La jugada del primer gol del Almería. |
Cuando se vive en una montaña rusa, hay altos y bajos. Cuando se
lanza una moneda, a veces sale cara y a veces cruz. Y hoy salió cruz, lo que
propició la primera victoria del Almería en San Sebastián. A esta derrota se le
pueden encontrar muchas explicaciones. La primera es que la Real desaprovechó
sus mejores minutos de fútbol, porque debió llegar al descanso con un marcador
no sólo favorable sino incluso holgado, pero se marchó al vestuario perdiendo
cuando el Almería no hizo nada para adelantarse. El gol que supuso el 0-1, de hecho, llegó en un fallo realista,
en una mala salida de Zubikarai que rebotó en De la Bella y en una jugada que debió ser anulada por fuera
de juego. En la segunda parte, la salida de la Real fue muy mala y eso es lo
que propició que el equipo visitante duplicara su ventaja. La mala suerte se
cebó con la Real, que estrelló varios balones en la madera. Y la reacción en
esta oportunidad con un 0-2 adverso no llegó hasta lo necesario para empatar, sólo con un
gol de Chory Castro que dio emoción al final.
Como estaba previsto, Arrasate mantuvo su defensa ideal y las
decisiones en las zonas más adelantadas las saldó dejando en el banquillo a
Pardo para las zonas del centro del campo y a Chory Castro y Finnbogason para
el ataque. O lo que es lo mismo, jugaron Granero, Canales, Xabi Prieto, Vela y
Agirretxe. Y un día más, aunque sólo en la primera mitad, la movilidad de la
Real en ataque dio sentido a las intenciones del técnico realista de centrarnos
menos en los números que forman un dibujo que en la forma de jugar del equipo.
Por momentos un 4-2-3-1, por momentos un 4-4-2, lo que la Real mostró en ataque
fue una permanente movilidad de sus jugadores, con constantes apoyos de sus dos
centrocampistas más adelantados y de sus laterales. Eso tiene sus riesgos, pero
también es verdad que, a pesar de una cierta sensación de inquietud en algunas
jugadas, el Almería no dispuso más que de una ocasión de gol en los primeros 45
minutos. En esa primera mitad, la Real fue muy superior pero el marcador no le
sonrió.
Esa superioridad txuri urdin comenzó a plasmarse casi desde que el balón echó
a rodar, y ya desde el primer minuto quedó claro que la Real iba a sufrir en sus ataques por
dos razones fundamentales: los palos y el balón parado. Un Vela enchufadísimo en el arranque del encuentro estrelló un balón en el larguero en el minuto 5, un precioso disparo con la
zurda desde el pico derecho del área. La conexión entre el mexicano, Prieto y
Canales en esos primeros minutos era un constante quebradero de cabeza para la
defensa del Almería, y dio para que los córners se convirtieran en el mayor
problema de la Real. Los de Arrasate llegaron a forzar tres consecutivos en
esos primeros minutos y superaron la docena a lo largo del partido, pero no
supo generar peligro nunca. Cambió los lanzadores, Granero y Canales al
principio, Chory en la segunda parte cuando entró, pero no hubo manera de que
el equipo andaluz sufriera en esas jugadas. Pero sí lo hacía ante las embestidas realistas con el cuero en
movimiento.
Agirretxe también se estrelló en el palo en una jugada en la que
apenas tenía ángulo para rematar. El nueve realista estuvo muy activo e intentó
muchas veces generar peligro, pero no tuvo suerte. La ocasión más clara estuvo a punto de
convertirse en uno de los mejores goles de la historia de Anoeta, cuando él
solo se enfrentó a tres defensores, los dejó sentados y conectó un buen disparo
al que Rubén respondió con una espléndida parada. Y fue doble esa intervención,
porque en el rechace también respondió con mucho acierto al disparo de De la Bella.
El partido era ya de victoria clara de la Real, a pesar de que una pérdida de
balón absurda en el centro del campo permitió a Zongo protagonizar la primera
ocasión del Almería, con un disparo que se marchó al lateral de la red. El muy
buen inicio de la Real se tomó un respiro pasados los veinte minutos y a la
media hora llegó el mazazo. Un balón centrado desde la izquierda encontró una
mala salida de Zubikarai, cuyo blando despeje de puños se estrelló en la cara
de De la Bella y acabó en el fondo de la portería.
Esa jugada, por cierto, debió ser anulada por fuera de juego, pero Estrada Fernández no indicó nada y dio validez al gol. El colegiado, además, se convirtió en cómplice de la táctica del Almería, que pasaba por perder tiempo desde el primer minuto. Fue tan evidente esa actitud que Anoeta silbó en muchas ocasiones a Rubén por este motivo, pero Estrada Fernández no sólo no llegó a amonestar al guardameta del Almería sino que descontó apenas un segundo en la primera mitad, donde esa pérdidas de tiempo fueron palpables. El gol dejó a la Real en cierta situación de shock, pero antes del descanso tuvo una nueva y clarísima ocasión de gol en los pies de Vela. El mexicano, tras ganarse muy bien la posición con el cuerpo, en una maniobra que domina a la perfección, enganchó un zapatazo con la pierna izquierda que se fue sorprendentemente al lateral de la red. La Real se fue al descanso perdiendo pero lo que en realidad merecía era una victoria incluso por más de un gol. Cosas del fútbol.
Donde si hay una clara responsabilidad de los realistas en el resultado final es en la segunda mitad. Su salida tras el descanso fue bastante mala, sin tensión, con enormes fallos tácticos de colocación y fallos en los pases que en la primera mitad no se produjeron. Y para colmo de males, el gol llegó cuando el Almería aprovechó el inmenso talón de aquiles que tiene este equipo en la presente temporada: a balón parado, al saque de un córner. Ante una muy tardía reacción de Iñigo Martínez, mal partido el suyo, y libre de una marca anterior, Dos Santos se elevó con facilidad y puso su cabezazo en la escuadra a la derecha de Zubikarai, haciendo inútil su estirada. Ese 0-2 sí se estaba viendo venir, y de hecho Hemed se había topado con el larguero en la primera jugada del Almería en la segunda mitad. Aunque entre medias Granero tuvo una opción de disparo que se le fue arriba, eso fue un espejismo dentro de una segunda mitad muy decepcionante. Y es que la Real volvió a demostrar la irregularidad que tanto le está pesando.
Por tercera jornada consecutiva, el equipo txuri urdin se colocaba dos goles por debajo. Contra el Real Madrid se logró la remontada completa, contra el Celta llegó hasta el empate y hoy tocó perder. Arrasate intentó reactivar al equipo de la misma forma que lo hizo en Vigo, colocando al Chory Castro sobre el campo en un lugar de un Canales que fue de más a menos y que ya había desaparecido del partido. La entrada del uruguayo no tuvo el mismo efecto que en Balaídos y la Real pasó unos minutos de mucho sufrimiento. Si en la primera mitad cada llegada de los realistas al área de Rubén tenía aroma de peligro, en la segunda era totalmente al revés. La Real no sabía cómo detener al Almería porque su centro del campo naufragó, con un Markel bastante intrascendente, como siempre en ataque pero hoy también en defensa, y ya ninguna ayuda de Granero en las tareas defensivas. Tras sufrir alguna molestia durante la semana y ya con tarjeta amarilla, Markel, de hecho, fue el segundo cambio del partido y Pardo fue su recambio.
El juego de la Real tampoco mejoró con ese cambio y el sufrimiento continuó, hasta el pronto de que Zubikarai mantuvo al equipo dentro del partido con dos paradas de mucho mérito, ambas a disparos de Hemed. El partido demostró que con la marcha de Bravo, la Real ha perdido seguridad área pero la agilidad de su ahora guardameta titular está ahí. Lo malo es que hoy eso costó al menos un punto. Para entonces, Arrasate ya había agotado sus balas y tuvo que hacerlo por lesión. Zaldua tuvo que dejar el partido por molestias en el tobillo y entró Carlos Martínez. La opción de Finnbogason tuvo que quedarse en el banquillo. La llama de la esperanza se encendió con la expulsión de Dubarbier, que vio dos tarjetas amarillas justas y se marchó del partido. El Almería supo gestionar sus faltas, logrando que muchas no fueran sancionadas, acumulando pérdidas de tiempo y haciendo que incluso el banquillo parara el partido a conveniencia. Desde allí, Soriano vio la amarilla y Francisco, técnico almeriense, directamente la roja.
En realidad, que el Almería estuviera con diez no se notó demasiado y sus ideas en ataque siempre estuvieron más claros que los de la Real. Quedaban solo seis minutos cuando Chory Castro volvió a dar razones para considerarle como algo más que un revulsivo. El uruguayo bajó muy bien el balón dentro del área, se giró y marcó con mucha categoría. Sumando el tiempo de añadido, unos nada escandalosos cuatro minutos, a la Real le quedaban diez minutos para gestar la tercera remontada consecutiva y el equipo txuri urdin tuvo dos ocasiones muy claras para lograr el empate. La primera fue una falta en la frontal, forzada por Vela, que Pardo colocó por debajo de la barrera y se estrelló contra el poste, con Rubén ya batido. Se prolonga así esa ya inverosímil maldición realista en los lanzamientos de libre directo desde que Bravo hiciera aquel gol en la primavera de 2010 ante el Nastic. Ya en el descuento, Carlos Martínez apenas pudo peinar la pelota en una falta colgada sobre el área y la terrible salida de Rubén no tuvo consecuencias.
La Real perdió su segundo partido de la temporada, el primero en Anoeta, por culpa de la irregularidad que Arrasate todavía no ha sido capaz de atajar. El equipo entró muy bien al partido, acusó de forma excesiva el injusto mazazo de verse por debajo en el marcador y dio al Almería la posibilidad de aumentar su renta con demasiada facilidad. Y sí, tuvo el espíritu de acabar el partido en el área rival, algo también facilitado por su superioridad numérica de los últimos minutos, pero es evidente que no siempre se puede remontar un 0-2. Dos de tres no es mala estadística pero la derrota tenía que llegar. Obviamente, el problema está atrás, porque la Real ha encajado ya siete goles en cuatro partidos. Frenar esa sangría de goles es esencial para que los muchos argumentos ofensivos del equipo, aunque apenas se prolonguen media hora, basten para ganar muchos partidos. La derrota, inesperada, confirma lo poco que disfruta la Real en las semanas de tres partidos, pero obliga ahora a sumar, y hacerlo bien, ante dos rivales directos.
4 comentarios:
Hola Juan! Que cambiarias de esta Real? (En cuanto a entrenamiento, plantilla, dirrctiva...)
Toni, pues difícil de decir... De los entrenamientos no te puedo hablar porque no tengo la oportunidad verlos, pero sí parece lógico pensar que hace falta más trabajo, sobre todo en la estrategia. En la plantilla la verdad es que haría mínimos retoques, y todos buscando mejoras en lo que no sería mi equipo tipo. Ahí sí, en mi once titular sí tendría cambios, creo que Pardo merece un rol más dominante y Gaztañaga una oportunidad seria. Y me falta un central de garantías, que ELustondo no creo que pueda ser. Si Mikel González no mejora lo que hizo la temporada pasada, entonces hace falta un fichaje y ahí entra en juego la responsabilidad del director deportivo y de la directiva. No sé si respondo a lo que pretendías...
Si, eso es lo que quería saber.
Algo falla en los engranajes realistas y muchos dan su propia opinión. Sobre todo la de que Jagoba es pésimo entrenador (con la cual concuerdo pero no creo que sea la única razón).
Gracias! :)
Me alegro, Toni, estamos para lo que queráis los que pasáis por aquí.
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