Canales celebra el gol que supuso el 1-0 de la temporada pasada. |
Como era más que previsible dadas las costumbres de Moyes, la convocatoria no se conocerá hasta minutos antes del partido. En principio, son cuatro las bajas con las que contará el técnico escocés, y son las ya conocidas de Iñigo Martínez, Zaldua y Oyarzun, además de Navas. Aunque también se ha tratado de cuestiones físicas durante la semana, Héctor sí podría estar, ya que el preparador realista no le descartó en su rueda de prensa previa. De esta forma, y contando con que Aritz Elustondo vuelva a estar en el primer equipo para este encuentro, Moyes tendrá que descartar a otros cuatro jugadores. Los debates de la semana tendrán una prolongación interesante cuando se sepa si Moyes incluye por primera vez en una lista a Zurutuza, que ha visto los tres primeros partidos desde la grada y que es quien más claro ha hablado de los problemas de juego del equipo.
Sería de nuevo muy sorprendente que Moyes variara su apuesta de este arranque de temporada. De ser así, lo normal es que Rulli esté bajo palos, con Elustondo y De la Bella como laterales, y Reyes y Mikel González como centrales. No sería descabellado que Carlos Martínez o Ansotegi tuvieran su oportunidad, más el segundo que el primero, pero no parece probable que haya muchos movimientos. En teoría, en el centro del campo, y más siendo un partido en Anoeta, se mantendrá con Illarramendi y Pardo, con Vela, Xabi Prieto y Bruma en la línea de mediapuntas y Jonathas como jugador más adelantado. Será interesante ver si Canales puede tener entrar, sería por Prieto. Agirretxe, que se reivindicó con una buena actuación en el Benito Villamarín saliendo desde el banquillo, tendrá que seguir esperando su oportunidad desde allí.
No haber ganado todavía en las tres primeras jornadas ha colocado a la Real en este arranque de Liga en la parte baja de la tabla, en la decimosexta posición y con apenas dos puntos. Su rival en esta jornada, el Espanyol, está en el duodécimo puesto con tres. Todavía son muchos los equipos que no han ganado, ocho, entre ellos la Real pero no el Espanyol, que sí tiene una victoria. Son más los conjuntos que, como el txuri urdin, tampoco han ganado en casa, hasta trece. La Real es uno de los tres, junto a Málaga y Sporting, que aún no saben lo que es perforar la portería contraria. El único partido en Anoeta que han jugado los hombres de Moyes se saldó con el 0-0 inicial, ante el Sporting, y la hasta ahora única salida del equipo barcelonés se saldó con un 3-1 a favor del Villarreal. Eso, con el 0-6 que le endosó el Real Madrid, hace que el Espanyol sume dos derrotas consecutivas.
Históricamente, el Espanyol es un buen rival para la Real. Se han visto las caras en 67 ocasiones, con un saldo de 44 victorias para la Real. En Primera han sido casi todos esos encuentros, 65, con 42 victorias locales, once empates y doce victorias del Espanyol. La mayor goleada txuri urdin, 6-1, se ha repetido en dos ocasiones, en las temporadas 1932-1933 (con hat trick de Urtizberea y un gol de Chivero, Tolete e Inchausti) y 1943-1944 (dobletes de Ontoria y Unamuno y un gol de Bidegain y Pérez). La peor derrota de la Real llegó en la temporada 1934-1935, 1-4. Aunque el Espanyol ha rascado puntos de Anoeta en dos de sus cinco últimas visitas, las que se han producido tras el ascenso, el balance es también positivo para el cuadro txuri urdin, con tres victorias, un empate y una derrota. La fotografía estadística la completan dos victorias realistas, 2-1 en la promoción de permanencia de la temporada 1954-1955 y en Segunda División por 3-0 en la 1962-1963.
El último Real Sociedad - Espanyol jugado en Anoeta, la pasada temporada, la 2014-2015, se saldó con una escueta victoria local, por 1-0. El partido tuvo muy poco fútbol y menos ocasiones, y se resolvió por un regalo. Kiko Casilla inició una jugada de su equipo con un pase con los pies que entregó a Canales. El realista aprovechó el regalo e hizo pocos minutos antes del descanso el 1-0 que acabaría siendo definitivo. La Real no tuvo opciones claras para aumentar su ventaja y sentenciar el partido, y eso dejó con vida al Espanyol hasta el final, por mucho que los visitantes fueran igualmente inofensivos y no probaran seriamente, aunque sin demasiado acierto, a un seguro Rulli. Al menos, la Real no sufrió demasiado para conservar una victoria tan necesaria en aquel momento de la temporada, ya en el mes de marzo, como regalada por un error clamoroso del portero rival.
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