Llorente, en el partido ante el Levante de la pasada temporada. |
Es curioso que con tan poco margen de elección, el que le da la nómina de ausentes siempre alta desde el comienzo de la temporada, Asier Garitano decida con tanta frecuencia dejar la elección de los 18 convocados para el mismo día del partido. En esta ocasión solo tendrá que dejar fuera a un jugador, ya que cuenta con cuatro ausentes, Zaldua, Merino, Merquelanz y Sangalli. Navas ya está plenamente incorporado al grupo y Zurutuza, que ha sido el tocado más visible durante la semana, la finalizó sin problemas. No se espera que el técnico txuri urdin eche mano del Sanse y el descartado podría ser, siguiendo decisiones anteriores, Gorosabel o Bautista, aunque ya se sabe que con Garitano siempre hay margen para las sorpresas.
No se esperan demasiadas en el once, aunque puede haber movimientos en el centro del campo. Moyá estará bajo palos, y repetirán en los laterales Aritz y Theo. En el centro de la defensa da la impresión de que serán Llorente, que celebrará así su convocatoria con la selección española, y Navas los elegidos, relegando a Héctor Moreno a la suplencia. En el centro del campo, Zubeldia e Illarramendi se mantendrán y es a partir de ahí cuando empiezan las dudas más claras. Pardo podría volver al equipo, y el centro del campo se podría apuntalar con Zurutuza y Oyarzabal, con Januzaj y Willian José en punta. Juanmi y Sandro serían así las bazas ofensivas que queden en el banquillo, donde a la espera del descarte también estarían Rulli, Gorosabel, Kevin Rodrigues y Bautista.
La clasificación todavía no ahoga, pero aprieta. La Real es decimotercera con trece puntos, muy lejos de las expectativas y de la zona europea, que pese a todo cierra el Real Madrid con solo cuatro puntos más. Es la misma diferencia que tiene el equipo txuri urdin sobre el descenso. Su rival, el Levante, es séptimo con 17 puntos, los mismos que el sexto clasificado. Pese al duro traspiés del Wanda Metropolitano y sumar ya tres partidos sin ver puerta y sin ganar, la Real sigue siendo uno de los mejores equipos a domicilio, ha sumado diez de 18 puntos posibles. Nadie ha logrado más, aunque el Barcelona los tiene con un partido menos lejos del Camp Nou. El Levante ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos, incluyendo en el Bernabéu, y empató el restante. Como local, eso sí, ha dejado escapar puntos en tres de los cinco encuentros disputados, los tres primeros de Liga en casa además, derrotas ante Celta (1-2) y Sevilla (2-6) y empate con el Valencia (2-2).
La estadística es un severo problema para la Real en el campo del Levante. Nueve visitas en Primera División, con seis dos derrotas, dos empates y una única victoria, un glorioso 0-4 en la temporada 2015-2016, con dos goles de Vela, uno de Agirretxe y otro de Illarramendi. No ha sufrido la Real grandes goleadas en el campo valenciano, y su peor derrota es el 2-0 de la temporada 2006-2007, en la Liga que acabó con el último descenso txuri urdin. En los últimos cuatro encuentros que ha disputado allí la Real solo perdió en una ocasión, precisamente la última. En Segunda División la historia ha sido mucho más benévola para la Real ante el Levante, con cuatro partidos y dos triunfos para cada uno.Además, en la temporada 1939-1940 se vieron las caras en la fase de ascenso y el triunfo fue de 0-3 para la Real.
El Levante se llevó, y con mucha claridad, el último duelo entre los dos equipos. 3-0 fue el resultado de uno de los peores partidos realistas de la pasada campaña, la 2017-2018. Nada parecía aventurar semejante debacle cuando el partido estaba a punto de llegar al descanso con 0-0, pero un voleón impresionante de Chema se convirtió en el 1-0 en el minuto 45. La Real no tenía pegada y no se acercó al empate en ningún momento, lo que abrió las puertas de la goleada, que se certificó en los minutos finales del partido. En el 75 Morales hizo el 2-0 de penalti, una acción tan discutible como ingenua de Odriozola. Rulli, que había hecho algunas paradas de mérito en la primera mitad sobre todo, vio cómo el balón se le coló por debajo del cuerpo. Y en el 89, la puntilla. Una falta al borde del área de Llorente, que además supuso su segunda tarjeta amarilla, la convirtió Bardhi en el 3-0 definitivo.
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