lunes, julio 01, 2013

Gracias y suerte, Flaco

Su primer gol con la Real, ante el Numancia.
Joseba Llorente no ha conseguido ser lo que quería en la Real. Ya se puede afirmar sin ningún atisbo de duda o de ilusión por un regreso milagroso, pero con un enorme poso de tristeza. Y es que Joseba Llorente ya no es jugador de la Real y, por tanto, no podrá completar sus ilusiones ni seguir derrochando la ilusión que desprendía cada vez que se ponía la camiseta txuri urdin. Le quedaba un año de contrato, de los cuatro que firmó, que tendría que haber comenzado hoy, pero justo hoy el club ha comunicado la rescisión del acuerdo. El Flaco no ha tenido suerte en la Real más que en su debut en Anoeta. Era su segundo partido con la camiseta del primer equipo, después de haber jugado unos minutos en Zaragoza todavía con Krauss de entrenador. El rival, el Numancia. Diez contra diez y 1-1 en el marcador. Clemente le pone en el campo por de De Paula. Como se suele decir, fue llegar y besar el santo. Salió en el 73 y el 76 estaba volviéndose loco tras marcar el tanto de la victoria. La primera vez que mostró el trance txuri urdin que le provocaba la emoción del gol. La afición realista sólo llegó a disfrutar de esos momentos en ocho ocasiones más.

Viendo el peso que ha tenido Llorente en los anhelos realistas de los últimos años, casi sorprende que apenas marcara nueve goles en los 64 partidos que llegó a disputar. Mucho más que de esos 64 sólo 24 contaran con él en el once inicial. Al final, jugó exactamente el mismo número de encuentros con el primer equipo como en el Sanse, mala señal para cualquier canterano, y con el filial vio portería en 26 ocasiones. Con los potrillos marcaba cada 190 minutos, con los mayores cada 261. Cierto es que no tuvo suerte con los compañeros con los que le tocó compartir delantera cuando subió a la Real, Kovacevic, Nihat y De Paula, pero también que en aquella primera etapa, que se prolongó hasta el final de la temporada del subcampeonato, estuvo infrautilizado. La eterna canción del delantero canterano, que siempre parece tenerle un poco más difícil para encontrar su sitio en la Real. Agirretxe, que no tuvo la suerte de dar una victoria con su primer gol, puede dar fe de ello.

Tras marcar al Deportivo, en la 2010-2011.
Cuando regresó a la Real lo hizo como estrella. Era el fichaje ilusionante en el regreso a la Primera División. Fue caro para los parámetros económicos en los que se puede mover la Real, tres millones de euros, pero venía de un Villarreal de Champions y cumplió con lo que prometía: trajo ilusión. Y fútbol. Su primera vuelta fue extraordinaria, marcó cuatro goles en los 18 partidos que jugó, 15 de ellos como titular. Asistía, peleaba y se convirtió así en uno de los líderes de una Real que, efectivamente, ilusionaba y en su regreso a Primera bordeaba ya los puestos europeos. Pero apareció la maldita hernía que truncó por completo ese feliz regreso a la Real. El último encuentro que jugó fue en Getafe, donde la Real logró un rotundo 0-4. Llorente no marcó aquel día pero hizo un partidazo descomunal. Ese fue el adiós real de Llorente, del gran Llorente, del delantero que algunos siempre quisimos ver en el primer equipo y que sacaba sonrisas al verle triunfar en Eibar, Valladolid y Villarreal. Siempre un peldaño más alto que el anterior.

Aquel Llorente es el que tiene que permanecer en la retina. Después de la lesión, tristemente se fue haciendo evidente que él ya no estaba para competir a ese nivel (con una excepción, le sigo considerando muy responsable del 4-1 copero ante el Granada, el que permitió romper una racha de más de veinte años sin eliminar a un equipo de Primera) y que Montanier no le daba los minutos que la gente quería. Nunca se llegó a explicar correctamente lo que estaba sucediendo, y por eso la situación de Llorente se acabó convirtiendo en un problema. Aunque el inicio de su cesión a Osasuna fue esperanzador (gol al Barcelona incluido), poco a poco se pinchó esa burbuja. Y llegamos al punto en el que la rescisión del contrato es un acierto. Es una buena noticia para el jugador y para el club. Se habla mucho estos días de la posibilidad de que Llorente cuelgue las botas y deje el fútbol. Qué lástima que se vaya sin haber conseguido triunfar de verdad en la Real. Qué lástima. Muchas gracias por el sincero intento, Flaco. Y mucha suerte.


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