Parece que vuelve la Liga. Si el maldito virus que ha parado nuestras vidas en tantos aspectos lo permite, en breve tendremos de nuevo en acción a la Real para afrontar el último tramo de la temporada, aquel en el que tiene que jugarse la clasificación europea y defender la cuarta plaza que ahora mismo ostenta y que le daría la opción de volver a la Champions League siete años después de su última presencia, en la 2013-2014. Son muchas las incógnitas que asaltan a un fútbol tan extraño como el que vamos a ver, después de un parón tan largo que va a ser de casi tres meses cuando vuelva a rodar el balón y son varios los retos a los que tendrá que hacer frente el equipo de Imanol de manera específica.
· Sobrevivir sin el Reale Arena
Uno de los motores de esta Real es el remozado Anoeta y el ambiente que se ha generado desde sus gradas. Jugar sin público, un activo fundamental siempre pero más en la presente temporada, va a alterar de una manera sustancial el factor campo y, por extensión, una de las ventajas que tenía el equipo txuri urdin de aquí al final de la temporada, ya que le quedaban seis partidos como local y cinco como visitante. Es verdad que Real y Eibar son los únicos que ya han jugado a puerta cerrada y conocen esas sensaciones, pero para los de Imanol fue una experiencia como visitantes, no como locales. Mucho tendrá ganado la Real si sabe adaptarse al silencio de las gradas de Anoeta, sobre todo después de las cuatro victorias consecutivas en Liga que había acumulado antes del parón, siete si contamos los partidos de Copa.
· Incorporar a Illarra... y a Zurutuza
La baja de Illarramendi, que no juega desde la tercera jornada, desde que se lesionó en San Mamés en un ya lejanísimo 31 de agosto del pasado año, parecía que iba a ser de una enorme trascendencia, pero entre Zubeldia y Guevara han conseguido que apenas se note, hasta el punto de que muchos ven complicada la incorporación del capitán en el equipo. Pero seguro que Imanol ya está pensando la manera de que Illarra vuelva a tener un papel importante, acorde a su estatura como futbolista... y quién sabe si también para Zurutuza. Viendo la calidad que tienen ambos, son dos enormes refuerzos para el técnico realista, que tendrá así muchas más bazas para un centro del campo al que llegó a agotar bastante. Parece lógico, eso sí, que el de Mutriku tenga mucho más protagonismo que el de Rochefort en el tramo final de la que en teoría sería su última temporada en la Real.
· El impacto psicológico de una final ausente
Ha sido el gran tema de conversación durante el parón... y sigue todavía muy abierto. ¿Cuándo se va a jugar la final de Copa? La Liga se jugará a puerta cerrada, las competiciones europeas también, y parece que la Copa esperará lo que haga falta, meses si es necesario, para jugarse con público, porque ni tiene fecha todavía ni parece que haya urgencia por buscársela a este encuentro histórico. ¿Será la misma Real arrolladora la que juegue esa final? ¿Habrá jugadores que le den vueltas a la cabeza por el hecho de no saber si la podrán jugar cuando vaya a disputarse? ¿Afectará al ánimo del grupo ese probable éxito que no sabemos si llegará en el caso de que la clasificación europea se complique en las próximas jornadas?
· Recuperar a Willian José
Sería algo aventurado decir que está cerrada la convulsión que generó Willian José con su decisión de no jugar en Copa ante el Espanyol para forzar su traspaso al Barcelona, fichaje frustrado por las tantas veces equivocadas artes del club blaugrana, que en este caso sirvieron para dejar al brasileño tirado y tocado. Hubo perdón explícito del público en el Bernabéu, tras la gloriosa gesta copera allí vivida, pero la recuperación de Willian José es uno de los trabajos más importantes que tiene por delante Imanol. Cierto que Isak ha asumido un rol de estrella fundamental en el tramo de competición más reciente, pero no hay que olvidar que el brasileño sigue siendo el máximo goleador realista en la Liga con nueve tantos, y que la cercanía entre sí de los partidos que quedan por jugar obligará a tener profundidad de armario. El gol que marcó en Eibar tiene que ser un nuevo punto de arranque.
· Odegaard como pilar
Hay muchos jugadores en esta Real que han mostrado un nivel soberbio, desde Remiro a Portu, pasando por Merino, Oyarzabal... y por supuesto Odegaard. El problema con el noruego es que demasiada gente está hablando de él y de su futuro. Si hay algo que desestabiliza en el fútbol es el rumor, y ahora mismo no sabemos si Odegaard cumplirá ese segundo año de cesión apalabrado, si jugará la final de Copa o si su futuro más inmediato está vestido de blanco. Dicen que el Real Madrid apenas gastará por la crisis económica que protagonizará el movimiento de fichas de cara al próximo curso, y eso haría muy valiosa su recuperación a coste cero. Pero también dicen, y el propio Odegaard lo ha dicho, que el jugador está muy a gusto en Donostia y quiere cumplir ese segundo año. Si está centrado, la Real tendrá mucho ganado.
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