Mikel e Iñigo, celebrando un gol del primero al Racing. |
Pero vayamos a los números. La Real, en la Liga 2013-2014, robó 2.505 balones y ocupó el decimosexto lugar de la competición en ese ránking, superando sólo a Granada, Celta, Almería y Levante, es decir, los tres equipos que acabaron la temporada justo por encima del descenso y el décimo clasificado, muy lejos de la mayoría de sus rivales directos en la lucha por Europa (el Athletic, de hecho, lideró esa clasificación y el Villarreal fue sexto). Sin embargo, en la temporada 2012-2013 la Real ocupó el séptimo puesto de esta clasificación, con 2.703 balones recuperados, codeándose en ésta con el Barcelona (2.760) o superando al Real Madrid (2.547). El Valencia, que fue su rival por la Champions League hasta el final, no pasó del undécimo puesto en las recuperaciones y el Málaga, que fue también fue oponente por la gloria europea hasta alcanzar las tres cuartas partes del campeonato, fue decimocuarto.
Pero yendo al papel individual de los centrales se entiende aún mejor su importancia. La pasada temporada, Iñigo Martínez fue el octavo jugador de la Liga que más balones robó, con 335. En el año de la cuarta plaza, fue tercero con diez robos más, pero es que Mikel González también entró en el top 10 de recuperadores, llegando a la séptima posición con 327. Dicho de otra forma, el papel de Iñigo Martínez en la interrupción de jugadas del rival se ha mantenido al mismo nivel, pero la Real ha acusado que su pareja de centrales no haya actuado al mismo nivel que un año antes. Mikel, que arrancó la temporada lesionado, apenas fue titular en 20 partidos de Liga, cuando en la anterior llegó a los 34. Al centro de la defensa le faltó la estabilidad y el nivel que sí tuvo un año atrás. Ansotegi, tercer central de la plantilla, actuó en sólo siete encuentros de la temporada 2012-2013 y sus presencias ligueras llegaron hasta las 24 la pasada campaña. El cuarto central, Cadamuro, que en realidad ya no cuenta, tuvo un papel marginal en las dos temporadas, e incluso en el pasado mes de enero fue cedido al Mallorca, donde estuvo lejos de triunfar.
El director deportivo, Loren Juarros, ya ha dado la plantilla por cerrada. El club quiere que quien complete la nómina de centrales sea Elustondo. Jagoba Arrasate, que parecía dispuesto a seguir ese camino y le alineó en el centro de la zaga en los dos primeros partidos europeos ante el Aberdeen y en el último amistoso ante el Eibar, sembró dudas al colocarle de nuevo en el centro del campo en los dos partidos de la gira inglesa, incluso cuando ante el Chelsea Ansotegi se lesionó al poco de comenzar el partido y le sustituyó por Mikel González para acompañar a Iñigo Martínez. Lo cierto es que Elustondo ya jugó como central de emergencia con Montanier, en el partido ante el Celta en Vigo, en el que además marcó un gol a la salida de un córner. Aún así, sigue pareciendo una decisión arriesgada la de su reconversión a central para dar fortaleza de nuevo a la línea de zagueros porque es un jugador que, si algo no ha tenido en los últimos años, es estabilidad. En las cuatro temporadas disputadas desde que la Real volvió a Primera, Elustondo no ha superado los 20 partidos de Liga fundamentalmente por sus lesiones. Y la Real necesita dos centrales en forma y recuperadores.
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