La Real goleó al Rosenborg en Anoeta. |
Eusebio no ha despejado las incógnitas porque, como suele ser habitual en los viajes europeos, ha desplazado a más jugadores de los que podrá tener en el césped y en el banquillo. En este caso, 20, de los cuales habrá dos descartes. Uno será el tercer portero, Zubiaurre, y el otro, si se cumple lo que hasta ahora hemos venido viendo en lo que llevamos de temporada, bien podría ser Rubén Pardo. La mencionada ausencia de Zurutuza por lesión, que se une en la enfermería a Guridi y a Agirretxe, y en cierta manera a Carlos Martínez, que aunque ya tiene el alta médica aún sigue en ese proceso de rodaje que Eusebio quiere darle antes de que tenga minutos, se une a un descarte algo sorprendente, el de Llorente, al que el técnico txuri urdin da descanso en este encuentro, el último desplazamiento europeo de la primera fase.
El once, en teoría, no presentará muchos cambios con respecto al equipo tipo de los últimos encuentros. Rulli estará bajo palos. Odriozola y Kevin serán los laterales, aunque no se puede descartar que De la Bella tenga opción de jugar su encuentro 200 en la Real, con Iñigo Martínez y Elustondo como centrales. Navas es una opción algo más arriesgada, porque no ha demostrado estar en condiciones óptimas cuando ha estado sobre el césped. El centro del campo contará con dos de los tres titularísimos, Illarramendi y Xabi Prieto, y queda por ver quién será el sustituto de Zurutuza, papel que se juegan Zubeldia y Canales. En ataque, Oyarzabal y Willian José parecen seguros y la última plaza del once, siempre y cuando Canales no cuente para este puesto, se la jugarían Vela, Juanmi y Januzaj. A la espera del descarte, menos opciones de ser titulares tienen Toño, Pardo y Bautista.
Con el Zenit líder del grupo con 10 puntos, la Real segunda con nueve, el Rosenborg tercero con cuatro y el Vardar cuarto con su casillero en blanco, las cuentas son sencillas. Si la Real puntúa, estará en los treintaidosavos de final, porque al menos mantendría los cinco puntos de ventaja sobre el Rosenborg con solo tres por jugar. En caso de perder ante el Rosenborg, hay dos escenarios. Si la derrota es menor que el 4-0 con el que la Real superó a los noruegos en Anoeta, le bastaría un empate en la última jornada ante el Zenit. Si no, tendría que ganar si el Rosenborg hace lo propio ante el Vardar. En caso de que la Real certifique la clasificación en esta jornada, quedaría en disputa la primera plaza del grupo. Dando por segura la victoria del Zenit ante el Vardar, la Real dependería de sí misma en la última jornada para ser primera en cualquier caso. Si empata, quedaría tres puntos por detrás del Zenit, por lo que tendría que superar el 3-1 con el que cayó en Rusia. Si alcanza doce puntos en esta jornada, le bastará con ganar por cualquier marcador.
Con este encuentro ante el Rosenborg, la Real visitará Noruega por primera vez en su historia. Este país se convertirá en el vigésimo que acoja al cuadro txuri urdin en sus visitas europeas. Es la primera vez también, en las tres liguillas que, con esta, ha disputado la Real, que puede dejar certificada su clasificación antes de la última jornada. En la Champions de la temporada 2003-2004 logró el pase con un empate en el último partido, jugado en Anoeta ante el Galatasaray, y en la misma competición de la temporada 2013-2014 llegó al último encuentro ya eliminada e incluso sin posibilidades de alcanzar la tercera plaza y caer a la Europa League. Si gana, la Real logrará su mejor liguilla europea a domicilio, porque sumaría seis de nueve puntos posibles. Su récord está en los cuatro que logró en la 2003-2004, ganando al Galatasaray por 1-2 y empatando a dos con Olimpiakos. Será el 35º partido europeo a domicilio, de los cuales la Real ha ganado ocho, ha empatado seis y ha perdido 20.
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