Illarra hizo el empate la pasada temporada ante el Espanyol. |
Una semana más, la principal novedad de la convocatoria nace de Zubieta. Roberto López vuelve a una lista del primer equipo, después de asomarse por primera vez a la élite en el partido jugado en San Mamés, en el que no llegó a jugar. En caso de debutar, sería el sexto potrillo en hacerlo desde el comienzo de la temporada. Palabras mayores cuando desde fuera parece darse a Zubieta menos mérito que a otras canteras, porque la Real hace virtud de lo que para otros equipos sería un drama. El conjunto txuri urdin responde con la base a las ausencias, que para este partido ascienden a ocho nada menos. Cuatro son bajas ya conocidas por lesión, Kevin, Gorosabel, Merquelanz y Sandro, además de un Navas que todavía no está a disposición del técnico, Pardo, que arrastra molestias en el hombro desde el Bernabéu, y con dos más que se unen a esta lista tras el partido de Copa Zurutuza y Le Normand.
Con estas circunstancias, es lógico pensar que volverá a haber cambios en el once, para que seguramente el equipo se acerque mucho más al que jugó en Madrid y salió victorioso que el que arrancó un empate en el partido de ida copero ante el Betis. La gran incógnita, y ahora sí será un mensaje claro, es quién ocupará la portería, Rulli o Moyá. Zaldua y Theo ocuparán los laterales, probablemente con Llorente y Moreno como centrales. Por delante de ellos da la impresión de que jugarán Illarramendi, Zubeldia y Merino, con Sangalli esperando la ovación de Anoeta si le toca jugar en la segunda parte. Y arriba los que más opciones tienen de jugar parecen ser Oyarzabal, Januzaj y Willian José. El banquillo lo completarían entonces Aritz Elustondo, Aihen Muñoz, Juanmi, Bautista y Roberto López.
La victoria en el Santiago Bernábeu dio aire a la Real y volvió a poner al equipo más cerca de Europa que del descenso. Los de Imanol son undécimos con 22 puntos, a cuatro de la sexta plaza y cinco por encima de la decimoctava. Su rival, el Espanyol, es octavo con 24. Sobra decir que ganar ayuda a dar un salto en la clasificación y a mejorar los números de la Real en Anoeta, donde ha conseguido solo seis puntos y es el peor equipo de Primera como local, aunque con un partido menos que los que le preceden, Huesca y Rayo, que tienen siete puntos en casa. También es el que menos goles marca en casa, seis, Sus dos últimas comparecencias en Anoeta fueron derrotas. El Espanyol frenó la pasada jornada, venciendo al Leganés, una nefasta racha de seis jornadas seguidas perdiendo y es el segundo peor visitante, superando solo al Huesca. Ha ganado un partido lejos de su estadio, 0-2 precisamente al Huesca y ha empatado tres, ante Celta, Rayo y Valladolid. Lo demás, cinco derrotas.
Son 70 los precedentes, 68 de ellos en Primera División y el saldo histórico es favorable a la Real, con 42 victorias locales en la máxima categoría, trece del español y otros tantos empates. La estadística, en todo caso, se tuerce para la Real en los últimos años. Solo dos de las últimas diez visitas del equipo perico acabaron con triunfo txuri urdin, el Espanyol ganó en cuatro y empató otras tantas. La mayor goleada realista sigue siendo el 6-1 que logró en dos ocasiones, en las temporadas 1932-1933 con un hat trick de Urtizberea y tantos de Chivero, Tolete e Insausti, y en la 1943-1944, con dobletes de Ontoria y Unamuno para que Bidegain y Pérez redondearan el marcador. El más claro triunfo espanyolista es el 1-4 de la campaña 1934-1935. El único encuentro en Segunda, en la 1962-1963, y en una fase de permanencia, la 1954-1955, se los llevó la Real.
La pasada temporada, la 2017-2018, el Espanyol sacó un empate de Anoeta. Su premio lo cimentó desde el comienzo del partido. En el minuto 9, Leo Baptistao se adelantó de cabeza a la salida de Rulli dentro del área pequeña y puso el 0-1 en el marcador. Pau López se convirtió en el mejor jugador del Espanyol y detuvo las ocasiones más claras del conjunto txuri urdin, sobre todo disparos de Oyarzabal desde varias posiciones. El gol del empate llegó en el minuto 69 después de un soberbio jugadón de Januzaj por la banda izquierda, un prodigio de técnica y velocidad que culminó con un pase atrás desde la línea de fondo que Illarramendi no desaprovechó. La Real, en todo caso, no tuvo demasiadas ocasiones claras a partir de ese momento para darle la vuelta al marcador. Ya en el descuento, Illarra fue expulsado por doble amarilla. Vio las tarjetas en el 86 y en el 91.
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