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La celebración del gol de Bravo, hace ya casi cinco años. |
Los datos son asombrosamente vergonzantes para un conjunto como la Real, que en estos cinco años ha podido presumir de tener jugadores de espléndida técnica. Han pasado desde aquel gol 224 partidos, 192 de Liga, 20 de Copa, ocho de Champions y cuatro de Europa League, sin que ningún jugador realista haya conseguido un gol de falta. Nada menos que 20.206 minutos de juego han pasado ya desde que el balón lanzado por Bravo sorprendiera a Rubén Pérez. Y por mucho que la Real no sea el equipo que más situaciones de este tipo es capaz de generar a lo largo de los partidos (es más fácil ver faltas laterales que colgar al área que en posiciones más centradas y asequibles para el disparo directo), es evidente que ha tenido sobradas ocasiones para evitar un aniversario tan nefasto como el que se celebrará el sábado si ningún realista es capaz de endosar al Almería un gol de falta.
A falta de un especialista claro, que ahora no hay en la plantilla de la Real como sí había en tiempos de De Pedro o Nihat, han sido muchos los jugadores que han probado fortuna sin encontrarla. Ifrán, Griezmann, Chory Castro, Canales, Pardo, Granero... Incluso Iñigo Martínez se ha colocado tras el balón en estas acciones. Y nadie ha encontrado el gol. Lo sorprendente es que desde el gol de Bravo, ideado por Martín Lasarte con el guardameta chileno, se han sentado ya tres entrenadores más en el banquillo txuri urdin. Philippe Montanier llegó a apostarse una cena con sus futbolistas en caso de que alguno anotara de falta, pero nada. Ni con Jagoba Arrasate ni ahora con David Moyes, aunque en sus primeros días se habló de su atención en los entrenamientos a Pardo y Canales en este aspecto del juego, se ha conseguido mejora alguna. Es sorprendente que ninguno haya puesto a sus jugadores a ensayar estos lanzamientos de forma obsesiva.
Lo curioso es que Bravo, el autor de ese último gol de esta guisa, no volvió a lanzar nunca más una falta con la Real antes de dejar el club el pasado verano, a pesar de que con el chileno todavía en el equipo ya se hablaba de los tintes dramáticos que estaba adquiriendo el rendimiento en esta faceta. Y hay una curiosidad más. El último jugador de campo que ha marcado una falta directa con la Real es Gorka Elustondo. Lo hizo el 9 de enero de 2010, pocas semanas antes del gol de Bravo, en el 4-1 al Cádiz en Anoeta. Pero Elustondo, ahora un jugador terriblemente discutido por la afición, tampoco ha sido uno al que se hayan permitido muchas oportunidades en libres directos desde aquel tanto, el tercero del encuentro contra el conjunto cadista. Y así, ya son cinco años sin un gol de falta, casi ocho ya sin convertir uno en Primera, desde el que convirtió Garrido en el 0-1 en Sevilla ante el Betis de la jornada 30 de Liga, el 14 de abril de 2007. Se mire como se mire, verdaderamente increíble.
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