Oyarzabal, en el encuentro de la temporada pasada. |
El calendario ha hecho que cada jornada de Liga esté suponiendo un reto diferente para la Real. El reto de empezar bien ante un rival de nivel pero con bajas notables se difuminó con la derrota ante el Real Madrid. El de ganar fuera se solventó aunque por los pelos con el 0-2 de El Sadar. El de convertir Anoeta en un fortín se hizo añicos con el empate que arañó el Espanyol en un partido horrendo y a medio gas. Y ahora llega el reto de sumar en un campo maldito (domingo, 18.30 horas, El Madrigal, Bein Sports), en el que el cuadro txuri urdin no gana desde hace más de una década y que en los últimos años ha arrollado a los realistas en más de una ocasión. Dos pinchazos en casa hacen que sumar fuera sea importante para que la zona noble de la clasificación siga a tiro. Y dado que el fútbol de los de Eusebio no ha sido especialmente primoroso en este arranque de Liga, se antoja incluso más importante demostrar si de verdad hay nivel para afrontar estos encuentros.
Con el empate cosechado la
pasada jornada ante el Espanyol, la Real ya es uno de los cuatro equipos de la
Liga que ha conocido los tres resultados posibles en sus encuentros, junto a Deportivo, Leganés y
Betis. El cuadro txuri urdin es duodécimo con cuatro puntos, a dos de Europa y
tres por encima de la zona de descenso. El Villarreal es uno de los seis
conjuntos que aún no conocen la derrota en la Liga y es octavo con cinco
puntos. La Real ganó en su única salida hasta la fecha, 0-2 en El Sadar, y el
Villarreal empató a cero ante el Sevilla en su único partido como local. Sólo
hay dos equipos que han marcado menos goles que los de Eusebio, el Athletic con
dos y el colista Celta con uno, un dato nada alentador de cara a esta jornada si tenemos en cuenta que
el Villarreal es el que menos tantos ha encajado, apenas el que le hizo el
Granada en la primera jornada de Liga. Desde entonces, dos partidos con su
portería a cero.
A pesar de encadenar ya seis
visitas y una década sin conocer la victoria en El Madrigal, esta no es mala plaza
para la Real según la estadística histórica. En los doce encuentros que ha jugado allí el equipo donostiarra,
nada menos que en ocho ha conseguido puntuar, con tres victorias y cinco
empates. Cinco han sido también los triunfos locales. El mejor resultado para
la Real es el 1-3 que logró en la temporada 2000-2001, una victoria clave para
lograr entonces la permanencia con goles de Rekarte, Tayfun e Idiakez. El mayor
correctivo recibido por el conjunto txuri urdin en sus visitas a tierras castellonenses es el 5-1 de la temporada
2013-2014. Desde el ascenso realista en 2010, los de txuri urdin no han logrado ganar al Villarreal en su campo, con tres derrotas y dos empates. La
Real acumula dos encuentros sin marcar allí y de su plantilla sólo Agirretxe
sabe lo que es anotar en ese campo.
La pasada temporada, la 2015-2016,
la Real saltó al césped de El Madrigal pensando en aguantar el mismo vendaval
que había sufrido en sus dos anteriores visitas, pero se encontró a un
Villarreal más centrado en su semifinal europea ante el Liverpool. Los de Eusebio,
sin hacer gran cosa, merecieron ganar el partido a pesar de sumar muy pocas
ocasiones de gol, con Markel firmando alguna de las más claras, empujando hacia
la zona de ataque por un buen Diego Reyes jugando de pivote. El partido debió
decantarse desde el punto de penalti pero Fernández Borbalán no decretó una clamorosa pena máxima sobre Oyarzabal. Cuando Eusebio retiró a Reyes, con apenas
diez minutos por jugarse, el Villarreal trató de estirarse un poco y sí estuvo
cerca de marcar el gol de la victoria, pero Rulli lo evitó con una buena salida
que Bakambu dejara los tres puntos en casa. Los tardíos cambios de Eusebio sólo
sirvieron para que Bautista debutara en el primer equipo.
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