el partido de la Liga pasada en el Sánchez Pizjuán. |
Dados los horarios de la Liga y la enorme disposición de los jugadores de la que Imanol no deja de hablar maravillas jornada a jornada, vamos a tener que acostumbrarnos a que se siga repitiendo la situación de que el técnico txuri urdin esconda sus cartas hasta el final. El viaje a Sevilla se produce en el mismo día del partido y el técnico tiene a todos los futbolistas de la plantilla a su disposición a excepción de Illarramendi. Eso, en otras palabras, quiere decir que tiene que haber cinco descartes. Uno de ellos probablemente seguirá siendo Sagnan, pero con el paso de las fechas se va a acercando la posibilidad de verle debutar. Habrá que ver si sigue siendo otro descartado Pardo, el único que se ha quedado fuera hasta ahora de todas las convocatorias aún mostrando tanto ánimo como el que más en las redes sociales y sin que nadie haya dicho oficialmente que está apartado. Willian José, que sufrió un golpe en la cara ante el Alavés, ya dejó claro que está en plenas facultades.
Lo más probable es que en Sevilla veamos un equipo más parecido al que superó a Atlético de Madrid y Espanyol que al que venció la pasada jornada en el derbi ante el Alavés. La gran duda ahora está en la portería, pero Remiro podría mantenerse a pesar de que Moya firmó un inicio de campaña sensacional. Por delante de él, Llorente y Aritz seguirían en el centro de la zaga, volverá Zaldua a la derecha tras el debut esta temporada de Gorosabel, y seguramente mantendrá la izquierda Monreal. Por delante, Zubeldía recuperará el eje del centro del campo, sentando a Guevara tras su buena actuación ante el Alavés, y le acompañarán de nuevo Merino y Odegaard, sin descartar que Imanol pueda apostar por Zurutuza por primera vez de inicio esta temporada. Con Oyarzabal y Willian José fijos, aún con Isak siempre alerta para aprovechar cualquier oportunidad la tercera plaza del ataque se la juegan varios futbolistas, Portu, Januzaj y Barrenetxea. Da la sensación de que cuenta con alguna opción más el segundo.
Mirar la clasificación es una inyección de ilusión como hacía tiempo que no se recordaba. La Real acabó la jornada intersemanal segunda, con 13 puntos, a solo uno del líder en solitario, el Real Madrid. El Sevilla, por su parte, es séptimo con 10. El equipo txuri urdin llega a esta jornada después de tres victorias consecutivas, después de haber sufrido solo una derrota y con tres partidos sin encajar un solo gol. El equipo hispalense, por su parte, arrancó con cuatro jornadas sin perder y ahora arrastra dos derrotas consecutivas. El Sánchez Pizjuán solo ha visto tres goles y, por ahora, ninguna victoria del equipo local en los dos partidos disputados. La Real ha conseguido marcar en todos sus partidos, cuatro de ellos fuera de casa, a excepción del encuentro disputado en San Mamés, precisamente su única derrota. Eso ha hecho que el equipo de Imanol sea el segundo menos goleado, solo por detrás del Athletic.
La estadística es favorable al Sevilla en sus enfrentamientos ante la Real en suelo andaluz, que siempre será el lugar en el que se escapó la primera Liga, la de la campaña 1979-1980. Han sido 59 los partidos que han disputado estos dos equipos, con 34 victorias de los locales, trece de los visitantes y doce empates. Desde el regreso de la Real a Primera División en 2010, han sido nueve los partidos ante el Sevilla, también con ventaja para los locales, que han ganado seis de esos encuentros, por victorias de la Real y un empate. La victoria txuri urdin más holgada es el 0-3 que se dio en dos ocasiones, en la 1976-1977 con dos goles de Satrústegui y uno de Gaztelu, y en la 1983-1984 con tantos de Orbegozo, Uralde y López Ufarte El Sevilla, por su parte, tiene el mejor registro con el 7-2 de la 1934-1935. La Real no gana en el Pizjuán desde el 1-2 de la temporada 2015-2016, y lleva dos derrotas consecutivas.
La pasada temporada, la 2018-2019, el Sevilla arrasó a la Real en una incomprensible desconexión en la segunda parte, después de una primera mitad en la que no fue inferior a los locales. De hecho, al descanso se llegó con 1-1. Marcó Sarabia en el minuto 25 y empató Oyarzabal apenas tres minutos después. Pero tras pasar por los vestuarios la Real desapareció. Tres tantos de Ben Yedder en apenas 13 minutos, entre el 48 y el 61, liquidaron cualquier opción de puntuar en el Sánchez Pizjuán, y el gol en propia puerta de Oyarzabal acabó de rematar una noche aciaga. El propio Oyarzabal, en el minuto 77, puso el 5-2 definitivo, sin que sirviera para maquillar un pobrísimo partido de los de Imanol, de largo el peor de la temporada, y que veía cómo en este punto de la Liga se le escapaba el tren europeo, cuando tenía opciones de entrar de lleno en esa pelea y superar a lo que entonces parecía un rival directo.
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