Agirretxe hizo el gol del empate la temporada pasada. |
Como era bastante previsible, David Moyes no adelantó la convocatoria para el encuentro de San Mamés. Si ya le gusta ocultar sus planes de forma habitual, mucho más debido a la ventaja que la Liga ha dado al Athletic de un día más de descanso en esta semana de tres partidos con la confección de un calendario absurdo e injusto que esta vez juega en contra el del equipo txuri urdin. En principio, el técnico escocés podrá contar con todos sus jugadores, ya que Zaldua, la única baja en la pasada jornada, volverá al grupo al haber cumplido su partido de sanción. Contando con la incorporación al primer equipo de Hervías (que se quedó fuera de la lista en el partido ante el Villarreal), tendrá que haber cuatro descartes. Obviamente, y más con el regreso de Zaldua, Dani Estrada será uno de ellos. Es difícil saber quiénes serán los otros tres. Y no parece probable que haya incorporaciones del Sanse para este encuentro, por mucho que el filial no tenga partido entre semana.
Las rotaciones, anunciadas por el técnico, tras jugar el pasado sábado y volver a hacerlo el próximo viernes hacen que sea también complicadísimo averiguar el once que saltará al césped de San Mamés. Rulli estará bajo palos, e Iñigo Martínez será uno de los centrales. El resto, en realidad, es una incógnita. Lo normal sería que Moyes volviera a alinear a sus laterales de confianza, Zaldua y Yuri, y que el otro central fuera Ansotegi, pero no se puede descartar nada, especialmente la continuidad de Mikel González. A expensas de los cambios que pueda hacer por cuestiones físicas, en principio se puede pensar que Pardo y Granero repetirán en el centro, que Canales y Chory Castro volverá al once y que Vela también será titular. Las dos plazas restantes dependerán de la táctica escogida, porque no se puede obviar la posibilidad de que Moyes vuelva a optar por jugar sin un nueve. Si lo hay, Agirretxe parece seguir con ventaja sobre Finnbogason. Si no, el elegido sería Xabi Prieto, en realidad titularísimo con Moyes en cualquier circunstancia.
El empate en Anoeta ante el Villarreal dejó a la Real en la duodécima posición que ya ocupaba antes de la pasada jornada, ahora con 39 puntos, que tendrían que servir para que la permanencia esté ya asegurada, aunque las matemáticas todavía no lo certifiquen, con once puntos de ventaja sobre el descenso con quince por jugarse. La séptima plaza se puede dar por descartada también, puesto que sigue a ocho puntos y con cuatro equipos entre la Real y ese quimérico objetivo. El Athletic sí está en esa pelea, es octavo y está a un punto de esa plaza, ahora en poder del Málaga. Los números de la Real fuera de casa siguen siendo paupérrimos y sus diez puntos sólo superan los siete del Granada. El Athletic se ha dejado cuatro empates y cinco derrotas en los 16 encuentros que ha disputado en San Mamés. El equipo txuri urdin llega al derbi después de cinco jornadas sin ganar y el rojiblanco con cuatro victorias en sus últimos cinco partidos en su estadio, en el que no pierde desde la jornada 22, desde el 2-5 del Barcelona.
Athletic y Real se han enfrentado en 67 ocasiones, todos ellos en Primera División, y el balance es claramente favorable al equipo bilbaíno. La Real ha vencido allí en doce ocasiones, ha empatado en 18 y ha perdido en 37. La victoria más holgada del conjunto txuri urdin sigue siendo el 1-4 de la temporada 1987-1988, con dos goles de Begiristain y uno de Loren y Bakero. La mayor goleada sufrida es el 7-0 de la campaña 1934-1935. La Real cerró sus visitas al antiguo San Mamés con victoria, el 1-3 de la temporada 2012-2013, con el único triunfo que ha conseguido el conjunto realista en las últimas diez visitas a Bilbao, un tiempo en el que incluso no ha conseguido marcar en la mitad de esos encuentros. Curiosamente, antes de este tramo una Real ya instalada en Anoeta estuvo ocho años sin perder en San Mamés, con seis empates (cuatro de ellos a cero) y dos victorias. La Real suma cinco derbis sin perder, tres en en Anoeta (dos victorias y un empate) y dos en San Mamés (un triunfo y una igualada).
La pasada temporada, la 2013-2014, en el primer derbi que acogió el nuevo San Mamés, la Real consiguió sacar un empate a uno, pero fue un empate agridulce porque no le servía para lograr sus objetivos. Era la penúltima jornada y el Athletic ya era cuarto, mientras que la Real aún seguía en la lucha por alcanzar la quinta plaza en poder del Sevilla y defender la sexta que finalmente perdió ante el Villarreal. Arrasate optó por jugar sin delantero centro, y el resultado fue una primera mitad insulsa, con muchos errores en el pase y pocas ocasiones de gol. Los goles, precisamente, no llegaron hasta la segunda mitad, en la que el ritmo de juego creció. Muniaín adelantó al Athletic prácticamente en la primera ocasión clara del conjunto local, a los cuatro minutos de la reanudación. Arrasate rectificó y fue precisamente Agirretxe quien hizo el gol del empate, tras regatear con categoría a Iraizoz aprovechando un pase profundo de Vela. Griezmann pudo hacer el 1-2 ya al final, pero tampoco hubiera sido justo para la poca tensión con la que jugó la Real.
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