Vela, en la última eliminatoria copera ante el Barça, en 2014. |
El escasísimo tiempo que televisiones y organizadores han dejado a la Real para preparar este encuentro ha hecho que desde el club no se haya dado ninguna pista sobre el estado físico de sus jugadores, los mismos que regresaron a San Sebastián a 55 horas del comienzo del encuentro para que el Barcelona ha tenido 52 horas de descanso más. Ni parte médico, ni convocatoria el día antes del encuentro. Se puede dar por seguro que casi todas las bajas que tuvo Eusebio para afrontar el encuentro en Málaga se van a mantener. Así, no estarán Carlos Martínez, Zaldua, Mikel González, Markel y Agirretxe. El único que no estuvo en el último encuentro que podría tener opciones de regresar es Vela, aunque el técnico realista eludió aclararlo en la rueda de prensa previa al partido. En principio, Odriozola tendría opciones de mantenerse entre los 18 escogidos, aunque probablemente no sea como titular. El regreso de Vela y si Odriozola sigue en la lista, provocaría dos descartes. Gaztañaga y Concha tendrían todas las papeletas.
La idea de Eusebio sigue siendo acercarse lo más posible a su once tipo a pesar de la acumulación de partidos en este duro mes de enero y en la medida en la que las lesiones lo permitan. Así, Rulli volverá a estar bajo palos. La defensa la podrían formar en el centro Iñigo Martínez y Navas, que ya reapareció en Málaga quizá pensando en este encuentro, y en las bandas Yuri y Elustondo, este segundo para dar algo más de experiencia al equipo en lugar de Odriozola, aunque tampoco se puede descartar la presencia en el once del último potrillo debutante. Por delante, Illarramendi, Zurutuza y Prieto parecen innegociables. Como también lo son Oyarzabal y Willian José en el ataque. La tercera pieza de la línea más ofensiva dependerá del estado físico de Vela. Si el mexicano está para jugar, será titular. Si no, Juanmi y Canales, con más opciones para el primero por seguir viendo puerta con facilidad, se disputarían esa plaza. Si se cumplen los pronósticos, el banquillo lo completarían Toño, Héctor, Pardo y Granero.
La Real no conoce la derrota en esta andadura copera en los cuatro encuentros disputados, y en Anoeta cuenta sus partidos por victorias. Las dos, además, por el mismo resultado, 3-1. Venció primero al Valladolid en dieciseisavos de final y después, en octavos, al Villarreal. El Barcelona, en cambio, no ha conseguido todavía ganar fuera del Camp Nou en esta edición de la Copa del Rey. En la primera de las dos rondas que ha jugado no pudo pasar del empate a uno contra el Hércules en el Rico Pérez, y en la pasada eliminatoria cayó en San Mamés ante el Athletic por 2-1. Si nos fijamos en los resultados ligueros, el Barcelona, eso sí, sigue siendo el rival más temible que se puede encontrar cualquier equipo, es el que más puntos ha sumado a domicilio, 20, con seis victorias, dos empates (1-1, con el Villarreal primero y precisamente con la Real después) y una sola derrota, 4-3 contra el Celta. A la Real se le han escapado cuatro partidos en Anoeta, dos derrotas (0-3 ante el Real Madrid y 0-4 ante el Sevilla) y dos empates (1-1, con el Espanyol y el mencionado con el Barça).
En las eliminatorias de la Real contra el Barcelona, la historia juega claramente en contra de los intereses del equipo txuri urdin. Se han cruzado ambos conjuntos en dieciséis ocasiones, y la Real sólo salió victoriosa en dos, en las temporadas 1968-1969 y 1979-1980. Cuatro de esos partidos fueron finales, y siempre ganó el Barcelona, dos veces a triple partido, en las temporadas 1912-1913 y 1927-1928, y dos más a partido único, en la 1950-1951 y en la 1987-1988 Aún más, en los once cruces que se han jugado a doble partido, la Real solo consiguió ganar el partido que jugó en su estadio en tres ocasiones, sumando a las dos clasificaciones mencionadas, con 5-1 en la 68-69 y 3-0 en la 78-79, el 5-4 de la temporada 1927-1928, aunque aquello no fue una eliminatoria sino una fase previa, y por eso ambos equipos pudieron volver a cruzarse en la final. El Barça, en cambio, ganó en cinco ocasiones en San Sebastián, siempre en Atotxa.
Anoeta, no obstante, es ahora mismo el gran aliado de la Real. El Barcelona no ha ganado en el estadio donostiarra desde el ascenso a Primera del conjunto txuri urdin en 2010. Ni siquiera en Copa, donde se vieron las caras en la temporada 2013-2014 y el resultado en suelo donostiarra fue de 1-1. Aquella eliminatoria dejó imágenes para no olvidar, incluyendo el prevaricador arbitraje de González González en la ida, una de las demasiado numerosas actuaciones vergonzosas que ha protagonizado el colegiado con la Real, o las burlas de Busquets y otros jugadores más en Anoeta, con la eliminatoria ya ganada para el Barcelona, que provocó aquella elogiable reacción de Jagoba Arrasate exigiendo respeto al escudo realista. Esas, las más recientes, y las que ha dejado la historia, son las imágenes con las que la Real tendría que motivarse para que esta eliminatoria fuera una nueva demostración de orgullo txuri urdin digna de formar parte de los libros de historia. Con todo en contra, pero con el sentimiento realista por delante.
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