sábado, diciembre 18, 2010

REAL SOCIEDAD 1 - VALENCIA 2 La Real se queda sin su justo premio

Qué cosas tiene el fútbol. Una buena Real, bastante superior al Valencia en casi todas las facetas del juego, no sólo no ganó el partido, que lo mereció, sino que lo acabó perdiendo por un error de Bravo en el descuento. Derrota muy, muy injusta la que ha cosechado hoy el equipo txuri urdin, ante un Valencia que dio muestras de conformismo con el empate durante toda la segunda mitad, que sólo creó un poco de peligro, muy poco, a balón parado, y que se encontró con la fortuna que le ha faltado a la Real en bastantes encuentros de esta primer tramo de la temporada. En los últimos años, al equipo txuri urdin le ha costado bastante sujetar empates que son más valiosos de lo que parecen y el partido de hoy entronca perfectamente en esa reciente tradición. Ese es el demérito txuri urdin de hoy. Y no es que la Real haya hecho un gran partido, pero sí ha sido mejor que un equipo que, no olvidemos, está entre los 16 mejores de la presente edición de la Champions League. Hoy ha faltado acierto, sobre todo de los jugadores de más categoría, pero la entrega ha sido máxima. Pese a la derrota, el encuentro encaja en la buena línea de la temporada y borra parcialmente, totalmente no por culpa del resultado, la pasiva imagen ofrecida durante 80 minutos del partido del Camp Nou.

Martín Lasarte no dejó lugar a la sorpresa y apostó por su once de gala. El comienzo del partido, no obstante, no fue nada bueno. La Real pujante de los primeros minutos de Anoeta no apareció, y dio la sensación de dejar de partida el balón al Valencia, un equipo que no se suele mostrar demasiado cómodo con la posesión lejos de Mestalla. Y el Valencia tocaba, rondaba bastante el área de Bravo pero sin excesivo peligro. Se podría haber dicho que ninguno, si no fuera por una falta que botó Joaquín y que Bravo dejó muerta en el área pequeña para que Ricardo Costa mandara el balón por encima del larguero. Y es que el balón parado fue la gran preocupación para la Real en este partido (es constante que se pille a la defensa realista en los cornes; ojo y a trabajarlo en Zubieta). En juego, el Valencia rondaba, pero el gran partido de los centrales, sobre todo de Mikel González, conjuraba toda posibilidad de que el marcador se moviera a favor del conjunto levantino. La Real apareció al cuarto de hora. Más vale tarde que nunca, y más si el equipo rival no ha sido capaz de aprovechar esos minutos de sesteo. En Barcelona la Real salió más entonada y a los ocho minutos ya iba perdiendo. Hoy salió mal y aguantó con su portería a cero sin demasiados apuros.

Lo que el Valencia no aprovechó, acabó por regalárselo a la Real. David Navarro, un peligro en los saltos, golpeó a Zurutuza en la cara con el brazo y dentro del área. Penalti. Llamadlo tonto si queréis, pero es penalti. Xabi Prieto lo marcó con la seguridad y la clase habituales y por el mismo sitio por el que batió a Gorka Iraizoz en el derbi ante el Athletic. Empezaron ahí los mejores minutos de la Real, en los que demostró que no hay rivales que se puedan pavonear de ser superiores al equipo de Lasarte sin jugar el partido (salvedad hecha de Barcelona y Madrid, y veremos en Anoeta qué pasa con el equipo culé porque el merengue lo pasó mal). La ocasión más clara de la Real en esos minutos la tuvo Griezmann, y César (que acabó sustituido por lesión) respondió al disparo un pelín demasiado flojo del francés con un paradón. Lo cierto es que Griezmann tuvo presencia en el área, pero fuera de ella estuvo imprecisado y equivocado en la mayoría de los lances. Llorente estuve cerca también del gol en en una jugada en la que hubo un encontronazo con César dentro del área valencianista. Lance, por cierto, en el que César se hartó de insultar descarada y reiterativamente a Llorente sin que el árbitro sacara una más que merecida tarjeta amarilla.

Y una tarjeta más podría haber marcado el desarrollo del partido. En un contraataque realista, Llorente es derribado sin balón con un golpe en la cara. Nadie pita nada. No pude ver bien qué jugador del Valencia cometió la infracción, una clara agresión que tendría que haberse saldado con tarjeta roja. Creo que fue Tino Costa. Y Tino Costa fue el autor del empate a uno ya en el descuento de la primera mitad, con un espectacular disparo de falta que se coló por la escuadra a la derecha de Bravo. Sí, era su palo, pero ahí no se puede buscar un error que no existe. Es un golazo. El contrario también juega. Pero, claro, queda la duda de si ese contrario en particular tendría que haber estado jugando en el momento en el que marcó el gol. De ser Tino Costa, esa jugada es la demostración más clara del injusto reparto de cartulinas que ofreció Iglesias Villanueva durante el partido. Quizá le quedaron dudas del penalti que señaló y, ante la ausencia de jugadas polémicas en el interior del área realista, quiso compensarlo así. No hay otra forma de explicarse, por ejemplo, la tarjeta amarilla que ve Xabi Prieto, puede que también la de De la Bella, o por qué Maduro no vio amonestación en un durísimo plantillazo sobre Carlos Martínez (que también estuvo desafortunadísimo con el balón en los pies).

El caso es que, a los puntos, el empate de la primera mitad tampoco se podía considerar del todo injusto. En la segunda mitad, en cambio, el panorama fue distinto. No ya porque la Real hiciera un gran partido, insisto, pero tal y como dijo Lasarte fue su equipo el que generó más. Más fútbol y más ocasiones. La más clara la tuvo Zurutuza, quien después de un buen regate en el interior del área pequeña vio como un defensa rozaba el balón, despejándolo a corner. También Griezmann pudo marcar en una falta en centro chut que despejó ya Guaita con muchos apuros. Aunque Emey lo negó, al Valencia el empate le satisfacía. No hay otra forma de explicar las pérdidas de tiempo, por ejemplo, de su portero o la escasez de hombres con la que lanzaba sus ataques. Todo parecía fiado por parte del equipo visitante a que Joaquín (algo fallón), Soldado (desaparecido), Mata (inexistente) y Aduriz pudieran sujetar algún balón. En la Real sí hay un reproche claro que hacer, y es el tiempo que Lasarte dejó pasar antes de meter cambios. Tanto es así, que el técnico uruguayo ni siquiera completo el cupo. Sólo introdujo a Tamudo por Llorente y Sarpong por Zurutuza. Con este segundo cambio, la variante fue colocar a Griezmann como mediapunta, intentado, sin demasiado éxito, que ahí participara algo más en el juego.

La Real ha demostrado lo que viene demostrando durante toda la temporada, que es un equipo muy competitivo que se lo va a poner difícil, al menos en Anoeta, a todos los equipos, tengan la calidad que tengan. Pero eso, por sí solo, no da puntos. Y lo cierto es que, como dijo Lasarte, hubo detalles de inocencia que colaboraron para que la Real no ganara el partido. Como la larga conducción de balón de Griezmann que dejó en bandeja a Tino Costa la posibilidad de cortarlo en falta sin pensar siquiera en la opción de jugar el balón (¿por qué nadie del mundo del fútbol reflexiona sobre el daño que hacen esas jugadas defensivas en lugar de asumir que sólo se puede castigar con tarjeta amarilla tal ejercicio de cinismo antideportivo?). Como algunos despejes hechos simplemente por despejar, sin pensar en nada más. Como algún balón perdido que dio opciones al Valencia. O como algún pase precipitada buscando jugadas imposibles. Eso ayudo. Pero hoy nadie podrá negar que la derrota se debió a circunstancias muy puntuales y a auténtica mala suerte plasmada en fallos individuales. Es ahí donde los hombres de calidad de la Real tienen que marcar la diferencia, no sólo con detalles puntuales. Y ni Xabi Prieto, ni Zurutuza, ni Griezmann, cogieron el timón del partido, algo que ni Rivas ni Aranburu, más pendientes de tareas defensivas, pueden hacer.

Los fallos individuales que costaron al final el partido tuvieron nombres y apellidos. De la Bella cometió una falta absurda por estar muy lento y dio pie al lanzamiento directo que supuso el 1-1. El lateral llevaba algunos partidos algo flojos, aunque hoy se redimió en buena medida con una notable segunda mitad. Y el segundo gol del Valencia llegó por un la despeje de Bravo, que cayó en los pies de Aduriz, quien, en pleno vuelo, tumbó a Mikel González y marcó en el uno contra uno. Los dos goles llegaron en facetas en las que destacan los jugadores que cometieron los errores, y por eso son disculpables, porque ahí han dado mucho más de lo que han restado. Los dos goles llegaron en el descuento, de la primera y de la segunda mitad. Y eso hoy no fueron faltas de atención, sino pura, simple y llana mala suerte. Porque la suerte, nos guste o no, cuenta también en el mundo del fútbol. La Real, que ha tenido menos suerte de lo que ha buscado en lo que llevamos de temporada, la tuvo hoy en forma de penalti. No merecía ponerse por delante cuando lo hizo, pero ya se sabe que los goles no se merecen, se marcan. Y eso es lo que le ha pasado al Valencia. No estaba haciendo nada para marcar cuando lo hizo. Antes del primero, necesitaba el descanso para ordenar sus ideas. Antes del segundo, el empate la parecía un buen resultado. Y resulta que acabó ganando. Así es el fútbol.

La Real llega al parón navideño con dos derrotas consecutivas y un problema anotador. Después de la gran vitoria en Gijón, la Real ha marcado tres goles en otros tantos partidos, dos de ellos de penalti y uno en propia puerta de San José en el derbi. Llorente acumula cuatro jornadas sin marcar y Tamudo no anota, lesión mediante, desde la cuarta jornada. Y sus goles son necesarios. En todo caso, nada del buen trabajo que la Real ha hecho hasta ahora queda empañado por la derrota de hoy. Son 22 puntos, a tres de Europa y una novena plaza provisional, un balance nada malo teniendo en cuenta que la Real es un equipo recién ascendido, que está jugando con casi el mismo equipo con el que consiguió ese ascenso y que no pocos creían que muchos jugadores no iban a ser competitivos en Primera. No olvidemos que en las tres derrotas que ha cosechado la Real en Anoeta su rendimiento daba para conseguir como mínimo el empate, si no la victoria. No olvidemos que la imagen como visitante es ahora mismo mejor que la que demostró en la temporada del ascenso. Y no olvidemos que la Real tiene que estar por encima de un resultado puntual. No lo olvidemos, y sigamos disfrutando. Que es Navidad y sigue siendo feliz a pesar de llegar a estas fechas con el mal sabor de boca que deja perder sin merecerlo y en el descuento.

3 comentarios:

Fútbol de Todos dijo...

Buenas, fue un partido que cualquiera de los dos pudo ganar, al final la victoria se fué para Valencia en los últimos instantes del partidos. Un saludo.
www.f-d-t.blogspot.com

Campanilla dijo...

A mi solo me vieno una cosa a la cabeza cuando acabo el partido "Gracias Bravo"

Juan Rodríguez Millán dijo...

Futbol de Todos, yo la verdad es que por juego y por ocasiones vi mucho más cerca la victoria de la Real. Pero, tirando de tópico, así es el fútbol.

Campanilla, a mí me pasa lo mismo, indiscutiblemente.