Así adelantó Zurutuza a la Real en San Mamés la pasada campaña. |
No deja de ser curioso que justo antes del derbi la noticia sea que los tres descartes de Eusebio sean tres canteranos que no terminan de encontrar su hueco con el técnico realista. Poca sorpresa ya con los nombres de Pardo o Bautista, claramente la última preferencia de Eusebio en las líneas medias y de ataque, quizás sea más debatible la presencia en la lista de los descartes de Aritz Elustondo. Oyarzabal había hecho saltar las alarmas en Zubieta pero estará en San Mames. Todavía no están listos ni Guridi ni Agirretxe, aunque cada vez queda menos para volver a verles sobre el terreno de juego. La ausencia también conocida de Kevin Rodrigues hace que Carlos Martínez vuelva a tener hueco entre los 18 escogidos.
Los precedentes y las informaciones de la semana hacen que haya una sola duda en el once. No hay ninguna en la retaguardia, donde jugarán Rulli bajo palos, Iñigo Martínez y Llorente en el centro de la defensa y Odriozola y De la Bella en las bandas. Con Illarramendi y Zurutuza como innegociables, la duda es si Eusebio apostará por un centro del campo más firme, como en el Wanda Metropolitano, con Zubeldia por detrás de ellos, o si buscará un once más parecido a su idea, con el centro del campo completado con Xabi Prieto. Parece difícil que el capitán se pierda su último derbi en San Mames, con lo que Januzaj podría ser el sacrificado. Arriba estarán Oyarzabal y Willian José. Para el banquillo quedan Toño, Carlos Martínez, Navas, Canales, Vela y Juanmi.
Tras su derrota ante el entonces colista, el Málaga, la Real cayó a la décima posición con 19 puntos. Está a dos de la última plaza europea, la sexta, que ocupa el Villarreal, y siete por encima del descenso. El Athletic, tras ganar en el campo del Levante, subió a la decimocuarta posición, con 17 puntos. El equipo txuri urdin solo ha logrado una victoria en sus últimos siete partidos, seis de 21 puntos posibles, lo que ha devorado su espectacular arranque de Liga. El conjunto bilbaino, por su parte, llega con cuatro jornadas sin perder en las que ha sumado esos seis puntos para los que la Real ha necesitado tres partidos más. Son los dos peores equipos de las diez últimas jornadas. Los de Eusebio suman como visitantes las mismas victorias que derrotas, tres, y mantiene una honrosa sexta plaza en la clasificación contando solo los partidos a domicilio. Los de Ziganda apenas suman más puntos como locales que cuatro equipos. Han logrado nueve de 21 y no ganan en San Mamés desde que superaron al Sevilla a mediados de octubre. Desde entonces, dos empates y una derrota.
Ya han sido 70 los derbis ligueros que se han disputado en Bilbao, siempre en Primera División, y la estadística es una aliada más del Athletic. La Real solo ha ganado en 13 ocasiones, a los que suma 19 empates, y ha caído derrotada en 38 de esos encuentros, más de la mitad. El 1-4 de la temporada 1987-1988, con dos goles de Begiristain, uno de Loren y otro de Bakero, sigue siendo la goleada más contundente lograda por el conjunto txuri urdin en San Mamés, sea el antiguo o el actual. El Athletic, por su parte consiguió su mejor resultado ante la Real en la temporada 1934-1935, un 7-0. Desde el último ascenso, los datos ya no son tan favorables a los locales, puesto que la Real ha ganado en dos ocasiones, ha empatado otros tantos partidos y ha perdido tres.
La pasada temporada, la 2016-2017, la Real sufrió su primera derrota en el nuevo San Mamés, y lo hizo de una manera entonces sorprendente pero que hoy se ha convertido casi en norma. El equipo de Eusebio cayó víctima de su estilo y de su fragilidad. Porque todo se puso de cara cuando Zurutuza adelantó a la Real al cuarto de hora, aprovechando un córner y entrando completamente solo casi por el centro del área. Con el partido controlado, la Real se dejó empatar con demasiada facilidad a los cinco minutos de la reanudación. Munian disparó sin oposición desde la frontal del área y puso el balón lejos del alcance de Rulli. Un despropósito de jugada que inició una mala cesión de Navas a Rulli acabó con una vaselina de Aduriz para remontar. Y sin que la Real se diera cuenta, estaba siendo goleada. En el 71 y otra jugada absurda en defensa, Williams hizo el 3-1. Iñigo Martínez recortó distancias en el 82 con un sensacional cabezazo, pero solo maquilló el resultado.
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