Illarramendi, en el partido de la pasada Liga ante el Madrid. |
Arranca por fin la Liga
(domingo, 20.15 horas, Anoeta, Movistar+ Partidazo) y la Real llega con
confianza pero siendo en realidad una incógnita. Llegamos a este comienzo tras na buena pretemporada pero sensaciones
que no distan demasiado de lo que ya conocemos, jugadores que han cogido
galones como Oyarzabal, más aún tras su renovación, la confianza en una plantilla que ha estado lejos de
vivir una revolución, y sobre todo con un rival de los grandes, el Real Madrid,
para medir con certeza de qué va a ser capaz el conjunto de Eusebio en la
temporada que arranca. Juanmi, Concha y William José, las caras nuevas del
equipo, tendrán su bautismo de fuego en Anoeta, aunque parece que sólo el primero
lo hará desde el once inicial, y Eusebio arranca con ese encuentro el reto de
cambiar la dinámica que ha provocado dos ceses de técnicos consecutivos antes
de llegar a Navidad e ilusionar con una Liga en la que la Real luche al fin,
después de dos años de letargo, por el lugar que le corresponde.
El técnico txuri urdin no ha podido finalmente quedarse con la plantilla corta que deseaba, y sólo la salida de De la Bella ha aligerado un primer plantel que de momento tiene 25 jugadores, incluyendo a los tres porteros. Con las bajas de larga duración ya conocidas de Canales y Agirretxe, el añadido en esta lista de ausencias por cuestiones médicas de Gaztañaga y el descarte de Bardají como tercer portero, eso obligaba al técnico txuri urdin a elegir tres jugadores más que verán el debut en la Liga desde la grada. Y ahí no hay sorpresas. Granero, al que se ha señalado como el único jugador que puede dejar el club antes de que acabe agosto, es el primero. Además, parecía lógico que Navas arrancara como cuarto central, y lo mismo de Carlos Martínez en los laterales. Y de momento el que no se cuela en la lista es Bautista, aunque haya sido el potrillo más utilizado en la pretemporada.
Aunque hay algunas cuestiones
que no se pueden dar por seguras en el once de Eusebio, sorprendería que este
no comenzara con el nombre de Rulli, que llega al partido tras la temprana
eliminación de Argentina en los Juegos y sin haber disputado un minuto en pretemporada con la Real. Por delante de él, lo normal será ver a
Iñigo Martínez y Elustondo como centrales, a Zaldua como lateral derecho y a
Yuri en la izquierda. El centro del campo lo comandarán probablemente
Illarramendi y Markel Bergara, a los que se unirá Oyarzabal en la posición interior que parece haberle asignado Eusebio en esta pretemporada. Y en ataque
formarán Zurutuza partiendo desde la izquierda, Juanmi por el centro y con la
gran duda en la derecha, puesto que se disputan a priori Xabi Prieto y un Vela
que no ha podido estar al cien por cien en esta preparación. El banquillo lo completarán previsiblemente Toño Ramírez, Mikel González, Héctor, Pardo, Concha y William José.
La historia arroja un balance positivo para el Real Madrid en sus visitas a San Sebastián, puesto que de los 69 encuentros disputados entre Atotxa y Anoeta la Real sólo ha conseguido la victoria en 21 ocasiones. Se ha producido el mismo número de empates, y el conjunto blanco logró ganar en los 27 encuentros restantes. Desde el último ascenso de la Real, en 2010, el Madrid sólo perdió en una ocasión, el 4-2 de la temporada 2014-2015, y venció en cuatro de esos seis partidos disputados. En Anoeta, el balance está bastante parejo, con siete victorias locales, ocho visitantes y cinco empates. El 6-2 de la temporada 1950-1951, con tres goles de Igoa y uno de Caeiro, Epi y Basabe, sigue siendo la mayor goleada txuri urdin. En cambio, la más clara victoria madridista es el 1-5 de la temporada 1992-1993, en el último de estos encuentros jugados en Atotxa, aunque el Real Madrid hizo un gol más en el 3-6 de la 1953-1954.
La temporada pasada, la
2015-2016, el Real Madrid ganó en Anoeta ante una Real que puso coraje para
suplir sus muchas bajas pero que no consiguió puntuar. No tuvo el equipo de
Eusebio grandes ocasiones para ganar el partido, y de hecho le costó entrar en
el juego, entre otras razones porque apenas tenía ya objetivos en la Liga, mientras que el
equipo madridista aún podía decir que estaba en la lucha por el título. La Real
fue poco a poco equilibrando un duelo en el que Rulli evitó en varias ocasiones
que el Real Madrid se pusiera por delante, pero la gasolina le duró hasta el
minuto 80. Fue entonces cuando Bale puso al equipo blanco en ventaja con un
formidable cabezazo. A la Real, sin Vela, Agirretxe ni Jonathas, no le quedaban
muchas balas ofensivas en el banquillo, pero aún así, con el potrillo Bautista
en el césped, le puso mucho corazón al tramo final e incluso pudo empatar con
un espléndido testarazo de Zurutuza que Keylor Navas sacó con un auténtico paradón.
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