Rulli evitó la derrota la temporada pasada. |
Cuatro son las bajas con las que cuenta Eusebio para hacer frente a este encuentro, y las cuatro eran ya conocidas. Se trata de Raúl Navas, Mikel González y Zurutuza, los tres lesionados, y De la Bella, que tendrá que cumplir un partido de sanción. Granero y Agirretxe, que se quedaron fuera de la lista para afrontar el choque de vuelta de Copa contra Las Palmas, sí han entrado en la lista. Quien no ha entrado entre los 18 escogidos ha sido uno de los dos potrillos con los que venía contando Eusebio desde el principio de su andadura en la Real, Oyarzabal. Incluso así, el técnico txuri urdin ha dejado fuera a otros tres jugadores del primer equipo por decisión técnica. Lo más sorprendente, teniendo en cuenta sus buenos minutos finales ante Las Palmas, es que Chory Castro siga sin entrar en sus planes. Además, no estarán ante el Villarreal los habituales Ansotegi y Oyarzun.
No se prevén demasiados cambios con respecto al once que jugó en Getafe, con la vuelta obligatoria de Yuri por la sanción de De la Bella y la duda de Granero. Así, Rulli estará bajo palos, con Iñigo Martínez y Reyes como centrales y Elustondo y Yuri como laterales. Por delante de ellos estará el indiscutible Illarramendi. En principio le escoltarán en el centro del campo Granero y Xabi Prieto, aunque el estado físico del primero y el hecho de que Pardo fuera de lo poco salvable en el choque copero del miércoles le da opciones de entrar. Los tres atacantes serán Vela, Canales y Agirretxe, cuyos goles se echaron de menos en la eliminación de la Copa. De esta forma, el banquillo lo formarían, además del centrocampista al que Eusebio no dé la titularidad, Oier, Carlos Martínez, Markel, Bruma, Héctor y Jonathas.
Tras el empate en Getafe, la Real se encaramó hasta la decimotercera plaza, pero con sus 16 puntos tras 15 partidos jugados, una cifra bastante pobre, sólo tiene un margen de dos con respecto a la zona de descenso y mira a lo lejos las plazas europeas que marcan los 23 puntos del Deportivo, sexto clasificado. Su rival, el Villarreal, es quinto con 27 y llega pletórico de moral tras derrotar al Real Madrid. Con Eusebio, la Real ha ganado los dos partidos de Liga que ha jugado en Anoeta (racha que truncó en Copa con el 1-1 ante Las Palmas) y no pierde en casa desde el 2-3 del Celta de la jornada 10, pero como local, con sus ocho puntos sumados, sólo supera a tres equipos, Betis, Granada y Levante. El Villarreal no es tan efectivo lejos de su estadio, dónde ha sumado ocho puntos en siete partidos, aunque sólo ha perdido en tres ocasiones, 1-0 contra el Levante, 3-0 contra el Barcelona y 2-0 contra el Getafe.
Históricamente, y más teniendo en cuenta que todos los enfrentamientos son modernos, hay pocos rivales más incómodos para la Real que el Villarreal. De los doce partidos que se han jugado, todos ellos en Primera, el equipo txuri urdin sólo ha sido capaz de ganar en dos, 2-1 en la temporada 2001-2002 con goles realistas de Aranburu y De Paula y 1-0 en la 2010-2011, en el primer partido en Primera tras el ascenso con gol de Xabi Prieto. El Villarreal ha ganado en cinco ocasiones, siendo la más abultada el 0-4 de la campaña 2004-2005, y ha empatado en otras tantas. La Real ni siquiera ha sido capaz de llegar a la media de un gol por partido ante el rival, ha hecho once en doce partidos, y por contra ha encajado 19. Sólo en dos ocasiones la portería de la Real permaneció imbatida, en el mencionado 1-0 de la 2010-2011 y en el 0-0 de la temporada pasada.
Efectivamente, el último duelo en Anoeta entre Real Sociedad y Villarreral, el de la temporada 2014-2015, acabó con el empate sin goles inicial. El partido fue malo, el equipo txuri urdin no tuvo demasiado presente un sano sentimiento de venganza hacia el equipo castellonense como su verdugo en la Copa y su fútbol, pedestre, fue insuficiente más que para colgar y colgar balones al área sin que ningún jugador realista tuviera la más mínima posibilidad de rematar alguno. En la segunda parte, el juego realista mejoró ligeramente pero de ninguna manera como para inquietar demasiado a Asenjo. El Villarrela, en cambio, sí tuvo algunas ocasiones, y Rulli fue quien evitó la derrota, sobre todo con una parada en el último suspiro tras un cabezazo de Fran Sol que bastó para desviar el balón para que se estrellara en la madera y no se convirtiera en el 0-1.
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