Oyarzabal, en la última visita de la Real a Ipurua. |
Ninguna sorpresa en la lista, más allá de que Bautista, a pesar de haber contado con minutos al final del encuentro ante Las Palmas, vuelve al Sanse. Porque las ausencias estaban ya bastante claras. Los lesionados ya se conocían: por supuesto, Agirretxe, también Toño Ramírez, y los dos que peor parados salieron de la victoria de la pasada jornada, Yuri y Carlos Martínez, ambos con dolencias musculares que les sacan de la lista y del once inicial. Teniendo en cuenta este número de ausencias y con el regreso de Zaldua tras cumplir un partido de sanción, eran tres los descartes que tenía que hacer Eusebio. En dos de ellos no hay novedad, ya que no han entrado todavía en los planes del técnico. Se trata de Gaztañaga y Granero. Y el tercero en discordia es quien menos oportunidades parece que va a tener en la línea ofensiva a pesar de haber debutado como titular en la primera jornada, David Concha.
Con Rulli como fijo bajo palos, da la impresión de que Eusebio va a dar continuidad a sus centrales, Iñigo Martínez y Raúl Navas, pero va a tener que cambiar a sus dos laterales. El regreso de Zaldua y los buenos minutos de Héctor ante Las Palmas suponen una garantía más que suficiente en los laterales. Por delante de ellos, y con Illarramendi y Zurutuza como fijos en el centro del campo, la duda es saber si Eusebio mantendrá la apuesta más valiente en un campo como Ipurua. Si es así, no habrá cambios y jugarían Oyarzabal, Prieto, Vela y William José, recuperado este de las molestias con las que acabó el último partido. Eso sí, no se puede descartar que apueste por Pardo o incluso por algo mucho más conservador, por Markel, y también que Juanmi vuelva al once en lugar de Prieto. Quienes parecen tener menos opciones de jugar son Ander Bardají, Mikel González, Elustondo y Canales, que parece que irá entrando con algunos minutos en las segundas partes según la necesidad del equipo.
Los tres puntos logrados el miércoles en Anoeta ante el hasta ahora equipo revelación del campeonato llevaron a la Real hasta la octava posición de la tabla con siete puntos, a dos de la sexta, la que marca la frontera de las competiciones europeas y que ahora ocupa el Villarreal. La zona de descenso está ahora mismo a cuatro, con los tres puntos que ahora mismo suma el Valencia. Su rival en este derbi guipuzcoano, el Eibar, es décimo con los mismos puntos. El equipo txuri urdin ya sabe lo que es ganar y perder lejos de San Sebastián, venció 0-2 en El Sadar al Osasuna y cayó derrotado ante el Villarreal por 2-1. El conjunto armero, por su parte, aún no ha perdido en su campo, venció 1-0 al Valencia y empató a uno con el Sevilla. Esos datos auguran ya un encuentro de pocos goles, ya que sólo cinco equipos han marcado menos que la Real en sus partidos a domicilio y sólo tres han marcado menos en casa que el Eibar.
Y la historia se apunta a esos duelos de pocos goles. La Real ha visitado Ipurua en partido liguero en cuatro ocasiones, y se da una curiosa paradoja. Si bien en Segunda División nunca salió de allí derrotada, en Primera nunca ha logrado sumar los tres puntos. De hecho, los dos partidos que se han jugado en la máxima categoría del fútbol español fueron victorias para el Eibar, por 1-0 en la temporada 2014-2015 y por 2-1 en la 2015-2016. Esos dos goles del conjunto armero fueron, confirmando que estamos ante partidos de resultados cortos, la primera vez que alguno de los dos contendientes sumó más de un tanto en estos derbis. En Segunda, la Real venció por 0-1 en la temporada 2007-2008, con un gol de penalti de Gerardo, y empató a uno en la 2008-2009 con un gran gol de Aranburu. Sólo Zurutuza de la actual plantilla de la Real sabe lo que es marcar un gol en Ipurua con la camiseta txuri urdin.
Como se ha dicho más arriba, el último Eibar - Real Sociedad, en la temporada pasada, la 2015-2016, se saldó con la victoria local por 2-1. El colegiado del encuentro, Melero López, fue quien decantó la balanza a favor del equipo azulgrana. La Real se adelantó pronto en el marcador, con un disparo lejano de Zurutuza en el minuto 6. Pero en un partido sin dueño claro, el Eibar sacó partido de una extraña ley de la ventaja concedida por el árbitro a favor de la Real para robar un balón que acabó con el gol del empate, obra de Sergi Enrich a la media hora de juego. Cuando se rondaba el cuarto de hora de la reanudación, Escalante hizo el 2-1. Y cuando el partido estaba ya muriendo, Vela fue objeto del penalti más clamoroso de la temporada, un entradón en el que la única duda era el color de la tarjeta. Pero Melero López, él sabrá por qué, miró hacia otro lado, dejó seguir el juego e impidió que la Real pudiera empatar el partido desde el punto de penalti.
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