Llegamos al final de 2022, un año tremendamente intenso como siempre en lo futbolístico y feliz para la Real en muchos sentidos. Siempre en la cabeza de la Liga, de nuevo en Europa... Pero también ha habido momentos tristes, la mayoría de ellos en forma de lesiones y además importantes. Estos son diez momentos que, desde luego, definen los últimos doce meses para la Real Sociedad.
· Noches coperas agridulces en Anoeta
La Copa abrió el año deparando sabores agridulces. Por un lado, vivimos las mieles de las grandes noches coperas con el Atlético de Madrid como rival. El 19 de enero, los de Simeone fueron apabullados en Anoeta por 2-0, en un espléndido partido, de los mejores de la pasada temporada, con goles de Januzaj y Sorloth. Pero apenas unos días después, el 3 de febrero, de nuevo con el estadio donostiarra como escenario, la Real se despidió de la Copa en cuartos de final perdiendo 0-4 ante el Betis. Cierto que aquel día se vivió uno de los grandes escándalos VAR de la temporada, viéndose en la retransmisión una repetición que validaba el gol con las líneas trazadas desde la sala de videoarbitraje para luego verse una segunda con líneas distintas, pero la derrota de los de Imanol se convirtió en una severa goleada en los minutos finales.
· Europa sigue esperando a la Real
Parecía que la Real había aprendido la lección europea de la temporada anterior ante el United, pero la piedra en la que tropezó el equipo txuri urdin fue distinta y el Viejo Continente todavía espera a la Real, en la que es su gran asignatura pendiente histórica. De nuevo tuvo que jugarse su futuro en la Europa League ante un rebotado de Champions, el Leipzig, pero en el partido de ida, en tierras alemanas, se adelantó en dos ocasiones por medio de Le Normand y Oyarzabal y supo sacar un 2-2 que parecía ventajoso, a pesar de que el empate local llegó en un increíble penalti que nadie sabe por qué se sancionó. Pero en la vuelta, en lugar de ir a por la eliminatoria, la Real esperó. Y esperó demasiado. A treinta minutos del final el marcador reflejaba la pesada losa de un 0-2. Zubimendi dio esperanzas, pero en un aciago mes de febrero a nivel de eliminatorias la Real acabó despidiéndose de toda oportunidad con el 1-3 que hizo el Leipzig de penalti.
· La lesión de Oyarzabal
Las lesiones siempre son traumáticas, pero si quien se lesiona es el máximo goleador, el capitán y el emblema del equipo, el problema adquiere unas dimensiones mucho mayores. El 17 de marzo, en un entrenamiento, ni siquiera con cámaras a la vista que pudieran alertar a los aficionados del mazazo, Mikel Oyarzabal se rompió el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Los plazos, imprevisibles entonces. De hecho, el 10 txuri urdin aún no ha vuelto a jugar aunque su retorno a los campos de fútbol parece inminente. Además de casi diez meses de competición con la camiseta de la Real, esta lesión se llevó por delante la posibilidad de que Oyarzabal jugara un Mundial por primera vez, ya que parecía un fijo en la lista de Luis Enrique.
· Tercera clasificación europea seguida
Tres clasificaciones europeas consecutivas es algo que no se veía en la Real desde los tiempos de Alberto Ormaetxea, y es justo lo que ha conseguido Imanol. Su Real, de hecho, firmó la tercera antes que nunca, en la penúltima jornada y en un duelo directo contra el Villarreal. Aunque no llegó a la jornada final con opciones de Champions, el sueño hubiera sido jugárselo a cara o cruz con el Atlético de Madrid en Anoeta en el cierre del curso, logró el billete europeo y amarró la sexta plaza ganando en El Madrigal y además remontando el gol inicial de Coquelin. En una brillante segunda parte, la Real le dio la vuelta al marcador con goles de Isak y Zubimendi. Lástima que la Liga devaluara las opciones de lograr la quinta plaza y no pusiera el partido del equipo txuri urdin en la jornada final en el mismo horario que el del Betis, que, sin posible presión desde Anoeta, sumó el punto que necesitaba ante un Real Madrid ya poseedor del título.
· Memorable subcampeonato y honroso bautizo Champions
El equipo femenino nos brindó una temporada de ensueño y alcanzó un subcampeonato para la historia. Las jugadoras de Natalia Arroyo ganaron 21 de los 30 partidos de Liga, con 67 goles anotados, 17 de Amaiur y 16 de Nerea, y solo el incontestable Barcelona, que contó sus encuentros por victorias, quedó por delante en la clasificación. A dos jornadas del final de la Liga y goleando al Rayo, las realistas certificaron su salto a la Champions League. El rival que tocó en suerte, nada sencillo, fue el Bayern, y las alemanas hicieron gala de su mayor oficio para imponerse en los dos partidos de la eliminatoria, aunque la Real dio la cara de una manera que hizo que todos nos sintiéramos orgullosos del equipo. El equipo txui urdin mereció mucho mejor suerte en Anoeta, donde perdió por 0-1, y eso dio ventaja al Bayern para que la vuelta fuera algo más plácida. El 3-1 definitivo lo puso Jensen, convirtiéndose en la primera goleador realista de Champions.
· El traspaso más caro de la historia...
Tras ser el autor del único gol realista en la derrota en Anoeta ante el Barcelona de la segunda jornada, saltó la bomba a finales de agosto, sin mucho margen de maniobra antes del final del mercado de fichajes. El Newcastle ponía sobre la mesa 70 millones de euros para fichar a Alexander Isak. El jugador y la Real accedieron ante la magnitud de la operación. El sueco, que jugó 132 partidos y marcó 44 goles, se convertía así en el traspaso más caro de la historia del club txuri urdin, superando las cifras que en su día supusieron para las arcas realistas las salidas de Asier Illarramendi, Álvaro Odriozola o Iñigo Martínez.
· ... y también el fichaje más caro
La salida de Isak hizo que Roberto Olabe moviera ficha con celeridad. Además del regreso de Alexander Sorloth, de nuevo cedido, consiguió no sin problemas el fichaje de Sadiq Umar. El nigeriano, procedente del Almería, era una pieza codiciada por muchos equipos pero finalmente recaló en Anoeta previo pago de 20 millones de euros, superando los 16 millones que costó el regreso de Illarramendi desde el Real Madrid, los 15 que había costado Isak procedente del Borussia Dortmund o los 14 que se embolsó el Celta para que Brais Méndez pudiera llegar a la Real este mismo verano pasado. Quién podía imaginar cuando Sadiq debutó con gol ante el Atlético de Madrid en su primer remate a puerta, que el delantero realista se lesionaría de gravedad en el siguiente partido, ante el Getafe, rompiéndose el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
· Histórica victoria en Old Trafford
Los últimos años han convertido al Manchester United en el rival por excelencia de la Real en su camino en Europa. Hasta en tres ocasiones se han visto las caras, una en Champions y dos más en Europa League. Y nunca, hasta esta temporada, había sido capaz la Real de superar a los Diablos Rojos. Ganar, además, en Old Trafford, añadió todavía más épica a una noche histórica, la del 8 de septiembre, que para mayor recuerdo en tierras británicas fue la del día en que falleció la reina Isabel II. El partido, no obstante, se jugó, aunque hubo rumores de que podría haberse suspendido, y la Real dio una auténtica lección táctica a un United al que maniató por completo. La victoria, por 0-1, se produjo desde el punto de penalti. Brais Méndez ejecutó a la perfección el lanzamiento desde los once metros con que se sancionó una mano a disparo de Silva. El equipo inglés nunca estuvo cerca del empate y los de Imanol firmaron así una preciosa página europea para el libro de historia de la Real.
· Primeros de grupo por primera vez en Europa
La victoria en Old Trafford fue el primer paso de una fase de grupos que también se convirtió en histórica. Hasta ahora, la Real nunca había podido pasar de la segunda plaza al jugar una fase de grupos europea, fuera en Champions o en Europa League. Nunca había sido primera. Y lo ha sido este año. El triunfo ante el United fue el primero de los cinco que consiguió de manera consecutiva, 2-1 ante el Omonia, 0-2 y 3-0 de manera consecutiva ante el Sheriff y 2-0 en Anoeta ante los chipriotas. Aún con quince puntos, la Real llegó a la última jornada sin tener la primera plaza del grupo asegurada. El Manchester se la podía arrebatar si vencía en San Sebastián, pero la derrota de la Real aquel día fue dulce. El 0-1, tremendamente injusto por otra parte, era la única victoria que no le valía al United por los datos globales. Un segundo gol de los ingleses habría dejado a la Real sin un premio más que merecido, la primera posición y, sobre todo, esquivar por fin esa ronda maldita ante rivales de Champions que ha dejado a los de Imanol fuera de la Europa League en las dos últimas campañas.
· Kubo, único mundialista
Todo jugador que tenga ambiciones ansía jugar un Mundial. Con la lesión de Oyarzabal se fue la opción más clara de que la Real estuviera representada en Catar 2022. Aún siendo internacional, laa Noruega de Sorloth no se clasificó, y aunque en las quinielas estaban jugadores como Zubimendi, Merino o Brais Méndez, Luis Enrique decidió no incluir a ningún realista en la lista de la selección española. Por tanto, el único jugador de la Real que disfrutó de esta experiencia mundialista fue Take Kubo, aunque su participación fue algo peculiar. Fue titular ante Alemania y España, dejó ambos partidos en el descanso con Japón perdiendo y la selección nipona remontó en ambas ocasiones en el segundo periodo. No jugó en la derrota ante Costa Rica por decisión de su seleccionador, y no pudo estar presente por problemas físicos en la eliminatoria de octavos ante Croacia, el día que Japón se despidió del Mundial.
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