En la última visita a Pucela, Griezmann hizo doblete. |
En la convocatoria de Imanol destacan dos nombres. El primero es el de Zubimendi, que opta a convertirse en el octavo potrillo que debute esta temporada con el primer equipo de la Real, el noveno en Liga. El segundo, Willian José, que regresa después de la lesión que le ha tenido unas semanas lejos de los terrenos de juego, regreso que se espera como agua de mayo para romper con la aciaga racha del equipo en las últimas jornadas. Por lo demás, entran todos los disponibles dado el alto número de ausencias al que tiene que hacer frente Imanol, sobre todo en el centro del campo, donde Illarramendi, Zurutuza y Guevara son baja por lesión y Merino por sanción. Eso hace que en la lista haya un claro déficit de centrocampistas, solo cuatro y uno de ellos además del Sanse. Merquelanz, aunque ya tiene el alta médica, todavía tardará un poco en entrar en los planes de Imanol. Las ausencias ya conocidas de Kevin Rodrigues y Gorosabel en los laterales en el centro y de Llorente y Héctor Moreno en el centro mantienen a Aihen Muñoz y a Le Normand en el grupo.
El once depende en buena medida de lo que Imanol decida con respecto a los dos nombres más destacados de su lista. Rulli estará bajo palos, con Zaldua y Theo en los laterales. Navas parece fijo y el otro puesto de central se lo juegan Aritz Elustondo y Le Normand, que regresaría así después de varios partidos en el Sanse. Zubeldia tiene plaza asegurada en el centro del campo, más aún con las bajas que presenta el equipo, parece seguro que Pardo le acompañará (si no lo hiciera, saltarían de nuevo las dudas sobre su papel en la Real), y queda por saber si Imanol apostará por Zubimendi o por Sangalli. Arriba todo depende del estado físico de Willian José. Si esta para jugar, el brasileño estará en el once presumiblemente junto a Oyarzabal y Januzaj. Si no, lo más normal después de los elogios lanzados a Sandro durante el parón ligero es que sea el canario quien juegue. Para el banquillo quedarían Moyá, Muñoz, Juanmi y Bautista.
Su reciente mala racha ha llevado a la Real a la décima posición con 36 puntos. Europa, la sexta plaza, ha quedado a siete puntos y la Champions League a diez. Su rival, el Valladolid, está inmerso en la lucha por la permanencia con 29 puntos y ocupando la decimosexta plaza, aunque todavía tiene un colchón de cuatro puntos por encima de los puestos de descenso. La Real acumula cuatro jornadas sin ganar, dos puntos de doce posibles, y lejos de Anoeta no gana desde su triunfo en el Santiago Bernabéu, en el debut de Imanol. Desde entonces, tres empates y una derrota. Aunque ya no está entre los mejores equipos a domicilio, sería séptimo, el equipo txuri urdin ha puntuado en nueve de sus catorce salidas. El Valladolid rompió la pasada jornada una racha de seis jornadas sin ganar, con un punto de 18 posibles y es el peor conjunto de la Liga como local con 12 puntos, solo tres victorias en trece partidos, 2-1 ante Levante y Celta y 1-0 ante el Huesca, y apenas once goles a favor.
Han sido 40 las visitas a Valladolid de la Real, y no es precisamente un escenario cómodo para el equipo txuri urdin. 37 de esos choques han sido en Primera División y solo ha conseguido ganar en cinco de ellos y empatado en otros trece, con 19 derrotas. Su victoria más clara fue el 0-4 de la temporada 1997-1998, con goles de Rekarte, Kovacevic y De Paula por partida doble. La mayor goleada lograda por el Valladolid es el 4-1 que logró en tres de sus victorias, en las temporadas 1951-1952, 1959.1960 y 1985-1986. De sus cinco últimas visitas, la Real solo salió derrotada en una y, cosas de la vida, fue en la temporada del subcampeonato, la 2002-2003, cuando cayó por 3-0. En Segunda División se han cruzado en dos ocasiones con una victoria para cada equipo, y el cuadro histórico se completa con el duelo de la fase de ascenso de la campaña 1942-1943, con resultado de 1-3 para el equipo realista.
La última vez que Valladolid y Real Sociedad se vieron las caras en tierras pucelanas fue en la temporada 2013-2014, y el resultado fue algo agridulce. A los quince minutos, una espléndida jugada personal de Griezmann con Carlos Vela asistiendo en la pared supuso el 0-1. A los siete minutos de la segunda parte, el propio Griezmann aprovechó el error de Rueda en el interior del área para convertir el regalo del defensa pucelano en el 0-2. Vela y Agirretxe tuvieron clarísimas ocasiones para que el partido acabara en goleada. Pero lo que parecía una victoria fácil y encarrilada estuvo a punto de convertirse en una pesadilla completa. En el minuto 75, Larsson remató de cabeza completamente solo en el área pequeña para subir el 1-2 al marcador. Tres minutos después, Javier Guerra empató en un mano a mano sin defensa con Claudio Bravo. El guardameta chileno sí pudo salvar el empate en el descuento, deteniendo un penalti por mano de Mikel González.
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