La Real perdió 2-0 en Cornellá-El Prat la pasada temporada. |
Aunque no con la velocidad con la que se esperaba, sobre todo por los preocupantes retrocesos de Zurutuza y Agirretxe, la enfermería se va vaciando para que Eusebio pueda conformar su lista. La buena noticia es que recupera a De la Bella, Yuri y Granero, lo que le da más opciones en la defensa y en el centro del campo. Pero en ataque todo sigue igual. El técnico txuri urdin, no obstante, no ha querido tirar del Sanse más de lo absolutamente imprescindible. Es decir, el grupo que viaja a Barcelona lo forman los 17 jugadores disponibles del primer equipo más el ya habitual Oyarzabal. Bautista, a pesar de haber entrenado con asiduidad con los mayores y dejando buenas impresiones, tendrá que seguir esperando su bautismo de fuego. Las bajas del equipo son las ya conocidas, las de Carlos Martínez, Navas, Zurutuza, Canales y Agirretxe, a quienes hay que sumar también a Elustondo, ya un fijo a pesar de que no tenga número del primer equipo.
El once inicial vuelve a tener un par de nombres dudosos. Rulli estará bajo palos. En la defensa, lo normal es que haya un cambio, concretamente en el lateral izquierdo, donde Yuri tiene todas las papeletas para recuperar el puesto. Junto a él jugarán Zaldua, Mikel González e Iñigo Martínez. Por delante, Eusebio tiene por fin donde elegir. Con Illarramendi fijo, las otras dos plazas se las jugarán entre Markel Bergara (que jugaría su partido número 200 con la Real), Granero, Pardo y Xabi Prieto. El primero y el último parecen tener cierta ventaja para formar en el once. Y por delante de ellos, con Vela y Jonathas seguros, sólo falta por saber si Eusebio sigue confiando en Oyarzabal o si Bruma recupera su puesto. Parecen suplentes fijos Oier, Diego Reyes, De la Bella y Héctor, en un banquillo que nuevamente tendrá muchas soluciones defensivas pero sólo una de ataque.
La sufrida victoria ante el Betis llevó a la Real hasta la decimotercera posición, con 24 puntos y amplió en uno, hasta los cuatro, la ventaja con respecto a la zona de descenso, que al comienzo de la jornada marcaba el Rayo con 20. Su rival, el Espanyol, está metido en la misma pelea por la permanencia, ocupando la decimoquinta posición con 22 puntos. Eusebio no conoce la victoria lejos de Anoeta, el equipo lleva seis partidos como visitante sin ganar (sólo dos empates, ante Getafe y Rayo), y esos números han hecho que la Real haya bajado mucho en la clasificación que cuenta sólo los partidos a domicilio, hasta el punto de que sólo seis equipos tienen menos puntos que los nueve sumados por el equipo txuri urdin. El Espanyol, que lleva seis jornadas sin vencer, sólo ha ganado cuatro de los diez partidos que ha jugado en casa y apenas marca un gol por encuentro en Cornellá-El Prat. Ojo de nuevo al average particular, importante por el 2-3 de la primera vuelta.
Si miramos a la estadística, hay datos apasionantemente contradictorios. La Real ha jugado contra el Espanyol en Barcelona en 67 ocasiones, de las cuales sólo diez se han saldado con victoria txuri urdin. En Primera, han sido 65 los choques, con 32 victorias de los locales, 24 empates y nueve triunfos de la Real. En el nuevo campo del Espanyol, Cornellá-El Prat, ha jugado cinco veces, ha perdido dos, ha empatado otras tantas y ganó 1-2 en la 2013-2014. Y en el anterior escenario de estos choques, Montjuic, la Real sólo perdió los dos últimos de los diez partidos que jugó allí, donde ganó en cuatro ocasiones. La mayor victoria realista está en ese tramo, el 0-3 de la temporada 1997-1998, con un gol de Loren y dos de Kovacevic. La peor derrota de la Real es el 6-1 que se repitió en campaña 1932-1933 y en la 1943-1944. La estadística se completa con una victoria 1-2 en el play off de permanencia de la 1954-1955 y un choque en Segunda, 0-0 en la 1962-1963.
La pasada temporada, la 2014-2015, una Real en caída libre perdió 2-0 ante el Espanyol en uno de los últimos encuentros de Jagoba Arrasate al frente del equipo. La Real saltó al césped sin alma y firmó una lamentable actuación. Para complicar la situación del equipo, la primera llegada al área de Zubikarai fue gol, en el minuto 7, cuando Lucas Vázquez se aprovechó de la fragilidad defensiva realista para hacer el 1-0. La respuesta realista fue paupérrima y ni siquiera fue capaz de poner en peligro la portería de Kiko Casilla. Al comienzo de la segunda mitad, Vela y Agirretxe protagonizaron tímidos intentos que no eran el reflejo del pobre juego de la Real sino de su talento individual, y fue Gaztañaga, ya en el minuto 87, quien más cerca estuvo de lograr el empate. En el descuento, el Espanyol sentenció con el 2-0, obra de Stuani, y ratificó una justa derrota de la Real.
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