viernes, diciembre 08, 2006

Ocho años después, Aitor Zabaleta sigue en la memoria

El 8 de diciembre de 1998 la ilusión por el deporte, por el fútbol, recibió una puñalada mortal. Aitor Zabaleta murió esa noche tras ser atacado ante las puertas del Estadio Vicente Calderón de Madrid. Aquel día la Real jugaba un partido de los llamados a ser históricos, pero a nadie le importó el resultado. Durante el partido, todos pensábamos en Aitor Zabaleta. Y todos recibimos como un mazazo sin precedentes su muerte. Un año más, y ya han pasado ocho, es obligado recordarle. No nos podemos permitir el lujo de olvidar lo que pasó si queremos mantener vivo ese utópico objetivo de desterrar la violencia de los campos de fútbol. Todos debemos trabajar por ello. Para que no haya más muertes como la de Aitor Zabaleta, más vidas destrozadas, más noches de amargura y tristeza en un campo de fútbol. Basta de violencia.

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